Capítulo 14

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ALEJANDRO...

Había llegado tarde, esto era lo que traté de evitar pero fallé.

El hombre encubierto que puse a vigilar a Julieta fue de mucha ayuda, no habría podido comprender la situación mientras estaba pasando. Lo que si no ayudó mucho, es que comprendí tarde.

Debí saber el por qué Julieta retiró todo el dinero de su cuenta, pero recién le tomé la atención necesaria cuando también retiro una gran cantidad de la cuenta de su madre. Soy un estúpido, debía saberlo y haber actuado antes.

Ahora Julieta esta herida y con peligro de...

¡No!, ¡no!, ¡no!, ¡no!, ¡no!, ¡no!, ¡no!...

No puedo pensar en eso, ¡no!... ella se pondrá bien.

La ambulancia llegó en seguida, ya que había llamado por una desde antes, por cualquier posible emergencia.

Alex esta bien, no le hicieron nada, la policía la llevó con mi madre y la madre de Julieta. Ellas también irán a la clínica. Yo estoy yendo para allá, acompañando en la ambulancia a Julieta.

En la ambulancia parece todo un caos, pero yo sé que los enfermeros están que hacen de todo para que ella esté bien, estoy seguro. No debo alterarme, debo mantener la calma, todo estará bien.

Al llegar a la clínica, fue llevaba a una sala de emergencia. Ya no pude entrar ahí, me tumbe en la puerta llorando, rezando y pidiendo para que todo vaya bien.

En un rato llegaron nuestras madres y Alex. Mi hija corrió hacia mi y me abrazó.

- ¿Cómo está mi hija? - pregunta Verónica.

- Está adentro, aún no sé nada - le respondo. Me levanto.

- ¿Pero ella estaba bien, verdad? - pregunta mi madre.

- Esperemos lo mejor - respondo.

Había pasado un buen rato, Andrea también había llegado para apoyarme. Ella me da un abrazo, entendiendo que yo no me sentía bien, después de todo esto.

- ¿Ella está bien? - me pregunta Andrea.

- No lo sé, quisiera decir que si, pero no lo sé - le respondo.

- Ella... es fuerte, estará bien, no te preocupes - sigue diciendo ella.

Yo sentía unas ganas tremendas por entrar, iba hacerlo si no habían noticias pronto; pero por fin, el doctor salió a decirnos como esta ella.

- ¡Doctor!, ¿Cómo está Julieta? - pregunté.

- Si doctor, ¿Cómo está mi hija?. Díganos algo por favor - preguntó también Verónica inmediatamente después de mi.

- La señorita Durand está estable, logramos parar el sangrado y evitar daños mayores, por suerte el objeto no dañó partes importantes en el interior, así que pudimos estabilizarla sin tanto riesgo. Pueden estar tranquilos - explicó el médico.

Todos se alegraron por la buena noticia; la madre de Julieta abrazó con fuerza al doctor agradeciéndole, después todos le agradecimos también al doctor por salvarla, y nos dimos un abrazo entre todos.

Nos sentimos aliviados, ella iba a estar bien, eso es lo que dijo el doctor. Todo iba a estar bien, yo creo que lo peor ya ha pasado; por tanto, creo que dejaré todas las preocupaciones de lado y le daré un descanso a mi mente.

Esperamos al día siguiente para ver a Julieta, por recomendación del doctor; bueno, yo la vi en seguida sin que se enteren, no pude contenerme. Mi papá y Daniel llegaron al siguiente día también. Ellos se habían enterado de todo, por lo que regresaron de su viaje en seguida.

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