Capítulo 8

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ALEJANDRO...

Habíamos ido a la playa, después que pasé el momento más feliz de mi vida, cuando le dije que yo era su papá. Alex me dio un gran abrazo y pues, ¿Qué puedo decir?, fue lo mejor de la vida mía hasta ese momento; ahora solo espero que momentos así se repitan, durante toda mi vida.

Alex y yo caminamos por la arena, un poco cerca del alcance del agua de las olas. Julieta decidió quedarse en el auto, creo que quiere dejarnos pasar tiempo a Alex y a mi.

- Y Alex, ¿Qué te gusta hacer en tus tiempos libres? - le pregunte.

- Me gusta leer, o hacer algún experimento que veo en los libros - responde Alex.

Okay, tal ves estoy entendiendo mal, creo que formulé mal mi pregunta. Osea, ¿No debería jugar o hacer algo divertido en sus tiempos libres?, ¿Cómo es que hace experimentos que ve en libros?, puede ser incluso peligroso.

- ¿Qué?, no entiendo. ¿Tú haces experimentos? - le pregunto incrédulo.

- Sip, ayer después de hablar con mi mami, hice un experimento que vi en un libro de química avanzada. No es tan difícil como les resulta a la mayoría - responde muy normal.

- ¡Wow!, ¿en serio? - dije y ella asintió - Entonces... ¿Entiendes sobre la química ya? - pregunto asombrado.

- Sip, tengo una habitación solo para eso - responde muy segura.

- Vaya, me has dejado sin palabras y muy asombrado, Alex - digo mirándola.

Entonces mi hija, ¿Es una mini genio?. Esta de locos, no puedo créelo. Creo que lo que siento ahora, lo puedo traducir en orgullo.

- Y tú... ¿A qué te dedicas? - me pregunta Alex de pronto.

- Eh, pues yo por ahora no me dedico a nada - respondo sincero, no quiero mentirle - Pero estoy pensando en volver a escribir - digo muy serio.

- ¿Tú escribes? - me pregunta curiosa.

- Si, si, lo hago desde que tenía tu edad. Me gustaba escribir poemas, canciones, partes de obras y... de todo un poco - le respondo.

- ¡Qué extraño! - dice Alex confundida.

- ¿Cómo?, ¿Por qué dices eso? - pregunté algo preocupado.

- Mamá me dijo que tú eras como yo. Me dijo que siempre eras el mejor en lo que hacías, pero que no te importaba serlo. Y a decir vedad, tampoco te veía como escritor - dice muy sincera.

Me quedé pensando, ya que eso fue muy directo. Ella es una niña especial, temo que eso le deje hacer una vida normal como tiene que ser.

- Alex, ¿Quieres subir a mis hombros? - le pregunto pausando un momento el tema.

- Si, esta bien - responde tranquila. La cargo, la subo a mis hombros y empiezo a caminar.

Pienso en hablarle un poco más complicado, yo creo que ella va a entender.

- Mira Alex, yo no sé realmente lo que me gusta. Escribir lo hago porque tengo talento para eso, al igual que para los números, al igual que para temas de discusión o debates... Fuera un buen abogado si quisiera - pauso un momento - El talento es un obsequio, pero no solo se trata de usarlo, sino que también se trata de aprovecharlo. Entonces, entre tantos talentos que se nos ha obsequiado, tenemos que buscar el que nos haga sentir mejor con nosotros mismos. Además, nunca sabes lo mucho que puedes descubrir de algo, hasta que lo intentas - digo muy explicativo.

- Entonces, ¿Debo descubrir lo que me haga sentir mejor? - pregunta Alex.

- Si, si, exactamente. Intentar cosas nuevas nunca esta por demás - digo sonriendo.

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