ALEJANDRO...
Creo que estoy emocionado, o asustado, o nervioso, o ya no sé lo que puede ser. Lo que sé, es que veré a mi hija y no puedo esperar para eso.
Estuve esperando dos días y un poco más para que Julieta llamara, esperé muy ansioso. Juraría que fueron mis nuevos dos días más largos de vida.
En un punto, casi le marco yo en desesperación; pero sabía que debía tomarse su tiempo, era lo correcto. Ya hizo mucho al estar dispuesta a hablar con Alex, como para presionarla con más.
Ayer Julieta llamó, me dijo que habló con Alex. Al parecer ella también esta muy emocionada por conocerme, lo que es perfecto.
Por otro lado, Julieta también me dijo que hablaríamos seriamente sobre Alex. Supongo que quiere tener un acuerdo o algo así conmigo. Bueno, lo que sea con tal que me permita verla.
Pero ya, eso será un tema que trataré después con Julieta. Lo de ahora, es pensar en lo que haré. Es decir, no tengo tanta idea de como actuar con ella.
¿Qué podrá gustarle?; ¿Cómo tendré que actuar con ella?; ¿Cómo no derrumbarme si me llama papá?... ¡wow!, son tantas preguntas.
Estoy en mi escritorio, desde ayer he comenzado a escribir de nuevo, ya que no he escrito desde que... bueno, no importa.
Aunque sea un poco difícil de creer, yo tengo ambos dotes de mis padres. Es decir, soy bueno en lo que hace papá, y también soy bueno escribiendo como mamá.
El problema es que las cosas solo me salen. En si, no hay algo que me salga porque me guste de una manera especial, solo me salen porque tengo talento para ellas; y hasta cierto punto, no sé que tan bueno o malo puede ser eso.
Veo que ya se acerca la hora en que veré a Alex. Así que dejo de escribir y voy a buscar a mamá. Necesito algunos consejos antes de irme, ella siempre me los ha dado. Espero que lo haga esta ves, porque de verdad no quiero malograr esta oportunidad con Alex.
- ¡Mamá!... ¡mamá!- la llamo a voz fuerte, mientras bajo las escaleras.
- Ella no está - dice papá desde el sillón. Vaya, no me di cuenta que estaba ahí.
- Papá, dime ¿Dónde está mamá? - le pregunto.
- Hijo ven aquí - respondió evadiendo mi pregunta.
Fui donde estaba él, me senté en el sillón de a lado. Papá dejó de ver la tablet, donde supongo que estaba viendo algo de su trabajo.
- Alejandro, sé que no he sido el mejor padre contigo, lamento eso - dice y lo noto muy sincero.
A decir verdad, desde que deje de ser un niño, papá y yo ya no fuimos tan cercanos y mucho menos hemos hablamos así.
Fue más por mi, yo había adoptado una postura de ¿adulto?. No quería que él me viera como alguien que necesite cuidar, quería ser más independiente, hacer las cosas por ni mismo, vivir como yo quería; y ellos decidieron dejarme.
Claro que al final todo resultó mal, porque yo no supe llevar mi vida por el camino correcto; así que ahora pienso que, fue mejor llevar una vida como todos los demás.
Llevar una vida sin alguien que te ayude, es un estilo de vida con pocas probabilidades de éxito. Claro que existen muchos que no tienen opción, pero creo que es esa falta de elección la que los hace salir adelante.
En cambio yo tenía elección, sabía que tenía a mis padres que me apoyarían si pasaba algo realmente malo; creo que fue eso, lo que me hizo descuidarme y elegir mal las opciones de mi vida.
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Encontrarte
RomansaAlejandro, un chico muy listo y rico, ha resuelto su vida sin saber que era padre; al enterarse, tendrá que afrontar ese hecho, y el amor.