Lunes, día de visitar a Julieta en casa de sus padres. Mi familia tiene una gran relación con su familia.
Nuestros padres son socios de trabajo. Mi padre es el fundador de una compañía constructora. Su padre es el segundo mayor accionista. Ellos son un gran complemento, su padre el arquitecto y el mío el ingeniero, los grandes genios detrás de las mejores edificaciones y construcciones.
Nuestras madres, bueno ellas también son grandes amigas desde que se conocieron. Mi madre es escritora, tiene un par de libros publicados, aunque trabaja la mayoría de tiempo en dar opiniones a novatos. Su madre es diseñadora de modas, tiene su propia marca, línea de ropa y tiendas; así que ambas son trabajadoras independientes.
Yo, pues graduándome de la universidad en sociología. Lo mío es encontrar las oportunidades, es un poco complicado explicar, así que digamos que estudie lo primero que se me ocurrió. Así que, aún decidiré que hacer después.
Julieta, un accidente intencional, pero involuntario de la vida.
La conocí de casualidad en Argentina, cuando estaba de vacaciones. Yo nunca supe nada de la hija del socio de mi padre.
(En principio, sabía que tenía una hija, pero nunca la pude conocer porque ella estudiaba el colegio en Argentina, aparte que no me importaba mucho el conocerla).
Recuerdo que salía con tres amigos del cine, hablando de la peli. Yo iba caminando de espaldas, mirándolos a ellos.
Cuando pasamos frente a una tienda de libros. Julieta salía, cuando uno de mis amigos me empujo a ella, mientras yo daba la vuelta. Iba a caer encima de ella, pero reaccione y logre cambiar el impacto a ella sobre mi.
No mentiré, eso dolió. Aunque me importo una mi€rda cuando la vi. Mis amigos estaban riendo y comentando sus típicos chistes.
Nos incorporamos sin quitar la mirada uno del otro. Yo solo podía pensar: "Muy linda... ¡no!, vaya es sin duda más que eso".
- Que fue bro, parece que te enamoraste - dijo burlón Checho, uno de mis amigos.
- Tenes que disculparte por andar distraído. Re gil que sos - dijo Ito (mi otro amigo) también burlón.
Tanto ella como yo nos quedamos viéndolos y escuchando sus estupideces.
Yo estaba un poco avergonzado, mientras ella también se había sonrojado. De un segundo a otro ella me miro y comenzó a caminar.
- Recuérdenme golpearlos luego, dúo de imbéciles - les respondí.
Me volví para ir tras ella. La idea principal era disculparme, o algo así. Pero nunca se sabe.
- Oye discúlpame por lo que pasó. No... no fue mi intención, en serio - le dije mientras caminaba de espaldas frente a ella.
- No, que no ha pasado nada. No te preocupes, sé que no ha sido intencional - respondió tranquila.
Sentí un gran alivio, pensé que iba a estar enojada, que me iba mandar a rodar, o algo por el estilo. Hasta una cachetada esperaba, es lo típico que suele pasar.
- Para por favor - dije, para que habláramos mejor.
Ella se detuvo y me miró directamente a los ojos.
Antes todo pasó tan rápido que no tome mucha atención. Así que, no pude notar bien que sus ojos eran realmente hermosos, ese color miel verdoso podría cautivar a cualquiera.
- ¡Wow! - reaccione sorprendido - Oye te... te invito a comer si quieres. Igual ya estamos casi a la hora de la cena - dije un poco perdido.
Ella miró su celular, para luego volver su mirada a mi. Suspiró, alzo los hombros y respondió...
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Encontrarte
RomanceAlejandro, un chico muy listo y rico, ha resuelto su vida sin saber que era padre; al enterarse, tendrá que afrontar ese hecho, y el amor.