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Capítulo 16 (Final)

NARRA ALEJANDRO...

El día de la boda había llegado, creo que debería estar emocionado, pero no lo estoy. Siento que mi vida va ha tener cambiar más aún, aunque de una manera que no quería.

Sé que esto que digo es muy malo, es decir, me estoy cansando sin querer. Pero pues, creo que debo hacer esto por Andrea, ella se merece ser feliz creo yo. Y también sé que, algún día podré quererla otra vez, como algún día lo hice.

Mis padres, ellos si están algo raros hoy. No sé si están emocionados, o solo no están de acuerdo con esto. Pero lo que sea, sé que me apoyan y eso es lo que me importa.

Con Andrea tuvimos días malos, pero creo que al final pudimos poner cada cosa en su lugar, y ahora nos podremos casar y ya. Solo espero que no aparezca el típico personaje que se opone al matrimonio, eso sí sería muy desafortunado, ya que solo eso no nos ha pasado hasta ahora.

Mi vestimenta de hoy lo eligió papá, yo no tuve tanta cabeza para elegir que ponerme. La verdad que fue mejor que él lo eligiera; es un buen traje a la medida, buen estilo y elegancia; sin duda mi padre si sabe de esto, la experiencia de la vida y hasta talento diría yo.

Salgo de mi habitación para que todos me vean, mi padre me deseo lo mejor en esta nueva etapa de mi vida. Mi madre se emocionó mucho al verme, lo cual es extraño, ya que no es la primera vez que me ve así, incluso me visto similar casi todos los días para ir al trabajo. Pero bueno, ella me dijo que me callara y no opinara sobre eso, que solo ella sabía el por qué casi lloró al verte vestido así hoy.

Bien, ya estoy listo para ir a la iglesia. Creo que mejor les digo para ir de una vez, quiero salir rápido de esto, para poder ir a unas vacaciones desestresantes por luna de miel, a Grecia.

4 HORAS DESPUES...

Estoy en la limusina con Andrea, a ella se le metió la idea de ir a otro lugar para casarnos. Supongo que lo tenía planeado, sino ¿Quién nos irá a casar?.

En fin, el hecho es que creo que esto es una locura. Pero por otra parte ella tiene razón, solo los dos nos vamos a casar, no es tan necesario que estén presentes los invitados.

- Ya casi llegamos - dice Andrea después de 30 minutos.

- ¿En serio?, en realidad no se porque acepté hacer esto - digo burlón.

- Pues ya no podemos volver - dice ella sonriente.

Cuando la miré al decir eso, noté que su sonrisa estaba un tanto apagada, la notaba rara a ella también.

- ¿Por qué decidiste hacer esto? - le pregunto.

- Porque esto es lo mejor - me responde mirándome con esa sonrisa que la caracteriza.

- ¿Qué?. No entiendo. ¿A qué te refieres? - pregunto confundido.

- Eh, pues... hace 3 días cuando fuiste donde Julieta, pude ver lo que de verdad sentías, Alejandro - dice ella.

- Yo no sé a que te... - le digo, pero me interrumpe.

- Amas a Julieta - dice de golpe.

- Yo... ¿Qué? - digo desconcertado. Pude decir que no era cierto, pero no pude decir nada.

- Lo supe ese día. En si lo siempre lo supe, pero pensé que yo podía hacer que eso cambiara, quise que me ames a mi - dice ella, yo no pude decir nada - Ese día llegaste a mi casa después de ver a Julieta. Tal vez no te diste cuenta, pero estabas muy enojado. Decías que ella no tuvo por qué hacer eso en la fiesta, que no tiene derecho de meterse en tu vida. Y yo hasta ese momento traté de entenderte, porque de ahí en adelante, te pude comprender completamente - ella me mira, y ve que yo estoy completamente sin ninguna palabra - De ahí en adelante, decías que ella se iba a ir, que se iba a ir dejando las cosas así, DEJANDOTE así, que ella no tenía derecho en hacerte eso. Lo repetías una y otra vez. Y es eso lo que me hizo ver la realidad, porque tú no estabas molesto por lo que hizo, sino porque se iba a ir después de prácticamente confesar que te amaba. Y quieras o no aceptarlo, tú también las amas a ella. Ustedes se aman desde siempre y nunca se dieron cuenta, incluso cuando estabas conmigo, incluso ahí, la amabas - terminó de decir cuando la limusina paró.