Capítulo 13

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JULIETA...

Todo empieza a perder el sentido. ¿Por qué James ha estado robándole a la editorial?. Sé que tal ves no me guste la respuesta, pero tengo que saberlo.

Después de un rato revisando todos los papeles, sumándole una investigación aparte que estuvo haciendo Alejandro, nos pudimos enterar de muchas cosas.

Resulta que James es un estafador, no tiene nada que ver con el mundo de los libros, ni siquiera es Canadiense. En una investigación interna, pudimos enterarnos que James estaba trabajando con Carlos Gabriel Rivero, el abogado que quiso aprovecharse de mi alguna ves y a quién Alejandro le dio una paliza, para que luego también lo despidieran. Al parecer estos dos han estado planeando algo grande, diría que incluso querían hacer algo en la compañía de nuestros padres; pero no contaron con algo, con la presencia de Alejandro.

Deberíamos hacer algo antes de que esto pase a mayores, no podemos permitir que James y el abogado se salgan con la suya.

- Tenemos que hacer algo pronto - le digo a Alejandro.

- Eso ya está hecho, llamé a la policía. En estos momentos deben estar buscando a James y a Carlos - responde Alejandro antes de responder una llamada.

Me quedé pensando en que haré yo, he sido una estúpida por haberme dejado engañar así. Incluso dejé que una persona como James se acercara a mi hija, debí conocerlo más antes de dejarlo entrar en nuestras vidas.

- ¡Qué!, ¡no es posible! - dice Alejandro en el celular - Tienen que encontrarlos, me escuchó... - parece que no lograron encontrar a James - Eso espero, de lo contrario lo haré yo mismo. Esos tipos no pueden estar sueltos amenazando a mi familia - terminó de decir Alejandro para después cortar la llamada.

- No los han encontrado - digo en voz alta. Alejandro niega con la cabeza.

Alejandro se va de la casa muy alterado, yo lo sigo un poco asustada por lo que puede pensar en hacer.

- ¡Alejandro! - lo llamo antes de que suba a su auto y él voltea a mirarme - ¿A dónde vas? - le pregunto preocupada.

- A buscarlo yo mismo - me responde.

- No, deja que la policía se encargue, por favor - le pido con temor a que le pueda pasar algo.

- Tranquila, No me pasará nada - dice metiéndose al auto y marchándose.

...

Han pasado muchos días, nadie sabe nada de James y Carlos. Alejandro a puesto mucha seguridad para su familia y la mía, para nuestra hija y para mi misma.

Por su parte Alejandro, no ha desistido de su búsqueda. Él ha contratado mucha gente que los busquen; aparte, la policía también hace lo suyo.

Son muchos los que los buscan, no puedo creer que no los hayan podido encontrar. Al parecer estos tipos son muy profesionales, están que evaden a la policía muy fácil.

Nuestros papás aún no saben de esto, ellos están de viaje de negocios, los han convencido de que se tomen unas vacaciones un par de semanas también.

Cuando nuestros papás vuelvan, supongo que se pondrán hacer lo mismo que Alejandro. Yo no puedo permitir eso, se pondrán en peligro. Si es necesario, yo misma iré a buscarlos también.

Mi celular empezó a timbrar, era mamá. Ella fue a recoger a Alex del colegio, supongo que querrán que vayamos algún lugar.

- Hola mamá - respondo a la llamada.

- ¡Hija!, ¡hija!... - dice mamá muy alterada - ¡Se la llevaron!, ¡ellos se la llevaron! - termina de decir.

En mi corazón sentí como un agujero se abría cada ves más, el miedo a saber de lo que hablaba, me estaba atormentando.

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