Capítulo 12.

4.8K 589 125
                                    

-¿Estás terminando conmigo?- preguntó indignada.

-No- se apresuró a decir Pacífica mientras la tomaba de las manos- no, por supuesto que no, eres mi omega, nunca voy a abandonarte.

-Entonces... ¿qué quieres decir con "debemos darnos un tiempo"?- preguntó Mabel un poco más calmada.

-Mis padres quieren casarme con un omega de alto rango, y no me refiero a castas, me refiero a alguien con dinero- explicó la rubia- me criaron para este momento, en el que tenga que desposar al chico más insufrible que haya conocido alguna vez en mi vida- rodó los ojos con frutración- pero no contaban con que encontraría a mi omega y arruinaría sus planes.

Mabel desvió la mirada- ¿y entonces qué vas a hacer?

-Obviamente detener esta locura, yo quiero casarme contigo, no con un rubio estirado que solo habla de política- hizo una mueca de asco. La omega rió.

Estaban en el cuarto de Mabel, Pacífica había llegado hace una hora y se habían encerrado luego de preparar palomitas. La idea era ver películas malas para criticarlas, pero la rubia mencionó que tenían que hablar algo importante y ahí fue cuando la castaña se asustó.

Escucharon la puerta del cuarto de al lado abrirse y cerrarse. Se miraron extrañadas y se asomaron por la ventana.

-¿Ese es tu hermano?- preguntó la alfa. Mabel asintió- ¿a dónde va?- la omega se encogió de hombros.

-No lo sé, usualmente va a ver a su amigo en la tarde, pero ya es de noche- ladeó la cabeza confundida, gesto que a Pacífica le pareció muy tierno.

-¿Tiene un amigo en el bosque?- cuestionó con curiosidad. ¿Podría ser...?

-Sí, un alfa puro que conoció a los días de llegar aquí- explicó.

Pacífica sonrió. Tal vez ese alfa decidió declararse a esa persona después de todo. Si todo sale bien, tal vez vuelva a verlo pronto.

●○●○

Bill no podía estar más nervioso.

Estaba tan nervioso que había olvidado llevar un maldito cristal para que Dipper aceptara el cortejo.

-Maldición- gruñó.

Había hecho un camino de piedras desde el lago hasta un claro en el bosque para que Dipper lo siguiera. Le pidió ayuda a unas hadas para iluminar un poco y los gnomos le habían ayudado con la comida.

A puesto que la habían robado de Linda Susan pero Dipper no tenía que enterarse de eso.

-Bill- lo llamó el castaño cuando llegó al claro, quedándose maravillado por todo lo que veía.

Cuando llegó al lago y no encontró a nadie se sintió un poco decepcionado. Pero luego un hada le señaló el camino de rocas y le indicó que Bill lo esperaba al final. Su omega estuvo todo el camino abrumándolo con pensamientos cursis e insoportables sobre que iba a ser la mejor declaración del mundo y él no pudo estar más nervioso cuando encontró al rubio alumbrado por la luna en aquel claro del bosque, con luces de colores (hadas, supuso) a su al rededor.

-Llegaste- sonrió el alfa.

-Bueno, una vez dejaron plantada a Mabel y se sintió muy mal, así que me juré nunca dejar plantado a nadie- dijo divertido mientras se acercaba a él.

Ambos rieron y Bill lo condujo a una mesa improvisada, donde estaba la comida. Ambos se sentaron a comer y estuvieron hablando de cualquier cosa. Siempre perdían la noción del tiempo cuando estaban con el otro, como si se encerraran en su propia burbuja. Nunca se les acababan los temas de conversación y se sentían tan cómodos que no se dieron cuenta de que ya casi estaba por salir el sol. Dipper levantó la cabeza al ver el cielo más claro.

Destinados (BillDip) [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora