Cuando Dipper llegó a la cabaña al anochecer, dos alfas se acercaron para llenarlo de preguntas.
-¿Dónde estabas?
-¿Con quién estabas?
-¿Estás bien?
-¿Comiste?
-En el bosque, con nadie, sí estoy bien, y sí, ya comí- contestó el castaño en orden, completamente tranquilo.
-Tardaste mucho en regresar, estaban preocupados- explicó su hermana que subía la escalera con un pote de helado en mano.
-¿Tu no?- preguntó, ya que la veía muy despreocupada.
-Si no volvías para antes de las 12, sí me hubiera preocupado, pero estás bien- contestó comiendo una cucharada de helado.
Helado de limón.
Cuando ambos adultos se aseguraron de que su sobrino estaba bien, lo dejaron subir a su habitación. Se preparaba para acostarse cuando unos golpes en la puerta llamaron su atención.
-Pase- dijo sentándose en la cama.
-¿Puedo preguntarte algo?- Mabel entró y cerró la puerta detrás de ella.
-Claro, ¿qué sucede?
-¿Te has sentido... extraño?- sentó a su lado y lo miró atentamente.
-¿Extraño... cómo?- Dipper se puso a la defensiva.
-Dipper, nunca usas pantalones largos en verano, y esa chaqueta jamás te la habías puesto porque decías que te incomodaba ¿estás bien?- luego de confesar sus inseguridades y ver que su hermano desviaba la mirada, se sintió más tranquila al haber acertado para poder ayudarlo.
-La verdad... es que creo que mi presentación está cerca- confesó el menor sin mirarla.
-Ya entiendo, tu primer ciclo se acerca y con ella la madurez definitiva- murmuró la castaña. Se acercó más a él y puso una mano en su hombro en señal de apoyo- ¿cómo te sientes? ¿Crees que sea muy pronto? Debemos advertirles a los tíos y a Wendy.
-Me siento... con calor... y... raro, no lo sé- recargó su cabeza en el hombro de su hermana- creo que puede suceder pronto... ahora me siento peor que en la mañana.
-De acuerdo, hablaré con los tíos, no te preocupes- besó su frente y lo abrazó más para sí.
Durmieron juntos esa noche. Mabel sabía que su hermano la necesitaba.
○●○●
Mabel se encontraba haciendo las compras necesarias para el primer celo de Dipper, y de paso comprando supresores para ella.
Salió de la tienda con varias bolsas, ya que había comprado varias mantas para hacerle un pequeño nido a su hermano.
-¿Necesitas ayuda?
Casi se le caen las bolsas del susto. Volteó a ver a la rubia que había conocido el día anterior.
-Ho-hola- sualudó, y su omega tembló cuando Pacífica se acercó a ella con una sonrisa.
-Hola- contestó con voz suave.
-¿Qué te trae por aquí?- preguntó, mientras cedía a los pedidos de su omega y se acercaba disimuladamente a la alfa.
-No lo sé- se encogió de hombros- si te soy sincera... creo que mi alfa quería verte.
<¡Quería verme!> chilló su omega, y ella no pudo evitar sonreír.
Pacífica la invitó a dar un paseo, y ella aceptó con gusto, obviamente. Ambas tenían la ligera sospecha de por qué querían estar cerca de la otra, pero no querían confirmar nada.
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Destinados (BillDip) [Omegaverse]
FanficDipper nunca creyó en esa leyenda de los destinados. No cree posible que dos personas se enamoren solo porque el destino lo dice. A sus 17 años todavía no se ha presentado, y todo el mundo le dice que será omega, pero él quiere ser beta. Porque sabe...