-¿Qué alfa puro querría hacerte daño? ¿Y por qué? ¿Siquiera quedan tantos alfas puros en el mundo?- preguntaba el castaño mientras se sentaba en el mismo lugar de siempre frente al lago.
Solo tenían dos días y medio de noviazgo y Dipper prácticamente se había mudado con Bill. No literalmente, pero no había vuelto a la cabaña desde que formalizaron su relación y solo le mandó un mensaje a su hermana haciéndole saber que estaba bien. Probablemente sus tíos le darían el regaño de su vida, pero lo disfrutaría mientras pudiera.
-La verdad he pasado tanto tiempo solo que no recuerdo conocer a ningún alfa puro... ni a nadie de mi familia con la que tenga malos términos- recostó su cabeza en el regazo de Dipper, como siempre.
El omega estaba preocupado, pero desprendía mucha tranquilidad. Su teoría era que al ya no tener una lucha interna en sí mismo, podía estar más pendiente del problema que había surgido con su rubio.
Su rubio, oh ama como suena eso.
Su omega y él estaban en paz, y agradecía eso. Gran parte del mérito se lo debía a Bill, ya que desde que había depositado su confianza en él, aceptado sus sentimientos y, día con día, entendido que el tener un alfa a tu lado no es tan malo... uf sí, estaba mucho más tranquilo. Aún no está seguro de la marca, sigue teniendo mucho miedo al respecto, de lo que sí está seguro es de que va a tener mucho tiempo para pensarlo.
-¿No recuerdas a tu familia?- le preguntó acariciando su cabello.
-No... tengo entendido que me abandonaron a mi suerte cuando tenía 8 años tal vez- contestó restándole importancia- me da igual- abrió los ojos para mirar a su omega, y sonrió divertido- si no lo hubieran hecho no te habría conocido- dijo fingiendo dramatismo.
-Tonto- rió el omega, puso una mano en la cara del rubio para evitar su mirada y que no viera su sonrojo.
-Este tonto es tu novio- tomó la mano de Dipper y la sacó de su cara para ver a su castaño sonrojado.
El omega le sonrió y y se acercó a besarlo, pero unos golpes lo interrumpieron.
Ambos se levantaron y vieron hacia el bosque, Bill tomando del brazo a Dipper para ponerlo a su espalda y protegerlo. El castaño iba a protestar, pero una figura apareció de entre los árboles, golpeando las ramas que se encontraban en su camino. El aroma a menta llegó a ambos, enseguida supieron que era un alfa, y confirmaron que era puro al ver no solo las orejas en su cabeza, sino también la cola de lobo que movía al cruzar miradas con Bill.
-Al fin te tengo frente a mi- sonrió, dejando ver unos colmillos bien afilados.
-Yo no te conozco ¿qué quieres de mi?- preguntó Bill completamente serio.
-Oh, no me recuerdas- se sorprendió el desconocido- bien, eso lo hará más facil- se iba a lanzar sobre el rubio pero vió al omega detrás sosteniendo su mano, y su mirada cambió- veo que encontraste a tu destinado- suspiró- eso es un problema- gruñó.
Dipper frunció el ceño al escuchar esa palabra, mínimo podría haber dicho que el que tenga pareja era un problema, pero tenía que mencionar esa maldita palabra.
<¿Qué rayos les pasa a todos con los destinados?> pensaba mientras mataba al alfa desconocido con la mirada.
-¿Por qué no me dices lo que buscas y lo resolvemos de otro modo? Luego te vas y nos dejas en paz- a Bill no le agradaba como el tipo miraba a su omega, y quería deshacerse de él lo antes posible sin necesidad de poner en riesgo a Dipper.
-La cosa es que no puedes darme lo que quiero, Bill- escupió su nombre con desprecio.
-¿Y qué mierda quieres?- se metió el castaño. El chico lo estaba sacando de quicio, y el como se dirigió a su alfa le daban ganas de arrancarle la cabeza.
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Destinados (BillDip) [Omegaverse]
FanfictionDipper nunca creyó en esa leyenda de los destinados. No cree posible que dos personas se enamoren solo porque el destino lo dice. A sus 17 años todavía no se ha presentado, y todo el mundo le dice que será omega, pero él quiere ser beta. Porque sabe...