Mi pequeño conejito 🐰 | Yeonbin | Finalizada

Especial: Reencuentro

Siete años después Soobin, Kai y Beomgyu habían terminado la universidad y los dos últimos habían decidido unir sus vidas por siempre.
Soobin estaba muy emocionado por la boda de Kai y Beom, pero ellos estaban preocupados porque aquella boda significaba una cosa: ver a Yeonjun.
— Vamos chicos... Ya pasaron siete años. Voy a estar bien – insistió Soobin.
Pero aún así aquellos chicos tomaron grandes medidas: no hicieron a ninguno de los dos sus padrinos, los pusieron separados en la ceremonia y también en la fiesta.
Soobin estaba un poco cansado de aquello, la verdad era que quería ver a Yeonjun.
Quería verlo porque desde hace siete años que soñaba con él, que había escrito mensajes y borrado antes de mandarlo, que dormía con su peluche pensando que era él.
Y quería verlo para saber si podrían tener una oportunidad más.
Así que el día de la boda no puso resistencia a lo que su amigo dijo pero cuando fue la fiesta salió al jardín que había en el salón con una sensación de frustración.
El cielo estaba hermoso y se veían las estrellas, recordó una leyenda que decía que si contaba 1000 estrellas se le concedería un deseo de amor.
Comenzó a contar en voz alta.
— Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez –
Yeonjun sonrió al ver a Soobin contar estrellas, no sabía hasta que número debía aparecer pero quería hacerlo muy pronto.
Solo logró llegar a cincuenta estrellas hasta que escuchó una voz conocida.
— Sigues siendo muy lindo, conejito – dijo Yeonjun.
Soobin volteó a ver a aquel chico, ahora traía el cabello amarillo fosforescente y vestía un traje negro muy elegante.
— Yeonnie... – dijo sonriendo y no supo si debía correr a él o espera a que viniera.
Al final optó por acercarse hasta la mitad y que él caminara lo que faltaba.
Soobin tenía los ojos llorosos pero Yeonjun ya estaba demasiado cerca como para enjugar sus lágrimas.
La música del salón se escuchaba muy clara así que hizo que Soobin pusiera sus brazos al rededor de su cuello y él puso las suyas al rededor de la cintura de Soobin.
Comenzaron a bailar y Yeonjun se acercó a su oreja para cantarle.

Porque eramos niños cuando nos enamoramos.
Sin saber lo que era.
No me rendiré contigo esta vez.
Pero cariño, solo besame despacio, tu corazón es todo lo que poseo.
Y en tus ojos sostienes el mío.

Fue entonces que Soobin lo besó, lo besó tiernamente tratando de sacarle una respuesta a Yeonjun a besos.
— Bien... No olvidaste que te amo – dijo Yeonjun después de romper el beso.
Sonrieron por un momento pero ambos tenían muchas dudas de todo.
Así que se pusieron a platicar durante mucho tiempo, platicaron tonterías, cosas curiosas sobre aquellos siete años que no se habían visto.
Soobin reía mientras le contaba un par de cosas a Yeonjun y viceversa.
Jugaban con sus manos mientras platicaban, era curioso que estuvieran casi del mismo tamaño.
Soobin volvió a ver el cielo, no había terminado de contar las 1000 pero Yeonjun había aparecido aún así.
— Soobin-ah... Perdón – soltó Yeonjun de repente.
— ¿Eh? ¿Por qué? – preguntó Soobin.
— Porque lo he pensado mucho... Realmente fui muy tóxico en aquel entonces – comenzó a explicar pero Soobin puso su dedo sobre sus labios para que se callara.
— Ninguno de los dos es como hace siete años, no hace falta que hablemos de algo que pasó en el pasado. Podemos crear un mejor ahora – dijo Soobin sonriendo.
— ¿Eso significa que me darás una segunda oportunidad? – preguntó Yeonjun.
— Pensé que eso lo había dejado en claro – contestó Soobin volviéndolo a besar.
Para Kai y Beom fue demasiado tarde cuando se dieron cuenta que ninguno de los dos estaba, así que realmente no les sorprendió cuando encontraron a aquellos dos en el jardín del salón besándose.
— ¡Encuentren un hotel! – gritó Kai riéndose.
— ¡No se roben el protagonismo es nuestra boda, no la suya! – siguió Beomgyu.
La única respuesta de parte de aquellos chicos fue al mismo tiempo levantar su mano y mostrarles el dedo de en medio a sus amigos sin dejarse de besar.
Así fue como Soobin y Yeonjun consiguieron una oportunidad más para estar juntos.
Con suerte esta vez estarían mucho mejor.