Mi pequeño conejito 🐰 | Yeonbin | Finalizada

Un día difícil

Cuando Soobin llegó al día siguiente a la escuela fue la sensación de todos, Hyuka fue el primero en decirle lo bien que se veía y dijo que eso ameritaba una selfie juntos.
Todo su grupo le hacía comentarios sobre su cabello y sobretodo que donde había ido a pintarselo.
— No fui a ningún lado, Yeonjun-ah me ayudó. Es muy bueno decolorando y pintando el cabello, no me quedo nada maltratado – comentó sonriendo.
— ¿Oh? ¿En serio fue en casa? Envidio que tengas un novio tan bueno en la estética – dijo una chica quejándose.
Sin embargo, cuando Taehyun lo vió fue completamente diferente su reacción.
— ¿Qué demonios te hiciste en el cabello? – preguntó molesto.
— Me lo quise pintar ¿no te gusta? – preguntó Soobin provocandolo.
— ¿Fue idea de Yeonjun? – dijo Taehyun con desdén.
— No importa de quién fue la idea, me gustó y quise hacerlo – declaró Soobin.
— Soobin-ah... Tú eres un chico descente e inteligente. No te dejes influenciar por personas como Yeonjun, ahora te ves como un delincuente – lo regañó Taehyun.
Soobin hizo una mueca burlona.
— Lo dice el chico que lo tiene teñido de rubio – dijo riéndose.
— Es diferente, existen las personas rubias. Es un color natural para pintarse, no barbaridades como el azul – explicó Taehyun.
Antes de que Soobin pudiera decir algo más aquella discusión había sido nuevamente interrumpida por el profesor.
La clase de idioma extra era la más aburrida para Soobin, a veces no entendía porqué había escogido un idioma tan complicado... Así que se perdía la mayor parte del tiempo, después investigaba por su cuenta para comprender mejor.
— Voy a hacer parejas para el trabajo parcial, pongan atención que no repetiré los nombres – dijo el profesor.
Soobin salió de sus pensamientos al escuchar aquello, siempre los dejaba escoger las parejas ¿por qué esta vez no?
— Disculpe profesor, ¿por qué no podemos escoger con quién trabajar esta vez? – preguntó interrumpiendo.
— Soobin, en la vida no siempre vas a escoger con quién trabajar. Deben comenzar a hacerse a la idea – explicó aquel hombre — Ahora, déjame comenzar a decir las parejas –
Maldición, casi nunca trabajaba con alguien que no fuera Hyuka...
Sintió que incluso el tiempo iba más lento cuando pronunció su nombre junto con el de Taehyun, era una broma ¿cierto?
Una broma de mal gusto...
— ¿Ya me desbloquearas de las redes sociales? Debemos trabajar juntos – dijo Taehyun sonriendo maliciosamente.
— Ni lo creas, te mandaré mensaje por el Kakao Talk de Yenjun. Todo lo que gustes mándalo ahí, primero lo verá él y luego yo. No quiero problemas – dijo Soobin molesto.

Yenjun había llegado algo tarde a casa debido a que tuvo que arreglar algunos problemas con un profesor, su calificación estaba mal en un trabajo importante y tuvo que hablarlo.
Entró al departamento un poco cansado de discutir y suspiró.
Su sorpresa fue mucha cuando entró y había varios vidrios en el piso, eran restos de vasos y platos...  ¿Qué demonios había pasado?
Encontró una nota en la pequeña mesa de la sala.

Yeonnie... Tuve un mal día, perdón por el desorden... Tengo que hacer un trabajo parcial junto con Taehyun, le dije que le mandaría mensajes desde tu Kakao Talk. No lo quiero desbloquear...
Estoy bien dentro de lo que cabe, no me corté ni nada...
Estoy dentro del Little Room, no quiero hablar en general así que probablemente no responda si me preguntas algo...
Perdón...
            Soobin.

Yeonjun se dispuso a barrer aquel desastre antes de entrar en el cuarto.
Realmente aquel chico afectaba bastante a Soobin, eso le preocupaba mucho.
Abrió la puerta del cuarto y encontró a su pequeño en el piso, con un mameluco de dinosaurios. Estaba jugando con dos peluches y traía su chupón.
Yeonjun sonrió, nunca lo había visto con chupón, era muy tierno.
— Hola, conejito ¿Estás jugando? – preguntó acercándose a él.
Soobin solo asintió con la cabeza.
— Me alegro, bebé ¿Me das un abracito? – le pidió mientras se sentaba a su lado.
Soobin automáticamente se volteó, se sentó en el regazo de su cuidador y lo abrazó fuertemente.
Yeonjun le regresó el abrazo y luego lo llenó de muchos besitos.
— Qué lindo bebito que tengo – dijo, pudo ver una pequeña sonrisa de parte de su pequeño.
Soobin continuó después para jugar con sus peluches, gateó por todo el cuarto mientras jugaba sin decir una palabra hasta que se cansó.
Alzó los brazos hacía Yeonjun abriendo y cerrando las manitas.
— ¿Quieres que te cargue, bebé? – le preguntó el pelirosa.
Soobin asintió con la cabeza y así lo hizo.
Después de cargarlo se sentó en la cama para no cansarse.
Soobin había puesto su cabeza sobre su pecho y sus manos estaban al rededor de su cuello.
Yeonjun comenzó a cantarle varias canciones mientras su pequeño comenzó a cerrar los ojos hasta quedarse totalmente dormido.
A Yeonjun se le escaparon un par de lágrimas, odiaba ver tan mal a Soobin, no sabía bien qué hacer para ayudarlo.
No notó cuando comenzó a llorar más fuerte y despertó a su pequeño.
Soobin le limpió las lágrimas con torpeza y se quitó el chupón.
— No grimitas, Yeonnie. Toy bien ahora que tas aquí – le dijo dándole besitos en la mejilla.
Yeonjun sonrió.
— Tienes razón, conejito. Juntos estamos mejor – admitió.
Lo volvió a abrazar y lo acomodó para que ambos durmieran.
Amaba mucho a su conejito.