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Maldición, estaba pensando en lo lindo que es Tamaki y sin querer lo dije en voz alta. Evité a toda costa su mirada mientras entraba a mi cuarto y cerraba la puerta. No tenía ánimos de nada, sentía mi cabeza a punto de estallar.

-P-puedes sentarte en la c-cama-Le dije un tanto nerviosa

Procedí a buscar mis pastillas para la migraña que apenas y me quitaban el dolor, pero era eso o sufrir.

Me senté en el suelo para abrir el último cajón de mi escritorio, ya que ahí las tenía guardadas, pero antes de poder sacarlas otra oleada de dolor me sacudió, haciéndome tomar mi cabeza entre mis manos y apretarla en un intento por calmar el dolor.

- ¿Dónde están tus pastillas? Las buscaré por ti, ve a sentarte a la cama T/N-Dijo Tamaki preocupado

-Están en ese cajón que abrí-Dije mientras me levantaba para irme a sentar a la cama

Lo vi mover algunas cosas hasta que encontró el frasco de mis pastillas. Abrió el pequeño frigobar que tenía a un lado y tomó una botella de agua. Se acercó a mí y se agachó en frente de mí para poder verme a los ojos ya que yo tenía la mirada en el suelo.

-Ten, tómala para que puedas descansar-

Tomé la pastilla y Tamaki me ayudó a acostarme en la cama ya que el dolor me impedía moverme con libertad.

-Y-yo, eh, te d-dejaré descansar T/N-

- ¿Tamaki? ¿te puedes quedar conmigo al menos hasta que me duerma? -Dije con cara de cachorrito. Lo último que quería era quedarme sola en estos momentos

- ¿S-segura? Pueden pensar m-mal y n-no sería b-bueno para ti

- ¿Por mí te quedarías? -Seguí insistiendo

Asintió sonrojado y se sentó en la orilla de mi cama a un lado de donde yo estaba acostada.

Me moví un poco y di golpecitos en el espacio a lado de mí para que se acostara. Sabía que estaba yendo lejos y podía negarse, pero realmente necesitaba apoyo en ese momento.

Tamaki entendió que le pedía que se acostara y con un poco de vergüenza lo hizo. Quedó acostado a mi lado, pero con la mirada fija en el techo.

En eso me volvió a atacar un dolor horrible haciendo que soltara quejidos.

-Ven, tranquila bunny, perdón por no poder hacer más para aliviar tu dolor-Dijo Tamaki abrazándome contra su pecho y acariciando mi cabello.

Me relajaba sentir sus caricias, mi chico tímido no lo era tanto cuando sólo estábamos nosotros dos. Sin darme cuenta me fui relajando cada vez más hasta quedarme profundamente dormida.

No puedo creer que tenga a T/N entre mis brazos, dormida. Ella me hacía sentir seguro al estar con ella, al parecer mi timidez y ansiedad desaparecía un poco a su lado. Quería preguntarle por qué le dan esos dolores tan fuertes de cabeza, pero creo que no era el momento indicado.

Escuchar su respiración hice que me relajara, sintiendo como el sueño se iba apoderando de mí, decidí dormirme, ya que no podría dejarla sola.

Me desperté porque sentir vibrar mi celular en la bolsa de mi pantalón. Intenté moverme lo menos posible para no despertarla. Ella se reacomodó poniendo su cara en mi cuello sin despertarse. Sentir su respiración cálida justo en ese lugar tan sensible me hacía erizar la piel.

Era una llamada de Mirio

-Tamaki, ¿dónde estás?, Nejire quiere que salgamos a cenar juntos-Dijo mi amigo

Shadow Demon (Todoroki)||Tamaki y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora