Kagami y Nathaniel se paseaban tomados de la mano por la playa de Niza. Cualquier persona que los viera pensaría que era una pareja de recién casados por las miradas que se lanzaban durante su caminata matutina.
Luego del desayuno ambos había decidido pasear por la ciudad de Niza; la cual era muy antigua con un laberinto de calles medievales e iglesias barrocas. Recorrieron el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo. Una imponente infraestructura que exponía obras vanguardistas tanto de artistas franceses como internacionales. Kagami miraba con fascinación el arte. Nathaniel a su lado, familiarizado con algunas piezas, había venido con anterioridad con sus amigos. Ambos estaban disfrutando de cada momento y se sacaban fotos como típicos turistas.
Gami se sentía como una jovencita con su primer amor, incluso mejor porque nada de esto era nuevo para ella. La experiencia le traía emoción y felicidad, claro... pero no era una jovencita inexperta y nadie la podía hacer tonta. Había tenido una relación seria en su pasado y esto que estaba viviendo con Nathaniel no se comparaba con lo que había vivido alguna vez con Damian tres años atrás.
-En qué estás pensando-Nathaniel la distrajo de sus pensamientos. Le había soltado la mano y la había llevado a su cintura. Acariciando su piel por debajo de la blusa con su dedo pulgar. Kagami levantó la vista y se tomó el tiempo necesario para admirar al hombre frente a ella. Nathaniel vestía unos pantalones de lino y un suéter de color beige. Su barba le había crecido durante la semana y le encantaba. Sentía que su corazón iba a explotar por sus sentimientos hacía él.
-No podría decírtelo-Murmuró la azabache, cerrando los ojos por el sol que le pegaba en el rostro. Tenía muchos pensamientos en la cabeza.
-¿Qué? ¿No confías en mí?-Nathaniel llevaba puesto los anteojos de sol. Aunque quisiera ver sus ojos verdes no podía.
Tras un momento de silencio, donde solo se oían voces provenientes de la costanera y el rugido que hacia el mar con cada oleada, Gami acarició la mano de Nathaniel.
-Tengo miedo...
-¿De qué?
-De todo esto-Se atrevió a decir dubitativa-Es todo tan soñado y a la vez distinto a todo lo que he hecho, pero siento que todo acabara cuando volvamos de nuevo a la ciudad.
Nathaniel dio una carcajada. Gami comenzó a fruncir el ceño y a apartar su mano de la de Nathaniel. Por un momento había pensado que aquel hombre de treinta y tantos años se sentía de la misma forma que ella, una joven de 24.
Se apartó de él y caminó por la playa, con Nathaniel siguiéndola en silencio. Cuando encontró el lugar indicado tendió la toalla que traía en su bolso para sentarse y mirar a Nathaniel caminar por la orilla del mar. Tal vez estaba pasando por un momento tormentoso igual que ella.
Nathaniel que se dio cuenta de su mirada, se la quedó mirando con la cabeza ladeada. Lentamente caminó hasta ella y se sentó a su lado. El hombre a su lado pasó su brazo por los hombros de Gami y se inclinó para besarle la mejilla.
-Me quedaría aquí toda la vida, contigo-Susurró Nathaniel en su oído. Kagami sintió un hormigueo en el estómago al oír sus palabras y su voz. Con aquella voz ya estaba sonrojada.
-Es imposible-Respondió Kagami, recostando su mentón en el hombro de Nathaniel. Cerró aspirando el perfume amanerado que desprendía de su cuello.
-Lo sé-Se volvió a ella y le depositó un beso en la boca.-Aunque no lo creas me siento de la misma forma que tú, Gami.
Tras un largo silencio, Nathaniel tomó la cámara de las manos de la mujer y comenzó a sacar fotos del paisaje que los rodeaba y de la misma Kagami.
-Hace un rato, en el museo mencionaste que has venido el año pasado con tus amigos a celebrar tu cumpleaños...-Nathaniel se dejó caer en la toalla mirando el cielo y colocándose las gafas de sol. Dejó la cámara fotográfica a un lado-¿Cuando es tu cumpleaños?
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생명을 건넜다 (Vidas cruzadas) © COMPLETO
FanfictionLuka Couffaine, es un enigmático y atractivo profesor con especialidad en literatura inglesa, es un hombre poco orgulloso de su pasado aunque consciente del prestigio que ha conseguido. Cuando la virtuosa señorita Tsurugi gana un cupo para el curso...