Preguntas

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-Pasaba por aquí y te vi- explica Bill

-¿Nos lo vas a presentar?- pregunta Alex posando su brazo encima de mi hombro incomodandome

-Bill, ellos son mis amigos Alexander y Ally. Chicos, él es Bill, un amigo del vencindario- se saludan y noté cierta tensión entre Bill y Alex

-¿Así que son vecinos?

-¿Algún problema con eso?- contesta Bill antes que yo

-Para nada- Alex hizo un intento de sonrisa

-¿Te acompaño a casa?- me pregunta Bill mirándome fijo con sus hipnotizantes ojos verdes

-Claro

-Te llamo en la noche- dice Alex

-Vale. Adiós- tomé mis cosas

-¿Es tu novio?- pregunta mi vecino una vez que salimos de la cancha

-No- reí al imaginar a Alex siendo mi novio- Sólo nos llevamos bien

-Se nota. ¿Tienes novio?

-No, ¿tú?

-Tampoco- me detuvé

-No te lo creo

-¿Por qué no?

-Eres bastante atractivo y pareces buena persona

-¿Eso crees?

-Claro- volví a caminar- No te conozco, pero ya me agradas

-Gracias- nos miramos un momento y volví a sentir un escalofrío

-Quizás estoy loca, pero siento que ya te he visto antes, sólo que no recuerdo donde

-Ya has de recordar- asentí esperando que así sea- ¿Tienes mucha prisa por ir a tu casa?

-No. ¿A dónde quieres ir?

-A la mía- lo miré sorprendida- Quiero conversar y conocerte mejor. No te haré nada malo- lo dudé unos momentos, pero finalmente acepté

Ni siquiera lo conocía bien y ya iba a ir a su casa, aunque admito que me da curiosidad conocerla y también me gusta estar a su lado.

-Es aquí- abre la puerta y entramos al departamento

-Lindo lugar- era semi-moderno y acogedor

-Siéntate

-¿Puedo preguntarte algo?- acepta sacándose su abrigo negro- ¿De quién era la dirección que me preguntaste cuando nos conocimos? Porque aquí no es

-Oh- desvió la mirada- Anoté mal la dirección

-¿Y cómo encontraste la dirección correcta?

-Llamé al dueño- se sentó en el sofá frente a mi- Háblame de ti

-¿Qué quieres saber de mi?

-Todo- rio por su curiosidad

-Pues...- me acomodo en el sofá de cuero- Tengo dieciséis años, vivía en Nueva York, tengo un hermano mayor, me gusta el mar y acabo de entrar al equipo de porristas, por eso traigo este uniforme

-Te ves muy bien- dice y me sonrojo ligeramente- ¿Qué hay de temas privados?

-Pregúntame- cruzo mis piernas

-Tus miedos, por ejemplo- me pongo seria

-Tenía miedo a la sangre, pero descubrí que hay cosas peores

-¿Cómo cuáles?

-Nada. Es una locura- desvio la mirada

-Dime- se acomoda en la orilla del sofá para acercarse más

-No me lo creerías

-Puedes contarme. No me burlaré

-Está bien- solté el aire de mi boca- Cuando llegué aquí me recibieron de una manera peculiarmente horrible. Estaba en mi habitación desempacando y de repente las paredes tenían sangre, pero es no fue lo peor, lo peor fue que de la nada un payaso se apareció y casi me devora

-¿Por qué crees que no lo hizo?

-Creo que quiere atormentarme hasta caer en la locura y que le suplique que me asesine

-Pues sí. Es astuto- lo miro confundida. No esperaba que dijera eso- Aunque tu igual eres astuta por adivinar su plan. Continúa

-Me dijeron que se alimenta del miedo de los demás, así que decidí confrontarlo y parece que funcionó

-¿Y ya no le temes?

-Para ser sincera, aún me produce miedo, pero ya no tanto como la primera vez

-Ya veo- permanece un momento mirando al suelo, pensativo- ¿Entonces a qué le temes ahora?

-No lo sé. Después de lo que me pasó, dudo que algo me asuste nuevamente

-La mayoría de personas se cagarían encima si les sucediera lo que a ti

-Creo que tuve suerte- sonríe de lado- Ahora cuéntame sobre ti

-No hay mucho que contar- se encoje de hombros- No tengo familia- dice sin importancia

-Lo siento

-No te preocupes

-¿Qué les pasó?

-Murieron en un accidente- me siento a su lado

-Debió ser muy duro para ti- se limitó a asentir- Cuentas conmigo para lo que necesites

-Eres muy generosa- me mira- Las personas pueden aprovecharse de eso. Ten cuidado

-Por eso no ofrezco mi ayuda a todos- digo y me detengo a mirar cada detalle de su rostro, en especial sus labios- Pero contigo es diferente

-También siento que eres diferente al resto de personas

-¿En serio?

-Sí. Tus ojos no revelan maldad, codicia, egoísmo o cualquier defecto humano. Son los ojos más sinceros que jamás había visto- trago en seco y me sonrojo

-Nunca me habían dicho eso- no pude evitar sonreír- Gracias

Me iba acercando más a Bill hasta que él terminó con la distancia y juntó nuestros labios en un sincronizado y perfecto beso.

-Wow- digo al separarnos- Fue...

-¿Bueno?

-Más que bueno- vuelvo a besarlo

-Debo salir a resolver unas cosas- dice al separarnos

-Entiendo- esperaba quedarme un poco más con él

-Pero primero te acompañaré a tu casa

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