Pennywise

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-No lo defiendo- abre sus brazos para liberarse de mi cuerpo. Se sienta al borde de la cama y lo imito

-¿Entonces?

-Te dije que hay que entender su naturaleza

-¿O sea que tengo que entenderlo y dejar que se alimente de mi miedo cada noche como si fuera normal?- pregunto sarcástica

-Algo así

-¡Ya ves como si lo defiendes!- estaba alzando mi tono de voz- Pues si tanto lo defiende entonces ayúdalo a atemorizarme

-No quise decir eso

-Ya no digas nada- me acuesto dándole la espalda- Prefieres defender a ese psicópata de mierda que a tu novia

De un movimiento lo tenía encima mío sujetando duro de mis muñecas.

-Si él quisiera ya te hubiera matado- me dice molesto y apretándome más

-Me está doliendo- sus ojos se estaban volviendo naranjas- ¡Bill, suéltame!- suplico. Mis ojos se empezaban a humedecer y un par de lagrimas cayeron hasta que me liberó

-Marie, perdón- toma mi rostro con sus manos y sus ojos volvieron a la normalidad- No quise hacerte daño

-¡¿Qué mierda fue eso?!- grito atemorizada y levantándome de la cama- ¿Por qué tus ojos cambian?

-No sé a que te refieres- desvía la mirada

-No lo niegues que no es la primera vez que pasa

-Marie, tranquila- se acerca y toma mis manos, pero me suelto

-¡No me tranquilizaré hasta que me digas de una puta vez quien rayos eres y que quieres de mí!

-¡¿Quieres saber quien soy?!- me asustó como me gritó. Asentí temerosa- No te gustará, pero ya que tanto lo pides

Su ropa comenzó a cambiar y a ser reemplazaba por un traje blanco con accesorios rojos.
Su piel se torno más blanca, su precioso cabello fue sustituido por un color naranja y sus labios se unían con sus ojos por una linea.
Retrocedí hasta caer y darme cuenta que tenía en frente a Pennywise. No podía creer lo que acababa de ver.

-Te dije que no te gustaría- lo miro de pies a cabeza mientras tapo mi boca con mi mano derecha

-Debe ser otra pesadilla- digo entre lágrimas

-No lo es- se sienta en el piso frente a mí

-Me mentiste- agacha su cabeza- ¡Me mentiste!

-Yo...

-Ahora todo tiene sentido- limpio las lágrimas con mis manos- Las veces que lo defendías, cuando tus ojos cambiaban, cuando no sentías tristeza por los niños desaparecidos, cuando me dijiste que no habías probado la pizza ni la hamburguesa, las marcas en mi piel por tus mordidas y supongo que el departamento al que me llevabas era de alguna víctima- sólo asiente- Dios, ¡fui tan ciega!- cubro mi rostro con mis manos

-Déjame explicarte por qué tomé una forma humana

-No quiero saberlo

-¡Escúchame!- ordena alzando su voz, nota mi miedo y sus manos cubiertas por guantes blancos toman mi rostro, obligándome a mirarle y una electricidad recorre mi cuerpo- Al principio sólo quería atormentarte para consumir tu miedo y luego asesinarte, pero te conocí y supe que eras diferente. Ya no podía seguir con mi plan

-Aún así continuaste con las pesadillas

-Perdóname- sus ojos se tornaron azules- Me convencí de que si lo hacía te vería como una presa más- baja sus manos para tomar las mías- Lo que siento por ti es nuevo. Me gusta estar contigo y me gustas demasiado, Marie, más de lo que esperaba y puedo controlar

Me quedo en silencio asimilando todo lo que acababa de pasar.

-Di algo, por favor- me pide desesperado

-No sé que decir, no es una situación típica. Nada de esto es normal

-Lo sé, lo sé, pero puede serlo

-¿Cómo?

-En primer lugar ya no habrán más pesadillas ni mentiras

-¿Qué pasará con los niños? Si no te alimentas entonces morirás

-Me alimentaré de asesinos, violadores, pedófilos y ladrones. Claro que son más difíciles de asustar, pero lo haré por ti

-¿Lo prometes?- asiente y suspiro pensando

Ahora que lo tenía en su forma verdadera me di tiempo de mirar cada detalle. Tenía una belleza única y me gustaba. Mierda, ahora me siento rara por sentir atracción por un payaso asesino.

Debería estar furiosa con él por todo el daño causado, pero no podía aunque quisiera. Ya prometió que cambiaría y le creo.

-¿Qué tanto me miras?- pregunta

-No había tenido tiempo de mirarte bien en esta forma y me gusta- sonríe y entrelacé nuestras manos- Creo que si quiero seguir con esto. Además, me da curiosidad de saber como será estar a tu lado ahora que lo sé todop

-Entonces, hagámoslo para matar la curiosidad- dice

Me miró fijamente con sus ojos naranjas que acababan de adquirir ese tono, se acercó acabando con el poco espacio y junto nuestros cuerpos fuertemente para darme un beso intenso.

¿En qué acabo de meterme?

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