Pool party

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El día en la feria fue divertido y me alegró bastante pasar tiempo con mi familia. Últimamente no lo hacíamos mucho debido a los nuevos trabajos de mis padres que los tenían prácticamente todo el día en la oficina.

Estaba demasiado cansada por lo de ayer en la noche y lo de hoy en la mañana. Nunca me habían hecho sentir tanto placer antes y me encantaba eso. Pennywise estaba despertando una fiera en mí que no sabía que tenía.
Aunque sus mordidas y rasguños me excitan demasiado, era un problema por las marcas que dejaban que debía cubrirlas con maquillaje o usar ropa que las tapen.

—Marie— dicen en mi oído y despierto de un salto

—¡Pennywise, me asustaste!

—Disculpa

—A la próxima susurra

—Lo haré— dice agachando la cabeza como un cachorrito regañado

—Ay, ven— tiro de su brazo y lo acuesto a mi lado—¿Cómo te fue?

—Mejor de lo esperado. Resulta que los asesinos y pedófilos no son tan difíciles de asustar, pero su carne es más dura— sonreí incomoda—¿Qué tal la feria?

—Divertida, aunque no pude subir a algunos juegos mecánicos porque me duele el cuerpo

—Me declaro culpable— me besa y acomoda en su pecho

—Te quiero— digo sin pensarlo

—Te quiero también— sonreí al oír sus palabras y di un pequeño beso en su pecho, sintiendo como me acercaba más a su cuerpo y nos quedos dormidos

***
Lo primero que hice al despertar fue mover miano para sentir a Pennywise pero al no tocarlo me desperté y en efectivo, él ya no estaba en mi cama, en su lugar estaba un papel con letras rojas. Lo tomé y leí.

"Salí a resolver unos asuntos. No te preocupes que no haré daño a nadie que no se lo merezca.
Te quiero, mi niña."

No pude evitar sonreír como la colegiala enamorada que soy y sentir como las tan famosas mariposas hacían vuelo en mi estómago. Era la primera vez que me llamaba así y me encantó.

Ahora entendía mejor a que se refería cuando decía que iba a resolver asuntos. Guardé la nota en un cajón y me dirigía a la puerta de mi habitación pero fui interrumpida por mi celular.

—Hola, Ally— digo contestando su llamada

—Hola, amiga, ¿qué haces?

—Iba a desayunar y luego a terminar algunas tareas

—¿Cuáles te faltan?

—Historia y química, ¿por?

—Anthony hará una fiesta en su piscina y nos invitó

—Debo hacer esas tareas y además Anthony es amigo de Alexander y no quiero verlo

—Las tareas te las presto yo y por tu fallido casi amor no te preocupes que estaré a tu lado en cada momento— suspiré pensando en aceptar o no—Vamos, Marie

—No lo sé— pasé mi mano por mi nuca

—¡Lleva a Bill!— sugiere emocionada— Con él a tu lado, Alexander no se acercará

—Sería peor llevarlo y además está ocupado

—Entonces, vamos las dos

—Está bien— contesto luego de pensarlo

—Paso por ti en dos horas

***
Al llegar a la casa de Anthony ví que casi todo el instituto estaba aquí, lo que sería mejor ya que las probabilidades de encontrar a Alexander serían bajas.

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