Sanando lento

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La siguiente semana la pasé de lo peor. No me podía concentrar en clases. Sin Ally quien me pasaba sus apuntes, no hubiera logrado tener calificaciones aceptables.

Sonreía sólo cuando tenía alguna presentación con las porristas. Apenas comía y la mayor parte del tiempo pasaba bebiendo agua para por lo menos no desidratarme.

Había noches que sentía sus ojos en mi, pero ninguno de los dos decíamos nada. Sus ojos también me acompañan cuando iba y regresaba del instituto, asegurándose que nada malo me suceda, pero ya lo malo sucedió, ya lo perdí a él.

—¿Cómo vas?—pregunta mi madre entrando a mi habitación y dejando un vaso de agua sobre mi escritorio

—Igual—respondo sin quitar la vista de mi laptop

—No puedes seguir así. No puedes pasar tus mejores años lamentándote y echándote la culpa—la miro

—¿Cómo sabes que me hecho la culpa?

—Es lo primero que hacemos al terminar una relación y me duele verte así, Marie

—No durará por siempre—suspira

—Cuentas con nosotros—besa mi frente y se retira

Cerré la portátil y crucé mis brazos.
Comencé a pensar en las palabras de mi madre y tenía razón. Fue bonito todo lo bueno que vivimos y fue aún mejor pensar que podía hacerlo una persona normal y que estaríamos juntos siempre, pero me equivoqué y de los errores se aprende. Obviamente lo voy a extrañar y espero que él igual a mí, sin embargo, ya no puedo seguir llorando y encerrandome en mi habitación.

***
—Marie—escucho a Alex acercarse y me detengo para esperarlo— Le pregunté a Ally por qué estás triste y me dijo que terminaste con tu novio

—Sí, terminamos

—¿Que pasó?

—Problemas sin solución—suspiro y sigo caminando a la salida del instituto

—Todo tiene solución—se une a mi caminata

—Esto no, créeme

—Si tú lo dices

—¿Cómo estás tu?

—Te he estado extrañando. Cuando estabas con Bill te sentía alejada, ¿te prohibió hablarme?—asiento— Pero, ya terminaron

—¿Y?

—¿Me puedes aceptar la invitación a comer?—pone ojos de cachorrito y reí

—No lo sé, Alex. Necesito tiempo para dejar las cosas en el pasado

—La vida se te está yendo de las manos por comtinuar estancada en eso—pienso en sus palabras mientras se genera silencio

—Está bien, acepto tu salida—digo al fin y besa mi mejilla

—Mañana a las 8 p.m pasaré por ti— dice contento y se va feliz como un niño

Al llegar a casa tomé una ducha y caí dormida hasta el día siguiente.
Me di cuenta que mis sueños era el único lugar donde no pensaba en Pennywise, por lo que dormía todo el tiempo posible.

El día siguiente en el instituto transcurrió normal. Cuando volví a casa, pasé toda la tarde viendo películas con mi hermano hasta que llegó la hora de arreglarme para mi cena con Alex. Me puse un vestido corto azul marino y maquillaje simple. De repente, me dió pereza salir no quería salir, pero ya había aceptado.

—Hola, Alex—le digo cerrando la puerta tras de mí

—Luces espectacular

—¿Lo crees?

—Claro—sonríe y abre la puerta de su auto para dejarme entrar—Bueno, siempre luces espectacular

—Gracias

Llegamos a un restaurante cerca del río y nos sentamos en la mesa junto a la ventana. Mientras esperamos nuestra comida, Alex me contaba un poco más de su vida. Apenas podía concentrarme porque ver el río me recordaba aquel lindo pícnic con Pennywise.

—¿Marie?—escucho decir y lo miro despejándome de mis recuerdos— ¿Estás aquí?

—Sí, disculpa

—¿En qué pensabas?

—En nada, es sólo que estoy un poco cansada

—¿Pensabas en él?

—Sí—bajo la mirada culpable

—Entiendo como se siente terminar una relación—toma mis manos— Pero debes seguir adelante

—Es fácil decirlo

—En algún momento sólo será un lindo recuerdo y tu corazón latirá por alguien más—contuve mis lágrimas

No quería que se convierta en un recuerdo más, en algo que sólo sucedió para matar la curiosidad.
Quiero estar con él para siempre y si eso significa dejar de lado mi futuro y lo que se espera que haga, entonces lo haré porque él es mi felicidad.

—Gracias por el consejo—fue lo único que digo

Alex cambió el tema a anécdotas graciosas con el equipo de fútbol y me animé compartiendo anécdotas de mi niñez y entablamos una buena conversación de varios temas de interés. Después de todo, si terminé divirtiéndome esa noche.

—Gracias por aceptar mi invitación—dice Alex al llegar a mi casa

—La pasé muy bien

—Igual yo—se acerca y antes de que pueda moverme ya lo tenía en mis labios— Debo irme—me separo

—Descansa

—Igual tu—salgo de su auto y busco mis llaves

Al entra a mi habitación encontré un globo rojo con el dibujo de un corazón. Mi pulso se aceleró y mi mirada buscó a Pennywise, pero sin éxito. Me senté en la cama y tomé el globo para verlo mejor hasta que lo sentí atrás de mi.

—Te extraño—su voz me da un escalofrío y lo miro

—Te extraño más—le confieso dejando de lado mi orgullo. Lo beso y me siento tan bien volver a hacerlo

De un movimiento enrollé los piernas alrededor de su cintura y el apretó mi trasero.

—Marie—sentí que movían mi cuerpo— Marie—gemí— ¡Marie, despierta!—abro mis ojos y encuentro a mi madre—Baja a desayunar o llegarás tarde

—Ahora bajo—digo aún dormida y mi madre sale dejando la puerta abierta

Ahoga también sueño con él. Lo que faltaba.

***
—Hola,Marie

—Hola, Alex

—¿Y tu amiga? Me sorprende que no estés con ella

—No vendrá el resto de la semana porque pescó un resfriado

—Mándale mis saludos

—Lo haré—guardo los libros en mi mochila y salimos del salón— ¿Tienes práctica con el equipo?

—Sí, justo voy allá, ¿por?

—Yo tengo también tengo práctica con las porristas y pensé que podríamos salir juntos cuando terminemos

—¿Me estás invitando a salir?—finjo sorpresa y ríe

—No aún. Debe ser especial

Al final del día me sentí un poco mejor y me alegro bastante que esa noche no pensé mucho en él. Estaba sanando lento, pero eso es lo importante, que estoy sanando.

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