La Curiosidad

Suya y Mío

Pennywise me tomó en sus brazos para dejarme lentamente sobre la cama mientras seguía basándome.
Sabía que esto no era normal, pero a la mierda. No me importaba, me excitaba su forma real que sólo quería tenerlo para mi.

Retiró mis bragas y noté como sus ojos naranjas se tornaban rojosal verme completamente desnuda y totalmente a su disposición.

—¿Puedo pedirte un favor?— lame sus labios rojos mientras continuaba con la vista fija en mi cuerpo

—Lo que quieras

—Quiero dártelo con todo, ¿puedo?

—¿Dolerá?

—Pero te gustará

—Entonces, hazlo— sonríe  pervertidamente y quita su traje rápidamente por arte de magia, literalmente

Su cuerpo no cambió en comparación a su forma humana, a excepción de que era más pálido.
Se acomodó encima mío para morder, besar y lamer desde mi cuello hasta mi ombligo.
Después me dio vuelta de un sólo movimiento y azotó mi trasero fuertemente, sacándome un gemido de placer. Me tomó del cabello y entró en mi demasiado fuerte, pero delicioso.

Entraba y salía cada vez más duro que me costaba mantener mi trasero arriba. Sentía como se me nublaba la vista por tanto placer que mi cuerpo recibía. Lamió mi cuello y me acomodó boca arriba de otro movimiento. Me miró de pies a cabeza, pero su vista quedó estancada en mi coño, yo noté esto y abrí mis piernas de par en par para darle una mejor y más detallada vista. Mis dedos bajaron hasta mi clítoris para estimularme más y el gruño excitado al verlo.

—No sabes como me encanta verte tan mojadita, mi pequeña perra— abre su boca, enseñándome por primera vez sus grandes dientes y por inercia me asuste— Tranquila. No te haré daño

Su cabeza bajó hasta mi clítoris y sentí como sus dientes reemplazaban a mis torpes dedos, mordian delicadamente mis labios vaginales y yo gritaba de placer mientras mi espalda se arqueaba y apretaba las sabanas. Sus manos subieron hasta mis pechos para jugar con ellos, pero ví que sus uñas se convertían en garras y comenzaron a aplastar mis senos tan duro que gotas de sangre salieron de ambos.

Recogí mi sangre con mis dedos y los puse en mi boca como si fuera un labial. Pennywise vio mi acción, dió unos mordiscos tan placenteros más a mi clítoris y subió sus labios para encontrarse con los míos y lamer la sangre hasta dejar los labios limpios.

Luego del beso me penetró sin previo aviso y comenzó a moverse fuerte y rápido. Mi cuerpo se movía como si fuera de trapo por sus embestidas poderosas. El sudor cubría nuestros cuerpos y el sonido de su polla entrando y saliendo de mi muy mojado coño era tan excitante que luche por no venirme.
Su mano me tomó del cuello y no me molesto en lo absoluto, de hecho me mojé aun más.

—Ay, papi, qué rico— mis ojos se ponían blancos de tanto placer

—¿Papi? Nunca me habías llamado así— me mira extrañado y con una ligera sonrisa. Creo que le gustó

—Nunca me habías tomado por el cuello mientras lo hacíamos

—Eres una traviesa— lame mis labios—Me fascinas

—Aprietame más

Hizo caso a mi orden y sentí su mano apretando aún más mi cuello.
Estaba perdiendo la conciencia, pero solo me dejé llevar por aquel dolor que me parecía extrañamente placentero.

—Estoy apunto de llegar— dice con la respiración entre cortada y con la voz más ronca e increíblemente sensual

—Suéltame— liberó mi cuello y lo pusé abajo de mi cuerpo, haciéndolo salir de mí— Lo quiero todo— anuncio y bajo mi boca hasta su miembro

Empezó a masturbarse mientras yo besaba su punta, en lo que esperaba mi premio.

—¡Ahhh, Marie!— gritó de placer cuando salió su líquido blanco

Retiré su mano y metí miembro en mi boca para succionar todo lo que éste me brindaba.

Caí en su pecho rendida ante tanto placer y Pennywise tomó la sabana para arroparnos.

—¿Estás bien?— me pregunta cuando nuestras respiraciones se normalizaron

—Sí. Aunque no podré caminar mañana— sonríe satisfecho

—Eres solo mía– alzo mi vista para poder ver sus ojos que ahora estaban azules

—Y tú solo eres mío— nos besamos hasta quedar dormidos

Estoy muy consciente que esto no es nada normal y mucho menos natural, pero me gusta y no pienso dejarlo porque ya es demasiado tarde como para olvidar mis sentimientos hacia él.

A la mierda la razón y el sentido común. Estoy completamente enamora de Pennywise, el payaso bailarín y asesino.