DULCE DECISIÓN ✔️

~6~

                        Canción: Yann Tiersen
                                      - Porz Goret.

La tranquilidad que soplaba ese espacio lo mantenía confundido , habia muchos murmuros y aunque eso molestaba a las personas normales.

El no escuchar la voz de ese hombre le brindaba paz o quiza solo frustración, no podía oír su voz cada vez que queria hacerlo.

No sabia o no lo lograba asimilar, escuchaba a muchos y a la vez a ninguno.

No identificaba la nocion de el tiempo, no entendía nada y no sentía nada.

Escuchaba los sollozos de Steve,  pero no lo podía ver, sentia como aquel hombre rudo y peligroso desaparecía cuando estaba a su lado, oía su respirar, pero no lograba despertar.

Pensaba que estaba soñando o quiza solo era una pesadilla más, pero las pesadillas no se sienten tan reales.

Eso lo lastimaba, habia escuchado a un doctor decir que estaba un mes en terapia intensiva, pero no queria creerlo, no había escuchado hasta ahora a su niña, ni a sus amigos.

¿Acaso lo habían abandonado?

Y luego escuchó como Steve confesaba a el aire que no dejaría que nadie se le acercase a SU Danno.

— ¿Danny? — Escucho a lo lejos a la mujer, al parecer ella no esperaba esa visita o quiza nisiquiera lo sabía.

Los ojos de el rubio fijaron un punto en específico, el rostro, el rostro de aquella mujer que alguna vez amó y a la que por mucho tiempo agradeció haberle hecho el hombre más feliz al darle a su monito.

— ¿Rachel? — ella no lo podía creer,  él no lo podía creer,  ambos no lo podían creer.

La mujer corria descalzas hasta donde se encontraba el rubio,  y él la esperaba con los brazos abiertos.

— ¡Oh!  ¡¡No puede ser!! — susurro la mujer cuando salto a los brazos de su ex esposo. —  Estas aqui — lo último lo susurraba aferrándose a el pecho de el rubio. — Estas aqui — volvió a repetir.

En ese momento fue conciente de lo que estaba pasando y aunque no lo quisiese aceptar, su tiempo se estaba acabando.

— Así es —  Musito aferrándose un poco más a el cuerpo de la mujer — Estoy aquí —  ambos cayeron a el suelo o lo que fuera la base de aquel lugar.

No era azul como el cielo,  y tampoco era un hermoso bosque como mostraban los religiosos el paraíso o donde sea que fueran los muertos.

Era un espacio vacío pero tenía el aura más acojedor.

Escuchó de nuevo el respirar de alguien mas, escucho de muevo los movimientos de alguien mas, escucho de  nuevo la voz de alguien mas.

— Volvere mañana — Escucho de nuevo la voz de Steve — Te lo prometo Danno.

Por alguna razón,  sintio su cabello despeinarse.

Y por alguna otra razón,  escucho el abrir y cerrar de la puerta.