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1 - Cada quien con sus trastornos

Que puedo hacer? No hay venganza que cure esta incontenible sed de sangre...

Lilith

El transcurso hacia casa fue lo más tranquilo, mientras miro la ventana la repetida vista me llega a aburrir y decido ponerme los auriculares al ritmo de una canción aleatoria.

Al llegar a la enorme mansión, el chófer abre y salgo directo a la puerta donde se encuentra una sirvienta.

— Bienvenida a casa Señorita Bianco —

Yo asiento y sin mas entro a la casa, la cual se encuentra vacía a excepción del hombre trajeado con mirada entre sería y miedosa.

- Hola padre - digo con una sonrisa.

- No deberías estar aquí Lilith - dice confundido.

- Ah no? pero mañana inician las clases y también mi último curso así que aunque me haya gustado el manicomio y su gente debo regresar a donde debo estar - digo mientras ladeo la cabeza y miro a mi alrededor.

- Te mande, porque debes tratar tu enfermedad - dice.

- Papa, mi esquizofrenia no es una enfermedad si no un trastorno, el cual trato con medicamentos así que no te vas a librar de mi tan fácilmente, ya deberías saberlo. - sonrió

El suspira cansado - debo irme por dos días por el trabajo, quiero que te comportes y no hagas fiestas.

- No prometo nada señor embajador - digo mientras empiezo a subir los primeros escalones.

El dice algo entre dientes lo cual no puedo oír y decide irse no sin antes que yo hable.

- Cuídate, con cada cosa que sucede en la ciudad uno nunca sabe si saldrá vivo. -

El me mira y palidece al instante, sale rápidamente y lo único que puedo oír es el sonido de su auto desapareciendo.

Subo a mi habitación y acomodar todo lo de mi maleta y decido ponerme solo una camisa blanca sin nada abajo, miro mi mesa de noche y veo la foto con mis amigos en el campamento y sonrió con malicia.

- " Ha llegado por quien lloraban bebes " - escribo en el grupo de WhatsApp que tenemos.

- Eres Lilith o algún lunático que le ha robado el teléfono a nuestra amiga? - contesta Emmett

- Lunático? Es en serio Emmett, no te estas mordiendo la lengua jaja - contesta ahora Lana.

- Como es que estas mandando mensajes en tu nuevo hogar? apoco hay wifi? - dice Chanel.

- No estúpidas! Ya regrese a casa.. - contestó por fin.

- Que alegría me da que estés ya aquí :') - dice Sinaí.

- Lo sé, ya quiero verlos mañana y me cuenten que hicieron en este verano - digo para finalizar.

Cuando estoy apuntó de dejar mi celular un mensaje llega.

Michaell

- Hola hermosa, me acaba de decir Chanel que acabas de llegar, quiero verte -

- Vienes por mi mañana? - contestó sin esperar respuesta y dejó mi celular en su lugar, decido ver algo en la televisión todo el día, me quedo en cama, solo en ocasiones iba por algo de comer, hasta que me quede dormida.

A la mañana siguiente, me alistó con el uniforme del colegio el cual consiste en un blusa blanca, saco negro y falda roja la cual llega un poco más arriba de las rodilla, y unos hermosos tacones Chanel rojos.

Mentes Psicópatas © |TERMINADA| en ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora