IX

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-¿Chicos?- Sunghoon tocó la puerta arruinando el momento de aquellos dos, rápidamente se separaron.

-Ya vamos, ustedes estén bajando a la recepción, no tardaremos- Sunoo aún estaba sin zapatos.

-Bien, si no bajan de 10 minutos vendré a llevarlos sin importar que estén listos o no, así que mejor se apuran- y los pasos se alejaron.

Sunoo suspiró volviendo a sentarse en aquella cama, sus zapatos ya estaban elegidos, así que se los puso rápidamente empezando a amarrarlos.

-Déjame hacerlo- Niki se arrodilló en una pierna justo en su enfrente colocando el piececito de Sunoo en su rodilla para así poder amarrar sus agujetas.

Sunoo se sintió algo raro, de la noche a la mañana Niki es mas atento y servicial.

-Puedo hacerlo solo- intentó rechazar la oferta de Niki para amarrarle las agujetas, pero este se negó.

-Nop, obviamente puedes, tú lo haces todo bien, pero yo quiero hacerlo por ti- y siguió con el siguiente zapato hasta que por fin estuviera listo.

Sunoo no habló, si que sentía sus mejillas calientes, pero intentaba ocultar la clara sonrisa que se formaba en su rostro.

-Listo.- se paró sonriente, ¿el rostro sonrojado de Sunoo siempre fue tan hermoso? quería llenarlo de besitos para que así ese tinte no se vaya de su piel.

-Gracias- se paró arreglando su cabello mientras miraba el suelo, sentía vergüenza si miraba los ojos de Niki.

-Lo haría todo por ti.

¿Desde cuándo piensas así? ¿Desde que quise alejarme?...¿Lo que dices es real?

Sunoo estaba confundido, no creía todas las palabras que Niki decía, sentía que era alguna clase de truco y es que Niki nunca le había hablado así de atento y cariñoso.

-Bajemos de una vez- tomó su bolso para bajar a donde los esperaba el mánager.

-Primero dame un beso- se colocó en frente de la puerta impidiéndole salir de la habitación.

-Niki... no puedo hacer eso- y es que le daba vergüenza. 

-Está bien, puedo hacerlo yo- tomó su cintura entre sus manos cambiando posiciones colocando a Sunoo contra la puerta de la habitación, hizo chocar frente con frente mirando aquellos orbes cafés que tanto le habían encantado desde el primer día.

-Niki, tenemos que bajar...- estaba algo feliz, pero seguía enojado con él, colocó sus manos en los hombros de Niki para así poder alejarlo de su rostro, su rostro estaba ardiendo, sus mejillas mas que todo.

-Aún tenemos 7 minutos-se acercó nuevamente en contra de la débil fuerza en los brazos de Sunoo, se acercó a su rostro y antes de besar sus labios observó los ojos cerrados de Sunoo esperando sus acciones, sonrió antes de hacer chocar sus labios.

Los labios de Sunoo estaban mas suaves de lo usual, estaban humectados y con un delicioso sabor a durazno, como siempre, era dulce.

Empezó a mover sus labios en una lenta parsimonia que hipnotizó a Sunoo, haciéndolo soltar si agarre en la chaqueta de Niki, lentamente empezó a corresponder aquel beso llevando sus manos a la nuca de Niki, quería que ese beso nunca terminase, pero no podía decírselo, le daba vergüenza hacerlo.

Poco tiempo pasó hasta que  se separaron, ambos con la respiración entrecortada y corazones acelerados, Sunoo estaba con las mejillas rojas.

-¿Vamos?- Niki fue el que se separó para bajar con los demás, pero Sunoo se lo impidió jalando del cuello de su chaqueta para abrazar su cuello y volver a besarlo dejando todo su orgullo en ese beso.

Niki sonrió satisfecho, su plan era darle un beso muy delicado para que Sunoo se desespere y tome la iniciativa, su plan funcionó como siempre.

Volvió a sostener la cintura de su mayor y lo pegó aún más a él, el beso era un poco mas hambriento y tímido de parte de Sunoo.

-A-ahora si vamos- se separó con las mejillas rojas y una sonrisa muy tenue y escapó de aquella habitación.

-Vamos- tocó sus labios, era feliz cuando estaba con Sunoo, era malditamente feliz y quería golpearse en la cabeza por no haberse dado cuenta hasta ahora que ese lindo chico pelinegro con lechosa piel era su alma gemela.

Estaban saliendo de la habitación hasta los ascensores, Niki se atrevió a tomar la mano de Sunoo durante todo lo que restaba hasta llegar al primer piso donde los esperaban los demás, tenían dos minutos según la cuenta regresiva de Sunghoon así que todo estaba bien, llegarían a tiempo.

-Quiero decirles a los demás- Niki habló de la nada antes de entrar al elevador.

-¿Q-qué?- Sunoo estaba algo asombrado por las repentinas palabras de Niki, había aceptado que Niki tomara su mano, de todos modos lo hacían muy a menudo aún antes de que empezaran los besos.

-Si, quiero que sepan que eres mio de mi, que nadie puede tocar ni un solo pelo de tu cuerpecito- reforzó el agarre en su mano.

-¿No tienes miedo a decirles?- antes Niki le decía que si en algún momento llegaba a tener pareja sería muy difícil de anunciar a los demás miembros y familia.

-¿Por qué lo tendría? tú estas a mi lado, no le tendré miedo a nada si te quedas a mi lado, seré fuerte por ambos cuando tu estés cansado, te levantaré todas las mañanas y si mi familia por alguna razón no te acepta entonces ¿Qué importa? es mi felicidad y vida, no la de ellos, soy feliz estando a tu lado.

Esas palabras flecharon una vez más a Sunoo, no sabía que Niki podía decir cosas tan bonitas, ocultó su sonrojado rostro mirando para otro lado, tan solo faltaban cuatro pisos para llegar al primero.

-Desde que descubrí que te amo no pienso dejarte ir y haré todo lo necesario para que piense lo mismo- besó su mano que aún estaba entrelazada con la suya.

-Si... yo... también- quería completar la frase, pero su timidez se lo impedía, agitó su cabeza y se decidió a hacerlo -También te amo.- sus ojos conectaron nuevamente, miles de fuegos artificiales explotaban en ambos corazones al momento de cruzar miradas.

No sé si lo que dices es real o no, pero aunque esto sea una mentira, estaré feliz de vivirla.








Cami~

PERDEDOR- SunKi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora