PERDEDOR- SunKi♡

XXVI

-Mi lindo novio- Niki abrazaba a su mayor aún acostados en aquella cama, besaba su cabellera mientras rodeaba su cuerpo con sus brazos. 

-Hay que levantarnos, los chicos deben de estar preocupados por--

Su estómago gruñó provocando el sonrojo en sus mejillas.

-Primero desayunemos- estaba por levantarse para pedir algún desayuno, pero Sunoo habló.

-Pide solamente para ti, yo no tengo hambre.

-No, tu estómago acaba d--

-Niki, en verdad no tengo hambre- la ansiedad que había sentido esos días le había impedido comer y dormir, lo único que había ingresado a su sistema esos días, fueron bebidas energéticas y leche.

-Sunoo...- sabía lo que estaba pasando, ya había ocurrido una vez la primera semana después de formar el grupo, si no comía por su cuenta, no había otra opción que obligarle, era por su bien.

Pidió comida para ambos a pesar de los pedidos de Sunoo para no hacerlo.

-Niki, no lo voy a comer, no tenías que pedirlo.

-Amor, mírame- sus miradas volvieron a unirse -Cualquier cosa que yo haga, es por ti y por tu bien, no sé desde cuándo no comes y eso me preocupa... así que, por favor, come.

-¿Porqué tienes que ser tan perfecto?- lo jaló del brazo devolviéndolo a la cama para darle un beso.

La comida llegó al rededor de 10 minutos después, desayunaron amenamente, Sunoo no terminó todo, pues en esos días que no había comido, su estómago se había achicado.

-Vayamos a casa- ya estaban listos, Niki sostenía su mano mientras cerraban la puerta de su cuarto de hotel -VAYAMOS A PRESUMIRLES QUE ERES MI NOVIOOOO.

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-¿Jungwon Hyung?- Niki se esperaba un gran regaño al llegar así que entró cautelosamente, pero para la sorpresa de ambos, no había nadie en casa.

-Mira, ahí hay una nota- Sunoo señaló el refrigerador y efectivamente, había un post-it.

"Niki, fuimos a la empresa, nos llamaron esta mañana, si estás en casa haz el almuerzo, o pídelo, lo que sea que no incendie la casa"

-Vamos, te voy a ayudar a cocina- se sacó el barbijo y la ropa por algo más cómodo, un buzo negro con una sudadera celeste holgada.

-Bien~- se colocó un sweater negro con cuello alto y un buzo del mismo color.

Empezaron a cocinar, Sunoo haría la carne y Niki los fideos, no era difícil, pero como no compraron carne picada esos días, Sunoo tendría que hacerlo.

-Ouch!- se quejó viendo un corte de aproximadamente 2 centímetros de largo en su dedo.

-Lávate con jabón, espera que traigo una curita- se exaltó aún más que Sunoo y corrió hasta el botiquín para sacar agua oxigenada y una curita -ya vine- con cuidado desinfectó su herida y de igual forma la cubrió con una curita de ositos.

-Eres un exagerado.

-Podía infectatse- se sintió tranquilo cuando ya todo estaba en orden.

Terminaron de hacer el almuerzo y los chicos aún no habían llegado, así que sólo faltaba esperar.

-¿Y ahora?

-No sé, ¿Nos besamos?- Niki tomó la cintura contraria con una sonrisa.

-Que buenas ideas tienes- se sorprendió un poco por el comentario, pero ¿Quién no quisiera besarlo?