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Las clases ya habían comenzado. Me sentía... como describirlo, estúpidamente feliz. Al fin sabia de Sasuke...bueno, más o menos. Nunca nos dábamos detalles del como estábamos o que hacíamos, al menos yo me conformaba con que me quería y me extrañaba, además yo no puedo ser de las típicas locas que siempre quieren saber qué hace su novio a cada cinco minutos de su vida, ni va conmigo y se me hace desgastante, además eso se torna fastidioso. Cada que recibía un mensaje del él me la pasaba horas viéndolo como una tonta, a pesar de que ya se lo había respondido. Lo que si no tenía valor para hacer era llamarle, porque si escuchaba su voz me quebraría y sentiría desesperación por no estar a su lado. Pero ese día había sido diferente.

Era medio día, teníamos un receso grande entre clases, mis amigos y yo habíamos decidido ir a comer cerca dela universidad, mi móvil sonó con un rock ligeramente pesado y con sólo escucharlo me emocionaba como niña en dulcería. 

"Aquí todos hablan de ti y sinceramente ya no sé qué hacer... en todos lados estás presente, eres una maldita molestia, una de la que no me puedo deshacer... te extraño."

Lo leí varias veces, tantas que me lo aprendí de memoria. No lo pensé dos veces, me aleje por un momento de mis amigos pidiéndoles que ordenaran por mí lo que fuera y le marqué. Aa era mucho, inclusive para él.

–Diga – se escuchaba mucho ruido en el fondo.

– ¡Sasuke! – Controlaba la emoción de escucharlo de nuevo

  – Sasuke, ¿Cómo estás?

–Sakura eres tú... bien... yo... ¿y tú?

–Bien...

El silencio invadió la conversación... realmente éramos patéticos, otros estarían contando hasta como la mosca vuela, pero nosotros, nuestro caso era "especial" por no decir que éramos unos tontos.

–Sasuke yo...

–Tengo que colgar – dijo de repente – el seminario... ya va comenzar.

–Ah... ah sí, los siento, espero hablemos pronto... cuídate – colgué.

¡Que patético! ¡Me siento frustrada!

Joder, años sin saber de él y ¿así termina esa estúpida conversación? Si esto seguía así iba a terminar por hartarse de mí. Y así las palabras de Sasori inundaron mi mente...

"Está bien lo que sientes... siento si lo que diga después te suena duro, pero Sakura, si él no pone de su parte deja de llorar por él, si realmente valiera la pena te llamaría, rogaría por ti o qué sé yo."

¿Pero a quién engaño? Sasuke, él jamás haría tal cosa, porque si bien ya había rogado a alguien no le había ido muy bien logrando así que se convirtiera en el arrogante antipático que es hoy. 

¡Maldigo a su ex novia!

El tiempo siguió pasando, trataba de mandarle mensajes, siempre dándole ánimos y diciéndole que lo quería. Había veces que me los contestaba casi después de veinte minutos y otros de plano me dormía y nunca recibía respuesta, pero cuando él me respondía siempre me dejaba con la esperanza de que aún se sentía igual que yo.

"¡Hola Sakura! ¿Cómo estás? Espero que muy bien, ¿Cómo ésta el clima por allá? Aquí hace mucho calor, seguro que en Saitama está de lo más lindo. Sabes, las extraño mucho, ya no sé qué hacer, Naruto siempre está conmigo pero no es lo mismo, hay cosas que sólo las chicas deberíamos contarnos. Me gustaría poder verlas de nuevo, las echo mucho de menos... pero tal vez eso se haga realidad. Aún no quiero adelantarme a nada pero habrá un concurso de varias universidades, nuestro grupo intentará participar, al parecer también la convocatoria salió también para tu universidad... espero que nos vaya bien para poder vernos."

El diario de mi corazón II: Saitama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora