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Al día siguiente, recibí constantes visitas de mis padres, ellos me dieron tremenda reprimenda, aunque después daban gracias de que estaba bien. También vinieron amigos de los sets, así como mis superiores, Kiba, Chouji, Lee, también me visitaron; Hinata, Naruto, también habían venido Shikamaru y Temari, todos ellos de igual forma regañándome; aunque me lo merecía por idiota, pensé que estaría bien, que no pasaría nada pero nunca hay que descuidarse.

Al menos ahora debía de cuidarme más... ahora sólo tenía un tema en mente y ese era el de Sasuke. Ino no tenía noticias de nada, mucho menos Naruto, me dijo que se había comunicado con Itachi pero él menos sabía algo, pues llevaba horas tratándose de comunicarse con él pero nada. Sasori era otro desaparecido, por lo que me logró decir Deidara, es que había viajado a Korea de urgencia ya que recibió una llamada de un director que quería patrocinar una de sus obras.

Ahora si estaba más que jodida, todo comenzaba a juntarse y me deprimía más y todo eso aumentó cuando me dijeron que al menos debía de quedarme una semana como mínimo en el hospital. Maldición, si al menos hubiera quedado en el mismo hospital en el que iba trabajar Sasuke. Pero lo más lógico es que si se enteraba que estaba allí se iría a otro lado.

¿Por qué no todo puede ser perfecto? ¿Por qué siempre hay algo que sale mal?

Pero claro cariño, como no si es toda mi culpa, por ocultar cosas que no debí ocultar, para que no se preocupara por cosas que según yo no importaban, ahora me siento en la banca de acusados por infidelidad y por un bebé que ni si quiera existe.

Ah, porque ese era otro punto, la prensa aún seguía sin querer saber más, todo quedó zanjado desde el día que se publicó que yo esperaba un hijo de Sasori. Llamé como una desesperada a los periódicos y las revistas pero no hacían caso, sólo mencionaba mi nombre y recibí felicitaciones ficticias. Hice que Hinata me ayudara a redactar cartas para mandarlas a los medios, pero así como llegaron jamás hubo respuesta o un lo siento.

Me sentía tan sola ... sólo mis amigos sabían la verdad, ellos trataban de desmentir lo que pasaba cuando los llegaban a entrevistar, pero todo se les hacia risa y falacias, el único que ahora podía ayudarme era un imbécil que estaba en Korea.

–Señorita Sakura, ¿Cómo estás? – la puerta se abrió de repente y dejó ver a mi amigo pelirrojo... después de 4 días.

– ¡¿Te parezco que estoy bien?! – respondí enojada.

–Oye, qué te pasa, tú te lo buscaste.

–Imbécil – reclamé – ¿en qué mundo vives? ¿Sabes al menos todo el escándalo que se ha hecho?

– ¿De qué hablas? Bueno no es normal, una novata que se desmaya por no comer bien – se encogió de hombros mientras disimulaba su risa.

– ¡Idiota! – Traté de levantarme pero el vértigo y el mareo aún no desaparecían y me obligaron a recostarme –¡todo mundo está diciendo que espero un hijo tuyo! ¿Sabes que problemas me ha traído eso? Sasuke me odia, se tragó todo eso.

–Pues que idiota – soltó de lo más normal mientras se sentaba y se cruzaba de brazos – no puede ser que después de todo no te crea, sí que es idiota.

– ¿Y lo dices tan normal? – Comencé a llorar – esperaba mucho ese día, el día en que al fin estaría aquí después de tanto tiempo, no sabes que mal se siente su rechazo – empecé a gimotear – ¿Qué no entiendes que él es importante para mí?.

–No tengo la culpa de que se enoje sin primero investigar.

–Sé que tengo la culpa de ocultarle cosas, mi pésima alimentación, nuestra amistad, pero esto no tenía que acabar así. –Sasori suspiró.

El diario de mi corazón II: Saitama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora