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Aquí estábamos, el auditorio era inmenso, había más gente de la que creía, había muchos catedráticos y varias personalidades muy famosas del arte y la actuación, así como de música, fotografía y qué decir de los directores de teatro y cine. Me quedé maravillada ante tanta gente importante tanto así que babeaba y hubiera sido capaz de pedir autógrafos como una loca fan, pero debía contenerme.

¡Querida, ya habrá tiempo para eso!

Todos íbamospresentables, no de gala pero si formales.

– ¡Hey Sakura–chan, Ino!

Se escuchaba tanto bullicio así que tuve que girar a todos lados para ver de donde provenían aquellos gritos, hasta que vi que Naruto hacía señas extrañas marcando su procedencia.

– ¡Naruto! ¡Hinata!

Los saludé eufórica, Naruto y Hinata fueron corriendo hacia nosotros. Me daba tanto gusto verlos de nuevo que no contuve mi alegría al abrazarlos fuertemente. Presenté a mis amigos ante nuestro equipo, y enseguida se hicieron las rivalidades... Neji contra Naruto – tal vez porque se enteró de la boda después de la celebración o más que eso, Neji se enteró con qué clase de mmm "persona" se casó – Naruto contra Kiba... si era inevitable tanto grito... y estuvo a punto de estallar la tercera guerra mundial cuando Naruto se le ocurrió casi decir la palabra prohibida para Chouji... gordo. Por cierto Ino y Sai habían desaparecido. Qué raro.

Alguien me tapó los ojos y enseguida quise saber quién era, moví mis manos hacia atrás tratando de que al menos pudiera saber de quién se trataba, pero esa persona hacia todo lo imposible por mantener su identidad resguardada... hasta que se le escaparon las risas.

– ¡Sasori! – y me soltó.

– ¡Hasta que nos vemos!

Si bien era cierto, al pobre no lo había visto desde hace mucho tiempo, creo que antes de ir a Okinawa, pero fue porque él estuvo con sus padres en Italia, los cuales parecía que se quedarían ahí para retirarse. Aquel me dio un beso en la mejilla y un abrazo, pese a lo que hubiera pasado antes, aún tenía mis barrera invisible ante él pero de igual forma lo quería cómo el hermano que nunca tuve. Pero... pero Naruto vio todo y mandó miradas recelosas ante mi recién acompañante.

–Ah, Sasori, te presento a Naruto – lo señalé y ellos se estrecharon la mano, por la mirada de Sasori, él estaba más que tranquilo, por Naruto era como a punto de macharlo a golpes – y ella es Hinata – ella en cambio sólo sonrió y estrechó su mano con gentiliza – ellos son amigos que hice en Okinawa.

– ¿En serio? – preguntó Sasori, viendo a Naruto. Así o mas fingido.

–Claro – dijo Naruto casi escupiendo las palabras – por cierto, Sakura–chan, hablé con el teme.

– ¿Qué te dijo? – salté desesperada ante él para más información.

–Dijo que te llamaría o al menos daría señales de vida – dijo muy feliz, esperando ver una reacción de parte de Sasori – el idiota te extraña mucho – dijo entre risitas – lo poco que llego a conversar con él siempre me habla de ti.

Eso fue una bomba, yo me puse colorada y Sasori entrecerró los ojos algo molesto, pero a mí no me importó, esta era mi gran noche y por supuesto mi gran día.

Al poco tiempo recibí una llamada de Sasuke, algo breve, además se escuchaba mucho ruido de su parte, me dijo que se había escondido para llamarme, realmente me lo imaginaba y daba gracia, me deseaba mucha suerte y en cuanto pudiera me llamaría de nuevo para ver que había pasado.

El diario de mi corazón II: Saitama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora