Capítulo 11

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Las puertas se terminaron de abrir y yo avance hasta quedar en medio de un balcón con escaleras por ambos lados. La música se detiene y todas las personas voltearon a verme, pude ver que algunas personas que empezaron hablar mientras me señalaban.

Muy discretos ellos.

Respiré profundo y empecé a bajar la escalera que tengo a mi lado derecho, agarre con mis manos la falda del vestido alzándola un poco para no pisarla mientras bajaba las escaleras.

No te caigas, no te caigas, no te caigas, no te caigas, no te caigas, no te caigas, no te caigas, no lo hagas...

Me repetía mentalmente una y otra vez. Pero dentro de mi cabeza era todo un lío y se formaban mil formas de largarme de poder largarme de aquí, pero cada una de esas ideas conllevan a que tenga muchos sermones que aguantar en un futuro. Mientras que en mi rostro tenía pintada una sonrisa. Como si nada pasara y estuviera entusiasmada de estar en todo este teatro donde engañan a las personas.

Al final de la escalera están dos guardias, cuando estuve cerca de ellos los dos hicieron una reverencia. Después de unos segundos dejaron de hacer la reverencia, lo cual agradecí porque me estaba empezando a poner incomoda.

Empecé a caminar sintiendo todas las miradas sobre mí, di una sonrisa mostrando mis dientes y sin que se viera forzada como me hicieron practicar las chicas, fue demasiado divertido ver sus caras de frustración cuando casi no sonreía o sonreía muy exagerado.

-Esa sonrisa es igual de falsa que la amistad de las otras participantes- dijo Dakota haciendo una muñeca de asco, algo que aprendí de Dakota es que no se calla nada- Así que no la vuelvas hacer.

Cambié la sonrisa y di una más exagerada para ver sus rostros, necesito divertirme con algo y que mejor reírme por sus caras frustradas.

- Cariño, con esa sonrisa y el maquillaje que no está terminado pareces un payaso, pero mal hecho- dijo Desa riéndose.

- Y le hace falta el carisma que tienen algunos, así que en vez de un payaso gracioso pareces un payaso endemoniado-dijo Kaia mientras me obligaba a quitar la sonrisa para seguir con el maquillaje.

Todas reímos y seguimos haciendo comparaciones estúpidas con personajes de películas y con las chicas por sus actitudes exageradas para llamar la atención.

Eso es lo único bueno que me trajo este concurso, pude encontrar amigas verdaderas, junto a las princesas. Todas han sido las primeras amigas que hago en todo lo que llevo de vida.

Un señor de traje costoso junto a una señora, ambos se detuvieron frente a mí con una sonrisa forzada en sus rostros.

-Un gusto en conocerla señorita Montrose- el señor tomo mi mano y beso el dorso de esta, él levanto la cabeza y soltó mi mano, con disimulo limpie el dorso de mi mano en el vestido. El señor es rubio, ojos claro, me dobla o triplica mi edad, a su lado una señora castaña, ojos oscuros, con vestido rosado pastel- yo soy Maximiliano Hank y ella mi esposa Mary.

Ya sé quiénes son, los dos provienen de familias de duques y duquesas, a simple vista se ven una pareja tierna y dulce de señores mayores. Pero son todo lo contrario, trabajé un mes para ellos siendo una sirvienta y me harté son tan arrogantes y frívolos, y sus dos hijos son iguales. De tal palo tal astilla, en definitiva, queda con ellos

Al parecer no se acuerdan de mi... Eso es bueno.

- Un gusto en conocerlos.

Después de un tiempo pude salir de esa conversación y cuando pensé en que me había liberado se empezaron acercar más personas para hablar conmigo o mejor dicho sacarme información de la competencia, solo sonreía y decir "si" o "no" y otras cortas palabras, claro sin responder sus preguntas malintencionadas.

Seleccionada para la corona (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora