Capítulo 33

314 23 52
                                    

-Vamos tienes que levantarte- escucho a alguien hablar, pero por el sueño no identifico quien es la persona que habla.

¿Por qué siempre interrumpen mi preciado sueño? di media vuelta y me tapé la cabeza con una almohada.

Quedarme hasta tarde viendo películas me está cobrando factura.

La persona que está intentando que me levante arrebato la almohada que cubría mi cabeza, intente volver a tapar mi cara con otra almohada, pero me la volvieron a quitar.

Me harté.

Abrí los ojos y me encontré un rostro muy cerca del mío, con unos hermosos ojos azules mirándome. Al ver quién es la persona que está muy cerca de mí, solo pude sonreír.

-Hola, amor- Thiago sonrió por eso- y adiós-dije y me tapé con la cobija hasta la cabeza.

-No te puedo dejar dormir más- sentí sus manos en mi cintura por encima de la cama cobija y empezó hacerme cosquillas.

Empecé a moverme para que me dejara tranquila, pero era imposible él seguía haciéndome cosquillas. Me quite la cobija de la cabeza.

-Pensé que me amabas- dejó sus manos en mi cadera. Siento mi cara caliente.

-Claro que te amo- su mano izquierda subió hasta mi rostro y empezó acariciar mi mejilla- estás toda sonrojada, te ves tierna

-Si me amaras me dejarías dormir y estoy toda sonrojada por tu culpa.

Me dio una sonrisa pícara y empezó a subir y bajar sus cejas.

-Ya sé que te hago sonrojar y lo mejor es que solo yo tengo ese poder sobre ti.

-¿Cómo puedes vivir con tanto ego en tu ser?- pregunté y él se encogió de hombros.

Beso mi frente- Tú fuiste la que decidió quedarse hasta tarde despierta, eso ya no es mi culpa-lo mire mal- aunque si te hubieras quedado conmigo hasta tarde, puede que no te hubiera levantado y estuvieras dormida abrazándome.

-Las películas estaban más interesantes que estar contigo- abrió la boca ofendido

Levanté un poco mi cabeza para mirar la hora en el reloj que está en la mesa de noche al lado de la cama.

Este idiota me las va a pagar

-Maldito imbécil, estás muy mal de la cabeza para levantarme a las seis de la mañana- tomé una almohada y le pegué con ella varias veces en su cabeza.

-¿Puedes dejar de pegarme?- pregunto mientras cubría su rostro con sus brazos.

-Déjame pensarlo- dejé de golpearlo por un momento para simular pensar- ya la pensé y mi decisión es no.

Seguí pegándole con la almohada tanto como pude, ya que en un movimiento Thiago me quito la almohada de las manos y la lanzo a algún lado de la habitación. Y de un momento a otro me encuentro sentada en su regazo con una de sus manos en mi trasero y la otra sosteniendo mis manos para que no le pegue.

Acercó su boca a la mía y empezó a dejar pequeños besos en ella, a veces besaba un poco mi mejilla, pero volvía a mi boca, en uno de sus besos con sus dientes tomo mi labio inferior y profundizó el besó, soltó mis manos y las llevé a su nuca y empecé acariciar su cabello. Sus manos acarician desde mi cintura hasta mi trasero mientras me besa, nos fuimos separando y deje un pequeño beso en sus labios.

-Es la única forma que consigo que dejes de pegarme y de hablar- recosté ni cabeza en su hombro.

-Cállate.

-Eres toda una dulzura- el sarcasmo se hacía notar, separe mi cabeza de su hombro para mirarlo.

-Ya lo sé- me miró levantando una ceja- no me mires así, paso mucho tiempo y tu ego se me pega a veces.

Seleccionada para la corona (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora