Capítulo 16

223 26 22
                                    

Creo que ya me empecé arrepentir... tal vez no.

¡Mierda!

Ni en mis pensamientos me pongo de acuerdo.

Después del beso y los que siguieron a ese, Thiago me abrazo y nos quedamos hablando un buen rato, sobre nuestra infancia, color favorito y esas cosas o cualquier estupidez que nos cruzará por la cabeza. Los dos reíamos y estábamos bien, sin tener que fingir nada entre nosotros.

-Estás preciosa- dijo Desa mientras me ayudaba a subir el cierre del vestido dorado que ella escogió, hoy es la sesión de fotos para las revistas y que las personas saquen sus teorías de quién terminará casada con el príncipe. Yo solo sonreí, desde esta mañana siento que si hablo voy a tartamudear o decir alguna idiotez.

Mis pensamientos andan revueltos, al igual que las estúpidas mariposas en mi estómago.

- Tortolitos dejen de besarse y apúrense que la pelirroja no puede llegar tarde- dijo separando a Kaia y a Trevor.

La sorpresa que nos llevamos al enterarnos de su romance, aunque hacen una linda pareja.

-Vamos antes de que Desa me asesine- dijo Trevor, le dio un último beso a su novia y salimos del cuarto escuchando las burlas de Desa hacia Kaia.

-¿Podemos decir que me enferme?- dije siguiendo sus pasos, no quiero ir porque no sé qué voy hacer cuando vea a Thiago, nunca en lo que llevo de vida estuve en una situación parecida a la que viví con él. Y lo otro tampoco quiero lo de las fotos.

-No, tienes que asistir quieras o no- bufé por su respuesta.

Después de dar vueltas y vueltas salimos al jardín, todo está repleto de personas con cámaras, luces, hay sillas y muchas personas de un lado al otro. Mi mirada la dirijo a otro lado y la escena que veo hace que mi estómago se revuelva causando una desagradable sensación.

Thiago está rodeado de las chicas más una que otra de las que vinieron para lo de las sesiones de fotos, en total como siete chicas intentando besarlo, abrazarlo y no sé qué más, lo peor de todo él no hace nada para quitarse, solo pone una mueca en su rostro y ya. Maldito mujeriego, al parecer es en lo único que no mintieron en las revistas. Pero yo no soy quien para reclamar cuando solo nos dimos uno simples besos que no se sí que significo o si solo fui un reto porque no ando detrás de él a cada rato. Aunque será otra cosa que pasara a mis recuerdos y listo.

Sabía que no tenía que confiar, lo que pasó con mamá me tuvo que servir de algo y es a no dejarme engañar y mil veces agradezco que no conté nada personal, solo cosas muy superficiales y algo insignificantes; voy alejarme y dejar que escoja a una de esas interesadas como su esposa y solo me voy a concentrar en resolver el caso de Mina, después de eso me voy a volver con mi familia y fingir que no existe.

No estoy para que juegue con mi corazón, tengo cosas más importantes que estar con un corazón roto por un príncipe idiota.

- Venga conmigo señorita, le voy a decir que es lo que tiene que hacer- hablo una señora llegando a mi lado, su voz se me hacía conocida, intente ver su cara paro no pude, ya que miraba hacia el piso. Miré a Trevor y él asintió la señora empezó a caminar y yo la seguí. Nos llevó a un sitio apartado de todos y la señora levantó su cabeza, suelto un jadeo sorprendida al ver quién era.

-Abuela- susurré abrazándola.

-Mi pequeña tormenta- se separó del abrazo y acarició mi mejilla- estás hermosa.

-¿Qué haces aquí? ¿Le pasó algo al abuelo o a mis hermanos? - mi voz salió un poco temblorosa, no me lo perdonaría si algo les pasará.

-No, nada malo paso- suspiro y miro para otro lado- yo solo quería hablar contigo, te vas a enterar de muchas cosas estando aquí- sus manos acariciaron mis mejillas. Cómo extrañaba a mi abuela- cosas que no son nada fáciles de procesar y más con el carácter que tienes.

Seleccionada para la corona (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora