Capítulo 4

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 -Mátenme- susurre mientras dejaba caer mi cabeza sobre la mesa.

Está clase de modales es una tortura, los único que he escuchado salir de la boca de la señora Beckham es puros halagos hacía las de la sociedad alta, lo único de lo que las escucho hablar es de si el vestido del almuerzo le va a gustar al príncipe o si las joyas combinan con el maquillaje. En fin, puras estupideces y estamos viendo esta clase porque le profesor de historia le pasó algo e intercambio la hora de clases con está cascarrabias.

-¿Y tú no piensas hablar o aportar algo para que el príncipe te note?- me miro de arriba abajo y puso una mueca de desagrado- aunque lo dudo-dijo la señora Beckham sentándose derecha en su silla y cruzando delicadamente una pierna sobre la otra.

-La verdad, verdad no me interesa en absoluto nada de eso-le contesté mientras jugaba con las puntas de mi cabello- Y otra cosa. ¿Puedo ir al baño?

-Si vaya, pero no se demore mucho que tenemos que seguir la clase.

¡Ja!, ¿cuál clase? Si no enseño nada, solo dices puras mentiras de que las demás son agradables, es obvio que no lo son.

Me levante de la silla y empecé a caminar en dirección a la puerta, antes de abrir la puerta me volteó hacia donde están sentadas todas- Por cierto, señora Beckham me enseño más la pared en esta hora que usted y eso que la pared no está viva-le comenté y antes de salir pude ver como apretaba los labios y las manos.

Salgo con una sonrisa en el rostro y me dirijo a buscar la cocina, solo espero no perderme, de milagro sé dónde queda mi habitación, la biblioteca y el jardín. Empiezo a cruzar a la izquierda del pasillo llegando a otro y cruzo a la derecha veo una escalera y empiezo a bajar la escalera en forma de caracol negra, termino de bajar y cruzo a la izquierda veo que al final del pasillo hay una puerta blanca. Me acerco y la abro, cuando veo bien es la cocina, que es blanca con unos detalles de color magenta y plateado.

-¿Kolette?-pregunta alguien a mis espaldas, me volteó y veo a Trevor sentado en una mesa con más personas.

-Hola.

-¿Qué haces aquí?, tú tienes que estar recibiendo clases-me regaño Trevor mientras se para de la mesa para acercarse a donde estoy.

-Lo que pasa es que es muy aburrida, la señora esa, se la paso alabando a las demás chicas y hablar puras estupideces, por esa razón me encuentro aquí-le di mi mejor sonrisa inocente.

-Soy un guardaespaldas no niñero de una pelirroja que se mete en problemas- Sin poder evitarlo se me salió una carcajada y todas las demás personas allí soltaron una risa.

-¿Puedo quedarme aquí?.

-Claro que si querida-me respondió una señora morena con unos hermosos ojos verdes.

Sonreí en su dirección- Gracias.

-Siéntate al lado de Trevor, por cierto, soy Dakota- dijo mientras me servía un plato con comida, le di una sonrisa en agradecimiento mientras me llevaba un bocado a la boca.

Dakota se sentó enfrente mío con una elegancia digna de la realeza, agarrando los cubiertos con delicadeza al igual que el vaso que tiene enfrente.

-Perdón que pregunte, ¿Dakota perteneces a algo de realeza?

- No querida, Dakota era profesora de modales, pero la cambiaron y ahora es cocinera- dijo una chica rubia- me llamo Rubí, un gusto en conocerte.

- El gusto es mío Rubí.

- ¿De dónde eres? - pregunto un señor con un traje, al parecer es mayordomo.

Sonreí -Soy de Mina.

Seleccionada para la corona (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora