Capítulo 10

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El Almirante Akainu estaba furioso con los soldados de la Marina, ya que todos se habían quedado paralizados al presenciar la humillación de Naruto contra Kurohige.

—¡COBARDES! ¡SI NO VAN A LUCHAR RENUNCIEN!—Gritó muy enojado Sakazuki, mientras rodeaba sus piños de lava, para atacar nuevamente a la diezmada tripulación de Shirohige.

De esta manera, Koby interviene en el ataque, y detiene al Almirante Akainu.

—¡YA ES SUFICIENTE! La Marina cumplió con su objetivo, no hace falta seguir luchando, simplemente se perderán vidas inocentes.—Explicó Koby, intentando hacer entrar en razón a Sakazuki.

El Almirante, furioso por las palabras del joven Marine decide continuar con su ataque.

—SI NO ERES CAPAZ DE HACER CUMPLIR LA JUSTICIA, ¡ENTONCES MUERE!—Sentenció Akainu, dirigiendo un puño de lava directo hacia Koby.

El joven Marine simplemente cerró sus ojos esperando lo peor, pero en el último segundo el puño de Akainu fue detenido por "El Pelirrojo" Shanks, quien llegó al campo de batalla con el resto de su banda.

—Bien hecho joven, esos segundos que ganaste cambiarán por completo la historia.—Felicito el pelirrojo a Koby.

—¡MALDITO AKAGAMI!—Insultó el almirante.

Posteriormente, todos los altos mandos de la Marina comenzaron a ser rodeados por la tripulación de Shanks.

Apreciando todo lo sucedido, Naruto rápidamente se mueve hasta la ubicación de Sengoku, quien recientemente había salido de los escombros luego del tremendo puñetazo de Shirohige.

—Esta guerra ha terminado, no dejes que se sigan tomando vidas inocentes.—Dijo seriamente el Uzumaki viendo fijamente al Almirante de flota.

—¡El chico rubio tiene razón!—Afirmó Shanks apoyando a nuestro protagonista rubio.

De inmediato, el younko pelirrojo pide los cadáveres de Shirohige y Puño de Fuego, con la finalidad de darles un entierro apropiado. Ante lo cual Sengoku accede muy a duras penas.

Oficialmente, la guerra en MarineFord había llegado a su final. Tanto los piratas como los marines se comenzaban a retirar para recuperarse y rendir sus respetos hacia los caídos en batalla, con excepción de Koby, quien continuaba sentado en un profundo estado de shock luego de enfrentar al Almirante Akainu.

—¡Koby! Fuiste muy valiente, gracias a tu intervención pudimos detener esta guerra.—Naruto felicitaba al joven mientras lo ayudaba a levantarse.

—¡G-gracias señor Uzumaki! Aunque mis acciones solamente hicieron que me expulsen de la Marina.—Dijo entre lágrimas Koby, aunque se sentía satisfecho por dentro, ya que el sabía a la perfección que había hecho lo correcto.

Naruto simplemente sonrío, y colocó ambas manos encima de los hombros del joven Marine.

—¡Sabes Koby...! Mi tripulación necesita un gran navegante que pueda llevarnos por todo el océano. Creo que tu eres la persona indicada para ese puesto.—Dijo nuestro protagonista rubio con una de sus típicas sonrisas.

—¿L-lo dice en serio señor Uzumaki?—Preguntó Koby mientras comenzaba a limpiarse sus lágrimas.

—¡Por supuesto! ¿Que dices? ¿Quieres ser parte de mi familia?—Respondió Naruto, para luego volver a formular otra pregunta.

Con la reciente expulsión de la Marina y su aldea natal destruida a manos de Kaido, Koby no tenía donde ir. Por esa razón, el hecho de que nuestro protagonista rubio lo tuviera en cuenta, verdaderamente lo hacía muy feliz.

—¡Claro señor! ¡Será un honor trabajar para usted!—Respondió el joven Marine mientras realizaba un saludo militar.

—No hace falta tanta formalidad Koby, ahora formas parte de los Piratas del Hokage, y en esta tripulación la única regla es perseguir nuestros sueños. Nadie es más y nadie es menos que el otro.—Explico Naruto. Estas palabras motivaron a Koby, que continuaba sorprendiendose de la gran nobleza del Uzumaki.

A partir de este momento la espalda del Hokage marcará el horizonte de Koby, quien por supuesto defenderá con su vida está tripulación, después de todo, son su nueva familia.

Mientras todas las personas comenzaban a retirarse de MarineFord, un conocido sujeto por todos nosotros vestido de esmoquin se acercó hasta la posición de Sasuke.

—Parece que le dieron una paliza, señor Uchiha.—Dijo en tono burlón el explorador Sanders, quien estuvo pendiente de toda la guerra.

—¡Hmp! Si me sacas estas barras voy a demostrarte quien es el que recibirá una paliza.—Dijo Sasuke muy enojado.

—¡Ohhh tranquilo señor Uchiha! Si usted me mata, no podré entregarle la fruta del diablo que tanto deseaba.—Sanders chasqueó sus dedos, para que posteriormente apareciera en la palma de su mano una extraña fruta de color gris oscuro.

Seguidamente, el explorador rompe el sello de las barras enviándolas a otra dimensión.

De esta manera, Sasuke nuevamente se pone de pie, y consume la extraña fruta del diablo.

—Voy a transformarme en un ser trascendental, que vivirá eternamente.—Dijo el Uchiha de manera arrogante.

Inmediatamente, Sanders remarcó que para alcanzar ese nivel tendría que entrenar bastante, hasta lograr despertar su fruta del diablo.

Por supuesto, el Uchiha le restó importancia a estas palabras, ya que finalmente todas las piezas estaban colocadas en el lugar que el deseaba.

Solamente era cuestión de tiempo, para ver de que eran capaces los nuevos poderes de Sasuke.

CONTINUARÁ....

Un Hokage entre piratasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora