Capítulo 2

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La vergüenza se apoderó de mi cuando note que el encuentro de miradas con aquellos ojos marrones se había prolongado un poco más de lo esperado, aparte la mirada y me volví a centrar en la historia de Susana y su amor de verano, mi mente iba demasiado rápido para la hora que era, puede que el chico nuevo se sintiera solo y estableciera contacto visual con la gente para que alguien se le acercara, las ideas se agolpeaban a velocidad de la luz.

-¿Habéis visto lo bueno que esta el chico nuevo? -Saltó Claudia. 

Razón no le faltaba, tenía el pelo negro y  le caían algunos mechones salvajes por la altura de la frente, tenía los ojos de un marrón claro muy bonito, la mandíbula bien definida y unos labios perfilados, estaba sentado pero se notaba que era alto, llevaba una camiseta blanca de manga corta con la que se podía apreciar que iba al gimnasio, y unos vaqueros azules claros.

-Claudia tu juegas en otra liga-Le recordó Susana.

-Soy lesbiana no ciega-Claudia tenía esos comentarios en los que te reías obligada, era graciosa, y es la típica amiga a la que le dejarías la copa mientras vas al baño, llevaba el pelo largo recogido por una coleta baja con la que se podían apreciar los pendientes de su oreja perfectamente, era morena y tenía los ojos verdes, aunque yo suelo ser la bajita de mis amigas, Claudia me ganaba por unos centímetros.

Nuestras risas cesaron cuando un hombre de 43 años con el pelo algo canoso entró en el aula, Susana y yo nos dirigimos a los sitios que habíamos elegido.

-¿Quién será? No me suena- me susurró mi amiga.

-Será nuevo, no sé- respondí.

-Buenos días queridos alumnos, me llamo Víctor y voy a ser vuestro tutor y profesor de Filosofía, espero que este sea un gran último año para todos-Los ojos del nuevo profesor recorrían la clase, posándose en cada uno de nosotros.

-Creo que estáis sentados al azar y por disfrute y no tenéis ningún tipo de orden que pueda ayudar a este pobre profesor a aprenderse vuestros preciosos nombres, ¿es cierto? -Una risa casi murmurada se apoderó de la clase.

-Poneros todos en pie y al final de la clase por favor.

Al segundo después de que el profesor terminara la frase ya se podía escuchar las quejas y el arrastre general de las sillas en el aula.

Fue cuando estábamos ya todos al final de la clase cuando nuestro nuevo tutor empezó a llamarnos y sentarnos por orden de lista.

-¿Victoria Santiago? -Víctor miro con intriga hacia el montoncito de personas que quedábamos de pie, di un paso al frente y me dirijo a mi nuevo lugar, todavía sin compañero, tercera fila lado izquierdo, no estaba mal.

-¿Hugo Pacheco? -Me di la vuelta para saber quién iba a ser mi nuevo compañero de mesa. El nombre no me sonaba de otros años, así que supuse que tenía que ser nuevo.

Un chico que parecía un poco mayor que nosotros se adelantó y se dirigió hacia mi. Era alto, moreno claro con ojos azules, vestía con unos vaqueros negros, a conjunto con su camiseta, llevaba el pelo perfectamente peinado y engominado, con una medalla que parecía de oro colgada al pecho.

Dejó caer su mochila de marca a su lado de la mesa y ocupó su asiento junto a mí. Me miro de arriba a abajo y me extendió su mano.

-Victoria ,¿no? -Yo asentí y le extendí también la mano en forma de saludo.

-¿Santiago? Es un apellido bonito, ¿eres de Galicia?

-Gracias-sonreí-No, no soy de Galicia, mi familia lleva en Málaga desde siempre.

-Detrás de Hugo y Victoria tenemos a... -La voz del profesor nos hizo girarnos hacia él.

-¿Alessandro Raygada ? -Miramos para atrás y el chico de los ojos bonitos dio un paso al frente avanzó para sentarse detrás de Hugo, cuando se sentó se pasó la mano por su ya despeinado pelo negro y me miro, yo me quedé un poco  embobada y lo único que se me ocurrió fue apartar la mirada, otra vez.

- Con Alexandro iría Clara Real- Genial, Clara la hija de papá, me caía peor que el alcalde, que por cierto, era su padre, una familia de idiotas que solo creían y estatus social en su propio beneficio.

-¿ Te pasa algo Santiago?- Fue Hugo, supongo que tendría mala cara.

La clase ya estaba organizada a gusto de nuevo tutor, no hubo mucho disgusto por nuestros sitios, en la clase no hay malos rollos, realmente los echaré de menos cuando esto termine.

- Bien chicos, voy a proceder a haceros saber vuestro horario y vuestros nuevos profesores.

Cuando nuestro tutor termino de poner horario en la pizarra empezó a decir los nombres de nuestros profesores.

-¿Qué asignaturas queréis saber primero? - preguntó Víctor.

-¡Física y química!-grito desde el final de la clase Fran, todos nos giramos al escucharlo y algunos se rieron , Fran era popular, pero de buen rollo, no era el típico estirado que piensa que es mejor que todos, tenía buen corazón, gracioso , listo, era como el chico ideal de la mayoría de las chicas, éramos amigos, solo amigos, es por eso que sabía que a él le gustaba Laura, mi amiga Laura, pero no estaba dispuesto a confesarlo en un futuro cercano. Escuché como Clara suspiraba enamorada, yo rodé los ojos.

-Está bien, entonces en Física y Química tenéis a... 

Víctor se ve se vio interrumpido por un redoble de tambores con las manos de Claudia , todos queríamos al mismo profesor.

-José Ramírez -En cuanto el tutor dijo ese nombre, todo el mundo en la clase se levantó con alegría y empezaron a gritar. Todo el mundo quería a ese profesor, lleva muchos años instituto y dándonos clase, era una muy buena persona y todas la altura que le faltaba lo tenían de buen profesor.

-¿Debería alegrarme? me preguntó mi nuevo compañero con una media sonrisa.

-Mucho-Le dije devolviéndole la sonrisa.

Los demás profesores de física y química daban asco.

En los brazos de Morfeo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora