Capítulo 19

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No había ningún tipo de paz en mi casa a la hora del desayuno. Las tostadas volaban, los zapatos eran puestos sin necesidad de sentarse y el café desaparecía de las tazas a una velocidad anormal. Nadie se paraba a leer el periodico y ni a mucho menos a hablar unas con otras, fue por eso que el hecho de que mi hermana me hablara a esas horas de la mañana despertara curiosidad en mi.

-Hoy tengo cita con tu tutor -Casi escupo la tostada que tenía en la boca.

-¿Tutoría?- Miré a mi madre y ella se encogió de hombros.

-Mamá no puede ir y no queremos que tu tutor piense que te desatendemos.

-Dí la verdad, vas para ponerme verde.

-Me has pillado- Nos reímos brevemente antes de volver a nuestro silencio habitual. Lo de la tutoría me despertaba más curiosidad que preocupación.No era la mejor de mi promoción, pero solía aprobar todo, sin contar con lengua por supuesto. ¿Qué dira Victor de mí?, espero caerle bien la verdad, sus clases eran entretenidas.

El resto del día trascurrio de manera normal, por lo menos las cinco primeras horas. Siendo sincera, no había mejor manera de terminar el día que con Antonio, nuestro casi padre en el instituto. Lo mucho que adorabamos a nuestro querido profesor no disimulaba las ganas de arrancarle la cabeza que teníamos todos ahora mismo, todo por las malditas pruebas físicas a las que eramos obligados a ser sometidos todos los años. El odio era evidente en mi expresión cuando subía con muchismo trabajo el torso hasta llegar a mis rodillas, muchos los llaman abdominales, yo lo llamo infierno. Laura sujetaba mis pies y su expresion no era diferente a la mia.

-Estás hecha una mierda Victoria - Sus palabras no ayudaban en nada.

-¿Estará sintiendo Fran tus ojos en su espalda?- De pullas iba la mañana.

-¿Hace cuánto que no duermes? - Mi mirada se posó en Alessandro, que se encontraba a pocos metros de nosotras, agarrando las rodillas de Carlos.

-Desde la fiesta del equipo de Fran-Sólo me quedaban cinco abdominales y podré tirarme en la colchoneta.

-¡Eso es hace más de dos semanas! - Mandé callar a mi amiga en cuanto media clase se giró hacía nosotras.

-No es como que yo elija dormir o no Laura- Me tiré en la colchoneta con mi mirada puesta en el viejo techo de nuestro gimnasio. Sabía que Alessandro había escuchado por lo menos un 80% de la conversación, suficiente para sumar 2+2 y darse cuenta de que la última vez que dormir a pierna suelta fue entre sus brazos. Me puse roja al instante.

-¿Has vuelto a hablar con Ángela? - Laura se tiró encima de la colchoneta y yo me tumbe a su lado. Agradecí el descanso y el cambio de conversación.

-La verdad que no, pero me preocupa bastante, está actuando de una manera muy extraña-No le había contado al resto lo que me había dicho Ángela, no era algo mío y si ella quería contarlo lo contaría.

-Lo que necesitamos es un buen botellón y un buen pedo. -Laura cuando hablaba de alcohol lo hacía totalmente sería.

-¿Alguien ha dicho alcohol? - Fran levantó la ceja a la vez que Susana se tumbó entre Laura y yo.

- A mi nueva prima la invitó yo- Eché el brazo por debajo del cuello de Susana, todos nos reímos durante unos segundos antes de volver al tema central.

-Si mis niñas quieren un botellón, yo les organizó un botellón- No se que haríamos sin Fran.

-Querer queremos, ahora poder... Lo veo complicado con los 4 exámenes que tenemos la semana que viene Fran- Decirlo me dolió más a mi que a él, seguro.

En los brazos de Morfeo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora