Los ejercicios de matemáticas se habían convertido en mi enemigo en la hora que llevaba en la academia. Parecia un patrón, cada dos minutos borraba la mayor parte de la hoja a cuadros de mi libreta, y cada media hora arrancaba una o dos páginas por desesperación. Mi pobre profesor ya no sabía que hacer conmigo, lo podía ver armandose de paciencia por dentro. Me rendí a la media hora. Total, las vacaciones habían acabado solo hacía una semana, no podía avanzar mucho.
El frío parecía darnos un poco de descanso en los primero días de enero, pero tampoco perdonaba. Era el primer día que iba a la academia después de las vacaciones de invierno, y por si fuera poco, hoy también había tenido mi primer día de clases en el Instituto, el ánimo en el recreo no estaba muy arriba, pero por lo menos nos reimos de las anecdótas de Fran borracho.
Un aire frío me dio directo en la cara en cuanto crucé la puerta de salida. Saque los auriculares de la mochila y los conecte a mi móvil para tener un paseo más a meno.
Nada más empezar a andar sentí un tirón en mi mochila, me di la vuelta rápidamente esperando poder por lo menos pegar al gracioso de turno que había empujado mi mochila.-¿Dónde vas sin tu guardaespaldas ricitos?-Tenía la mano ya alzada cuando distinguí la voz de Alessandro.
-¿Qué haces aquí? - Creía saber la respuesta, pero nunca está de más asegurarse. Alessandro se inclinó hacía mi antes de hablar.
-Procuró que no te maten- Se incorporó de nuevo y agarro mi mano antes de tirar de ella para empezar a andar.
-¿Qué haces? -Me refería a las manos, sospechosamente no me la había soltado.
Alessandro me miro extrañado, sin tener ni idea de a lo que me refería. Esa expresión permaneció en su cara mientras bajaba la vista hacia nuestras manos entrelazadas. Y supe exactamente en el momento en el que se le ocurrió una de sus bromas por la cara que puso.-¿Qué pasa? , ¿te metes en mi cama y ahora te da vergüenza que te de la mano? -Lo iba a matar.
-Primero , no era tú cama, era la mía. Segundo, no es que me de vergüenza pero, no se, no lo veo normal.
Alessandro bufo y me soltó la mano enseguida, este hombre tenía el ego y el orgullo al mismo nivel.
Los minutos pasaban y la distancia para llegar a mi casa se iba acortado. No había dicho ni una palabra en todo el camino.
-¿Por qué no hablas? -Alessandro parecía molesto.
-Porque me queda una pregunta y no quería desaprovecharla con alguna pregunta estúpida que suelo hacerte cuando hablamos. - Casi me atraganto hablando a esa velocidad.
La cara de Alessandro no tenía nombre, le había pillado con la guardia baja.-¿Y qué pregunta es? -La curiosidad se le notaba en la voz, por mucho que quisiera disimularlo.
-¿Qué significa tu tatuaje? -No titubeé, había pensado como preguntarle eso desde que me di cuenta de la similitud de su tatuaje con el de mi padre. Y sabía perfectamente que era muy probable que para mí padre y su hermano haya tenido otro significado completamente distinto al que le puede dar Alessandro. Había buscado por Internet y sabía que para mucha gente una pluma tatuada significaba libertad.
Alessandro parecía sorprendido ante mi pregunta, y bajo un poco la mirada.-¿No lo has buscado? , una chica tan curiosa como Victoria Santiago no hubiera esperado para preguntarme.
-Se perfectamente que no significa para ti libertad. Ni yo soy tan tonta ni tú tan clásico. - Alessandro pareció pensárselo por un momento.
-Lo tengo con algunos compañeros. Para nosotros significa que nuestras almas están conectadas.
-¿Conectadas? - No lo acabe de pillar
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En los brazos de Morfeo
Romance¿Te imaginas que la única manera en la que puedes dormir sin tener pesadillas es en los brazos de un desconocido?. ¿Y si ese mismo desconocido pasa de ser la solución a ser parte del problema? Nada es lo que parece y todo es como es. Victoria va a t...