La fiesta era una pasada, se podía notar que se habían gastado una buena cantidad de dinero en ella desde el momento en el que entradas por la puerta.
La fiesta se localizaba en un almacén abandonado, que habían limpiado y decorado con luces de muchos colores. Las paredes eran de ladrillo y bastante altas, el suelo se notaba que había sido barrido horas antes, pero sin mucho esfuerzo.
La fiesta había empezado hacia ya una hora y algo, la pista principal de baile estaba a reventar, la mayoría de las caras nos sonaban a todas, el lugar se llenaba de vez en cuando con una especie de humo que daba un ambientazo. Fran no mentía cuando decía que esta iba a ser la fiesta del año.
Laura localizó una mesa alta que estaba disponible y decidimos tomarnos la primera copa todas juntas, por lo menos antes de perdernos unas a otras.
El ambiente era increíble, la fiesta era increíble para unos adolescentes de 17-18 años, casi parecía que no acabaríamos de pasar por unas semanas pésimas, como si fuera verano siempre y estuviéramos acostumbrados a montar fiestas de este tipo.-Eieieieieie, ¿dónde están las chicas más bonitas de la fiesta? - Fran me rodeó el cuello con el brazo mientras me daba un beso en la mejilla a modo de saludo.
Su mirada se fue posando vagamente sobre las demás, menos sobre Laura, a la cual escaneo de arriba a abajo. Entonces yo también repare en mis amigas, Ángela llevaba un mono blanco, Susana un vestido azul oscuro de manga corta, Laura llevaba unos pantalones largos negros a juego con su top sin mangas y yo había optado por un vestido negro, simple pero bonito. Todas llevábamos el pelo bien planchado, menos Laura que llevaba una coleta alta. Estábamos genial, genial y empoderadas, por lo menos durante lo que llevábamos de fiesta.-Oye Fran, ¿por qué no le dices a los guapos de tus amigos que nos inviten a una bebida? -Ángela opto por una voz dulzona.
-Para las reinas de la fiesta todo es gratis, así que decirle al camarero que os ponga lo que queráis, pero enseñarle estas pulseras- Fran se sacó del bolsillo de los pantalones de traje negro, que había combinado con una camisa blanca, unas pulseras de papel de color rojo, y nos la fue entregando una por una.
-¿Qué hacen? - Preguntó Susana
-Con estas pulseras tenéis barra libre, pero también os diferencia del resto, sois como invitadas más directas del equipo- Fran nos sonrió y se llevó su vaso a la boca.
-Me apetece bailar, vamos Susana- Laura se agarro del brazo de Susana y se dispusieron a ir a la pista central. Ángela se excusó, decía que tenía que buscar a alguien, supongo que era a Rafa. Me quedé sola con Fran, los dos sentados en un taburete y con una bebida en la mano.
-Lucas espera poder besarse contigo hoy- Casí escupo el ron cola que me estaba tomando.
-¿Y te parece la mejor idea decírmelo así?
-Mira Vic, ya sabes que te adoro, pero el chaval es un partidazo y creo que ya llevas demasiado tiempo en el banquillo-
Fran y sus metáforas de fútbol.-¿Cuál es su plan? -Mi amigo me miro con la ceja algo levantada, esta bien, si quiere jugar, juguemos, una distracción es una distracción al fin y al cabo, y Lucas no era para nada feo.
Las horas pasaban rápidamente, estábamos todas bailando en la pista, menos Ángela que llevaba ya un rato desaparecida. ¿Acaso había mejor sensación que la que se tiene cuando se baila en una fiesta con amigas?, Sí, sí que la había, y era cuando además de estar bailando pegada a tu amiga de una forma un poco obscena, sabías que la mirada de vuestros fichajes de esa noche estaba en vosotras. Fran, Lucas y Pablo estaban apoyados en la barra pero con la cabeza en otra parte, y esa parte éramos nosotras, Laura Susana y yo, y nosotras lo sabíamos, sabíamos que teníamos el control, por lo menos durante esa noche.
La pantalla de mi móvil marcaban las dos y media de la mañana y la fiesta seguía igual que a la hora a la que empezó. La gente había estado estudiando tanto que a la mínima oportunidad de descanso la aprovechaban bastante bien.
Nuestros pies no pudieron más con los tacones y nuestro corazón nos pidió un descanso de tanto baile, estaba segura de que había hecho más ejercicio aquí en una hora que en todo lo que llevaba con Antonio. Estábamos en la barra sentadas, y las invitaciones de Fran, Lucas y Pablo no tardaron en llegar, tenía Fran a un lado y a Lucas a otro, genial, justo lo que quería. Tire del cuello de la camisa de Fran para poder hablar con él.
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En los brazos de Morfeo
Romansa¿Te imaginas que la única manera en la que puedes dormir sin tener pesadillas es en los brazos de un desconocido?. ¿Y si ese mismo desconocido pasa de ser la solución a ser parte del problema? Nada es lo que parece y todo es como es. Victoria va a t...