Iguales dabi y tu

17- osadía

Luego de que Hawks intentara hacerme hablar más, sin éxito alguno, se marchó.

Mientras pensaba en lo sucedido y buscaba una forma de escapar la puerta se abrió mostrando así a una doctora.

-Hola linda, acabamos de hacerte un examen completo...- dijo mientras se sentaba junto a mi camilla.

-¿Y...?- dije mostrando una faceta desinteresada

-Vengo a informarte de tu estado, te hicimos todos los exámenes a nuestra disposición, al parecer antes tuviste un descenso de vitaminas junto a masa muscular, y si bien ahora has vuelto a estar en forma debes procurar estar en un mejor posición, además de suspender tus antidepresivos por unos aptos a tu estado, por tu bebé más que nada- dijo mientras revisaba unos papeles en sus manos.

¿Eh?, ¿bebé?

Narra dabi:

-Entonces, ¿ya estaría todo listo? Dijo Toga mirándonos a ambos con una cara seria.

-En teoría- dijo Tomura mientras repasaba la lista sobre sus manos que habíamos hecho.

-¿Saldrá todo bien?- preguntó Toga, se le podía sentir ansiosa y un tanto desesperada, aunque bueno, todos lo estábamos.

-Esperem..

-Tiene que salir bien, saldrá bien- interrumpí a Tomura, hablando con una seguridad y seriedad que ni yo mismo sé de donde salió, pero que le transmitió también seguridad y un poco más de estabilidad a Toga, la cual embozó una sonrisa decidida.

...

Tomura y yo ya habíamos hablado con nuestros contactos e informado a nuestros subordinados de aquel plan en el cual estaban depositadas todas nuestras esperanzas y armas de alto calibre.

Salvar a ____ no es cualquier cosa.

-Entonces iremos esta misma noche- dijo Tomura mientras me miraba fijamente.

-Si- contesté, mi mirada estaba perdida en algún lugar del piso mientras mis pensamientos me aturdían.

-Vamos, yo sé que estás tenso y claro que con justa razón, pero tranquilo que sé que ____ está bien- dijo mientras puso una mano en mi hombro, una señal de apoyo que era extraña de ver entre nosotros, rara vez nos sentíamos mal, pero fue bastante reconfortante.

-Eso espero- dije respirando y exhalando lento en un intento fallido de relajarme- ¡Maldición! ese hijo de perra me hace hervir la sangre- dije para luego pegarle un puñetazo a la pared.

-Lo sé, me pasa igual- dijo Tomura, se le veía tranquilo a comparación mía pero rascaba frenéticamente su cuello.

-Tienes que ayudarme a saciar mi sed de venganza, me estoy volviendo loco de solo recordar cuando...

-Tranquilo, lo haremos- nuevamente me trato de estabilizar.

-De acuerdo- conteste aún con enfado.

Bye bye Endeavor.