Capitulo 18

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A veces la vida nos separa y pasamos unas semanas sin vernos ni odiarnos ni respetarnos y, al final, no sabemos cómo, siempre terminamos reuniéndonos de nuevo.

Emilio Bueso.

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Los días para Levi eran relativamente tranquilos, pero se volvieron realmente solitarios cuando redujo su horario en biblioteca. No estaba realmente solo en ese par de horas que había modificado de su rutina, encontrándose en la oficina de Erwin, con Erwin y la abogada la mayor parte del tiempo. Pero ellos hablaban tan acaloradamente de los casos. Balbuceando números, leyes y nombres que Levi no podía entender. Si estaba solo con Erwin, el hombre no dejaba de parlotear sobre el tema y sacando archivo tras archivo, completamente absorto que era casi obsesivo. Y en la presencia de Carla, era muy difícil para Levi contener sus comentarios contra el maniaco y sádico depredador que la rubia tenía por hermano.

No le gustaba mucho convivir con ellos, porque Levi no era bueno en esas cosas de leyes, tener que repasar las cosas una y otra vez, y leer demasiado. Pero Carla había conseguido varios archivos de los casos que a Levi le habían faltado cuando curioseo. Y bueno, Levi se había entrometido lo suficiente para interesarse por las cosas.

Aparte, se descubrió que había siete casos similares, entre ellos se incluía el caso de Eren. En los culpables no había patrón; Diferentes edades, diferentes momentos y cuatro de ellos juraron, según los archivos y familiares, ni siquiera estar cerca del suceso. En cuanto a las víctimas el patrón era peculiar, todas tenían alguna relación a la política, y tres de ellos conservaban una navaja militar adquirida por sus servicios. La misma navaja con la que habían sido atacados, incluso los que no tuvieron una; Los cortes eran mucho más bruscos con los que se suponía no tenían la navaja, como si fueran apuñalados dos veces en la misma zona exacta para que el arma punzocortante se viera mucho más grande. Todo era más que sospechoso, y lo era aún más porque los informes estaban redactados de la forma más resumida posible, sin ningún detalle destacable.

Esto llevó a la resolución de dos cosas: La primera era qué quien sea que estuviera detrás tenía que ser de la misma calaña política y estaba siendo encubierto, y la segunda lo que Levi ya sabía.

Eren era inocente.

Y eso solo le hizo crecer el malestar incómodo en su pecho. Últimamente tenía esa sensación que no quería desaparecer. Inició aquella vez que el mocoso no llegó a limpieza en los baños, se intensificó cuando comprendió por qué el castaño había sido tan violento en biblioteca y siguió apareciendo cada que lo miraba en biblioteca o en el comedor con una apariencia sombría alejado de las multitudes.

Desde lo ocurrido en biblioteca con el chico siendo un torbellino de furia y palabras venenosas, Levi no había vuelto a hablar con él y había cambiado su rutina para no estar tanto tiempo en aquel lugar.

Y no es porque Levi había sido herido de alguna manera, porque ninguno de esos insultos o palabrotas tenía algún efecto en él, Levi no era un sensible. Eran palabras, tontas palabras que le importaban una mierda. Pero era evidente que el castaño seguía tomando todas las acciones de Levi por el lado equivocado. Y Levi ya estaba cansado del tema.

Ya había dicho más de una vez que no quería nada con el mocoso, ni siquiera eran amigos, ni lo quería como amigo tampoco y sí había dado a entender eso fue por error, Levi era pésimo para la elección de palabras. Él solo había querido tranquilizarlo porque había visto al castaño estremecerse y con ese ceño fruncido que se suponía era amenazador, pero no lo era, sólo reflejaba esa mirada que Levi había visto muchas veces antes y que esperó no verlo en esos ojos verdes. La violación nunca era un tema fácil. No era de sorprenderse, esas cosas eran inevitables para chicos como Eren. Levi no sabía qué estaba pensando cuando creyó que al mocoso no le pasaría, Levi debería saberlo mejor.

Chico Problema.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora