𝟐𝟏: 𝐥𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐞𝐣𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐦𝐨𝐬

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— ¿A dónde me llevarás está vez? — Dije mirando a Emma.

— A desayunar, mi novio estará con sus amigos hoy así que tenemos una tarde de chicas.

— Claro, deja le envío un mensaje a Robin.

— ¿Para qué?

— Nada más, te dije estoy dispuesta a todo con él.

Dije muy segura de mi misma y Emma ríe asintiendo a la vez.

Tecleo un mensaje en mi teléfono celular y se lo envío a Robin, para después guardar mi teléfono en mi bolso y salir de mi habitación con Emma.

Caminamos cerca de diez minutos hasta llegar al restaurante elegido por Emma, según ella es el mejor de Ibiza, ya veremos si eso es cierto.

Nos sentamos en una mesa disponible, pedimos nuestro desayunó y el chico que nos atiende se va diciéndonos que nuestra comida estará pronto.

— Me gusta el lugar — Admití.

— Te lo dije es de los mejores de Ibiza, ahora...

Emma deja de hablar y la miró esperando a que terminará de hablar.

— Hey — chaqueo mis dedos frente a ella llamando su atención — ¡Emma!

— No voltees...

— ¿Por qué?

— Sólo hazme caso ¿Quieres?

Negué rotundamente y me di la vuelta para ver qué sucedía.

— Te dije que no voltearas.

— Es Robin y Alexandra, que sopresa.

— Y viene hacia acá, si quieres nos podemos ir.

— No, estaré bien.

— Fer, prima adorada que sopresa verte por aquí.

— Alexandra, yo no diría lo mismo de ti — Rodé los ojos para después mirar a Robin que me sonrió levemente.

— ¿Y que haces aquí? — Dijo Emma mirando de mala manera a Alexandra.

— Venimos a desayunar como la pareja perfecta que somos, verdad amor — Alexandra besa la mejilla de Robin y debo aceptar que me dieron celos — Ahora sí nos disculpan, nos iremos a nuestra mesa.

— Que bueno — Murmuré.

Alexandra me miro de mala manera yo solo le sonreí descaradamente.

Alexandra tomo a Robin del brazo y lo llevo hasta su mesa.

— ¿Por qué Robin no la termina? Es insoportable.

— Esa misma pregunta me hago yo — Me encogí de hombros.

— ¿Por qué no hablaste con él?

— Después en la noche iré a buscarlo a su habitación, Alexandra siempre sale con su hermana, su madre y mi mamá a esas horas, ni me preguntes a dónde, pero ahí Robin estará solo.

— No me saliste nada tonta — Comenta divertida.

Por mi parte la miro ofendida, pero después suelto una carcajada.

𝐋𝐄𝐓 𝐘𝐎𝐔𝐑𝐒𝐄𝐋𝐅 𝐁𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐃 || ROBIN KOCH ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora