Más deberes y un misterio para Severus

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Halloween estaba a un día de llegar, muchos alumnos comenzaban a comentar cómo sería la cena y más cuando Hogwarts era el generoso anfitrión de los Guardianes de la Magia. Todos estaban seguros de que ofrecerían otro gran espectáculo como su bienvenida hace semanas aunque para mí eso era lo último que me importaba. Desde que esos dichosos magos habían llegado a mi vida, ahora estaba hasta el cuello de deberes como un estudiante de séptimo curso junto con la obligación casi insoportable de tolerar sus métodos de enseñanza particulares. Si bien Fausto, Betsabé y Kalen Mael eran con los que más lograba cooperar, no podía decir lo mismo de Christopher y Ramsés quienes parecían disfrutar con mi agonía y lo que ellos llamaban ignorancia. Pero lo peor era tener que soportar ver al líder siendo muy amable con Iliana y viceversa. He hablado con ella y le he insistido mucho en qué no le dé "falsas esperanzas". Aún recuerdo la cara de sorpresa y enfado que me dedicó. Me aseguró que solo era amable con él por cortesía y qué no tenía que ponerme celoso. Estuve a punto de discutir con ella, pero entonces recordé que por mis celos enfermizos, perdí a mi primer amor hace 30 años. Por fortuna, logramos hacer las pases, sé que mi Iliana llama mucho la atención por su belleza e inteligencia, he sabido de varios magos que anhelan su atención y mueren por ella, pero Iliana sigue siendome fiel y siento que me ama cómo el primer día en que la conocí. Reconozco que el del problema soy yo y tengo que aprender a resolverlo antes de que se salga de control. ¡No pienso permitir que mis sentimientos me traicionen de nuevo y me echen a perder mis planes con ella!
Pienso todo eso mientras veo el atardecer y escribo una redacción de cuatro pergaminos para ese "odioso y arrogante" Ramsés acerca del tratamiento y usos de las mandrágoras, dictamos, molys y dascurania sophia más otra redacción para Christopher acerca de las transformaciones de un animal a otro. Fausto no se quedó atrás al pedirme repasar la historia de las pociones y Kalen me había solicitado practicar más mis movimientos con la varita más aprenderme de memoria el alfabeto atlante. Solo Betsabé no me había llenado con más deberes está semana, lo cuál agradecía ahora. Desde que los Guardianes se habían comprometido a ser mis nuevos guías y tutores había aprendido más que en todos mis años de escuela. Llevaba solo tres semanas y me había enterado acerca de cómo manejar plantas sin usar hechizos protectores y cómo mantenerlas mejor, hacer pociones usando ingredientes más puros y mejor concentrados o con magia astral, hechizos de invocación poderosos en lenguas antiguas y a tener una mejor legeremancia y oclumancia, pero a costa de un gran trabajo y esfuerzo, pero dentro de mí me digo: "Si no duele, no sirve" mientras termino de escribir las últimas líneas para el trabajo de Ramsés y comenzar el de Fausto. Mientras comienzo a redactar el origen de las pociones en la historia me viene a la mente un recuerdo de hace dos días que no ha dejado de martillar mi cabeza y qué tiene mucho que ver con mi guía de pociones.

HACE DOS DÍAS:

-Excelente Severus...veo que ya ha dominado la poción Sphera Tempera-
-Sabia que tarde o temprano podría vencer cualquier cosa que usted me pondría enfrente señorito Fausto-
-Aja...- y el me miró con una sonrisa cómo diciéndome "Todavía no ha visto nada" haciendo que lo mirara con una ceja levantada pensando "¿¡Qué diablos tienes en mente?!". Y justo en ese momento sacó de su túnica otra poción, era de color violeta índigo y desprendía un olor afrutado y cítrico. -Observe ésta poción ahora, posee 50 ingredientes para su elaboración y tarda seis meses en estar lista pero lo más interesante son los efectos que provoca- y me miró con fijeza -permite ver al bebedor sus sueños más anhelados, casi cómo lo hacía el espejo de Oesed pero sus efectos duran solo un minuto, se llama Wishipnos.-
-¡Imposible! ¿¡Cómo pudo usted elaborar algo así?!-
-Fue una de las cosas que me propuse hacer cuando perdí a un colega muy querido para mí. Sé qué si estuviera aquí, estaría muy sorprendido-
Fausto se notaba nostálgico y con la mirada perdida en recuerdos, aquello me daba curiosidad y decidí indagar sin que se diera cuenta mientras aprendía la elaboración de la nueva poción:
-¿En serio? Bueno... supongo que debió de ser una persona muy especial para usted Fausto. -
-No tiene idea Severus, éramos los mejores amigos de toda la vida, ambos soñabamos con ser los mejores pocionistas de todo el mundo mágico ¿¡Qué digo, los mejores?! ¡No! ¡Los amos indiscutibles de las pociones!- Fausto se notaba entusiasmado -Si, éramos nosotros dos contra el mundo-
-¿Y cómo era él?- lo miraba de vez en vez mientras machacaba los ingredientes.
-Era muy inteligente y astuto, ¡Era un genio, Severus! Nunca ví tanta dedicación y estudio para una rama de la magia que estaba por pasar de moda entre los magos por los encantamientos y transformaciones. Siempre proponía soluciones muy avispadas para que una poción tuviera un efecto mágico más potente o más duradero o cuando faltaba un componente, no sé cómo le hacía para conseguir los mejores ingredientes o lograr conseguir su máxima pureza y potencial mientras los calderos bullian a su alrededor, pero también tenía un gran corazón y empatía. Defendía las causas justas y bondadosas y ¡Qué duelista! Ahora que lo pienso, Ramsés Esus no le llegaba a los tobillos, ¡Sus enemigos temblaban de horror al verlo! Tenía su misma complexión ahora que lo pienso, Severus, y su mismo color de cabello y esa mirada inquisitiva y penetrante. Nunca habrá nadie como Sebastián Prince.-
De repente Fausto se detuvo abrupto y se quedó congelado en su sitio al oír cómo dejaba caer el recipiente dónde estaba realizando la mezcla y se estrelló en el suelo de piedra con un ruido seco.
-¡¿Qué has dicho?!- mi reacción de incredulidad y asombro debió delatarme delante suyo- ¡¿Cómo conoces el apellido de mi familia?!
Fausto me miró muy serio y dirigió su vista a la pizarra.
-Olvidelo, Severus, ahora volvamos a la lección, cómo decía, la pócima Wishipnos necesita seis semanas bajo congelación para una mejor concentración, efecto y conservación de sus activos...-
-¡Basta, Fausto Bellemore! ¡No se haga el idiota conmigo! ¿¡Por qué conoce el apellido Prince!?-
-Sera mejor que lo vea otro día, ha sido todo por este día. Buenas tardes profesor Severus Snape- e hizo ademán de abandonar el aula pero lo retuve de un brazo.
-¡Usted no se va hasta que me diga todo lo que sabe!-
-¡Suelteme Severus! No me obligué a usar uno de mis hechizos- Fausto me miró severo y con un simple movimiento de su varita me provocó una corriente eléctrica que me hizo soltarle el brazo, entonces hizo otro movimiento circular alrededor suyo que provocó que saliera por la puerta a jalones sin que pudiera evitarlo. Fausto Bellemore me cerró la puerta en los goznes:
-Buenas tardes profesor Severus Snape-
FIN DEL RECUERDO
"Definitivamente Fausto sabe más de lo que aparenta, igual que Ramsés. ¿Cómo es posible que uno sepa acerca del pasado de mi familia y otro se asemeje mucho a mí? Tengo que saber que ocultan ambos, pero necesito aliados, aliados cómo...¡Ahhhhh!"
Estaba tan concentrado en mis deberes y pensamientos que no me dí cuenta que alguien se había acercado detrás de mi para gastarme una broma de mal gusto.

-Jaja jajaja- los ojos azules rodeados por dos gafas circulares y cabello pelirrojo y alborotado junto con esa risa particular delataron a Augustus, mi tarambana sobrino en cuya cabeza y brazos sostenía una capa invisible

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-Jaja jajaja- los ojos azules rodeados por dos gafas circulares y cabello pelirrojo y alborotado junto con esa risa particular delataron a Augustus, mi tarambana sobrino en cuya cabeza y brazos sostenía una capa invisible.
-¡Eso no fue gracioso Agustus Snape!¡¿Es que deseas que te castigue y le cuestes a Gryffindor 50 puntos?!- mi sobrino no paraba de reír en el piso.
-No, no, nada de eso... pero hubiera visto su cara. Sólo quería ver cómo iba con las lecciones de los Guardianes. Papá dice que trabaja muy duro cómo un estudiante de séptimo y decidí alegrarlo un poco... aunque veo que no le hace gracia.- dijo Augustus levantándose del piso más tranquilo.
-Debo suponer que llevas puesta la capa invisible del señor Harry Potter- dije suspicaz y analizandola con detenimiento- y no es difícil suponer quien te la presto, ¿Alguien llamado James Sirius Potter? Podría cumplir las normas del colegio y ahorrarle a Séptimus el disgusto- Augustus me miraba expectante -Aunque- y lo mire con una mueca burlona- podría cambiar tu castigo Augustus Snape a cambio de evitarte ser la vergüenza de tu casa y de la familia-
-¿Disculpe Snape? Temo qué no le entiendo-
-¿Crees que puedas hacer un pequeño servicio de espionaje secreto para mí? Eres tan sigiloso y astuto como una serpiente cuando quieres Augustus y tal vez sea bueno encauzar esas virtudes para algo más que bromas infantiles. Dime Augustus...- y lo encaré de frente- ¿Qué opinas de los Guardianes?-
-Si quiere mi sensata y humilde opinión creo que son los magos más increíbles qué haya conocido y no soy el único. Mis amigos James Sirius y Maximus Blair piensan que si hubiera más magos cómo ellos, Hogwarts sería invencible- Augustus sonrió pueril más al contemplar mi rostro agripado carraspeó- Más debo reconocer que son muy extraños, solo aparecen a la hora de desayunar, comer y cenar para volver a sus aposentos y no salen de ahí.-
-Hay uno en particular que parece ganar el título Augustus-
-¿Se refiere a Fausto Bellemore?-
-¿Qué es lo que sabes y te hizo pensar en él?- estaba sorprendido por la aguda deducción de mi sobrino.
-De todos los Guardianes, es el más esquivo, casi no se le ve ni oye charlar con los demás o con los profesores, además he visto que cuando lo mira a usted... bueno parece querer decirle algo muy importante.-
-Escucha Augustus, no te has equivocado, hace dos días que me ha revelado algo que tiene que ver con el pasado de mi familia materna pero cuando quise saber más, estuvimos a punto de tener un duelo.-
-¿¡Usted y Fausto se pelearon?!- Augustus quiso saber más pero le inste a callarse.
-Eso no es lo importante Augustus, lo que sí es qué necesito saber que oculta Fausto y por qué se negó a decírmelo. Y aquí entras tú.-
-¿Yo? ¿Qué tengo que ver? Oiga...no me diga...¿¡Quiere que espíe a Fausto Bellemore?!-
-Eso y deberás informarme cualquier cosa relacionada con mi familia materna cuando tengas algo. ¡Nadie más que tú debe saberlo! ¡Ni siquiera Séptimus o Iliana! ¿Has entendido, Augustus Snape? O cambiaré de idea respecto a tu castigo.
Augustus suspiró pero asintió.
-De acuerdo, será interesante, sólo espero poder mantener un bajo perfil con papá y Iliana... papá es muy astuto y sabe cuándo estoy ocultando algo y Iliana es muy intuitiva.-
-Procurare ayudarte por si ambos sospechan. Ahora será mejor que me dejes trabajar en mis deberes. -
Augustus sonrió y se dirigió a la puerta diciéndome:
-Por cierto, Séptimus me dijo que le informará que los trámites están listos . Nos iremos de viaje en Enero y espera que esté listo-

Severus Snape y los Guardianes de la Magia (Lecciones de justicia e identidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora