Amistad sincera

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Hola a todos mis seguidores.. Disculpen el retraso con la historia, tuve un "bloqueo creativo" muy fuerte que me impedía seguir la historia además de que pasé por una mudanza, búsqueda de trabajo, enfermedad, una etapa de tristeza y miedo, etc, que ahora estoy aprendiendo a superar gracias al trabajo interno y externo que debo hacer en mí misma, recordando que antes que nadie, uno no debe olvidarse de sí mismo. Trataré de ponerme al corriente con la historia lo mejor que pueda, no solo por ustedes, mis seguidores y votantes, también por mí y que mejor manera de reescribir los capítulos restantes que el día 9 de enero, cumpleaños de Severus Snape...mi personaje favorito de la saga de Harry Potter y mi inspiración para éstos fan-fics y para mi vida.

Todos los derechos reservados a los autores originales de las imágenes y Canción de José José "El príncipe de la canción" de su Álbum/LP: Reencuentro. Todos los derechos reservados al cantante original. Esta canción se me ocurrió que estaría perfecta para esta parte de la historia dónde Septimus intenta enseñar la diferencia entre querer y amar a Kaia.

Mientras Severus conversaba y paseaba con su recién conocido abuelo Treviranus, Christopher y los demás Guardianes decidieron dejarlos solos para que se conocieran mejor y pudiesen pulir asperezas del pasado, además de que sabían que Treviranus estaba impaciente por conocer el "verdadero poder mágico" de su nieto, lo cual le ayudaría mucho en su papel como Guardián de la Magia. Septimus al verlos retirarse a sus habitaciones preparadas en el castillo junto con Eva y su hijo Augustus, comenzó a seguirlos pero Kalen Mael le detuvo con su bastón.

-¿A dónde va con mucha prisa, joven Septimus Snape?-

-Iba con mi hijo a repasar sus últimos deberes de Transformaciones. Antes de irnos, la directora Mc Gonagall me instó a seguir entrenando al chico en esa materia- dijo Septimus muy sorprendido del proceder de Kalen quién al recibir la respuesta le sonreía.

-Creo que hay un deber que usted ha estado postergando mucho y temo que ese no es un buen ejemplo para Augustus y eso da muy mala imagen como padre y maestro, joven Snape-

-¿¡A qué maldito deber se refiere?! ¡Yo no estoy postergando nada académico ni real!-

-Usted sabe a que me refiero exactamente Septimus-

-¡Oiga, no pienso seguirle el jueguito del "filósofo-metafísico-gurú" como lo hace mi hermano Severus, aunque no entiendo porqué...ya le preguntaré después, lo que sí, es que tengo que enseñarle a Augustus sobre la transformación entre especies y tengo que retomar mis años de estudiante de biología para comprender como se realiza la transformación a nivel genético, molecular y organizacional. Ahora si me disculpa debo ir por los libros de...- pero justo en ese momento chocó y tenía de frente a Kaia quién lo miraba entre tímida y expectante, estaba vestida como una diosa con un vestido elegante azul con decoraciones doradas y joyas de diamantes.

-Bueno, creo que los dejaremos a solas ¿Verdad Augustus?- dijo Kalen sonriente a Augustus quién al parecer estaba detrás de la idea -No queremos ser el "mal tercio" como dicen los muggles. Andando, - y ambos caminaron al lado de los Guardianes- tengo entendido que el señorito Christopher Willis tiene el día libre y estará encantado de enseñarle todo acerca de las transformaciones entre especies-

-Será un placer, además...puede que Augustus sea uno de mis próximos alumnos estrella y sea un gran mago como su padre y su tío- dijo Christopher sonriendo.

Septimus miró a Augustus alejarse con los Guardianes con una sonrisa pícara, lo cuál no sabía si le molestaba o lo agradecía.

"Ya me las pagarás Augustus, el muy pillo y sabihondo metiche" pero al ver los ojos de zafiro de Kaia, el enojo fue sustituido por la timidez y la vergüenza. Ambos se quedaron viendo por un momento muy tenso, no sabían que decir o hacer hasta que Kaia habló.

Severus Snape y los Guardianes de la Magia (Lecciones de justicia e identidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora