Más protocolos, etiquetas y el secreto de Eva

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"Tres horas...¿Aprovechadas o tiradas por el precipicio? con ese Albert,un profesor tan estricto y severo, ¡Cómo yo y mi hermano, pero por Dios ¿Por qué a mí? Que irónica es la vida, un día eres el profesor más temido de Hogwarts y al siguiente eres el alumno de un profesor igual que tú! Lo bueno es que pasamos su clase con perfecto 100, aunque eso no le impidió darnos deberes a reventar. Una propuesta de ley para Altaride y examen del código judicial del reino...nada del otro mundo...espero que nuestra nueva clase sea igual de interesante y provechosa" pensaba mientras me dirigía con Séptimus al salón de baile del castillo seguidos por mi nuevo profesor. Caminamos por varios pasillos hasta que nos detuvimos frente a unas puertas blancas chapadas en oro, Albert, al abrirlas, rebeló el salón de baile más hermoso y grande que hubiésemos podido imaginar. ¡Todo el Gran Comedor podría caber entero ahí más el estadio de Quidditch! Estaba todo hecho de cristal y diamantes con pisos de mármol pulido y blanco como la crin de un unicornio, candelabros de oro y plata y cortinas de seda. Pude notar que no había ni sillas o mesas como se espera de un típico salón de recepciones.

 Pude notar que no había ni sillas o mesas como se espera de un típico salón de recepciones

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-De acuerdo...en la teoría debo admitir que me han impresionado señores Snape, pero en la práctica debo ver cómo se conducen con el protocolo real de Altaride, y para ello comenzaremos con lo más simple...la postura. Una  postura correcta es recta y firme es lo que distingue a un líder de un seguidor, proyecta seguridad y confianza pero sin caer en la arrogancia o la presunción, da un mensaje de liderazgo y fortaleza, herramientas necesarias de todo rey...necesito que me muestren su andar diario, por favor y ver si necesita corrección.- pidió Albert.

Séptimus y yo nos encogimos de hombros y comenzamos a andar por todo el salón esperando impresionarlo. Era algo que había hecho prácticamente toda mi vida en Hogwarts que hasta me jactaría de hacerlo con los ojos cerrados y mi hermano es igual. Sin embargo, pronto oímos:

-Bien..el andar es firme y seguro...pero la pose es incorrecta Severus Snape, da un toque de arrogancia y altivez no de sencillez y fuerza al mismo tiempo...permítame- y dio una señal a un sirviente- Por favor traiga las viejas confiables-.

Mi hermano y yo nos preguntábamos..."¡¿Qué demonios serán las viejas confiables?!" pero cuando vimos al sirviente entrar al salón con una pila de libros, nos pusimos furiosos.

-¡Antes tomaría un trago de la poción Weedesoros antes que hacer eso!-

-¡Preferiría no hacerlo, ni por todo el oro del mundo!- soltó Séptimus agrio.

-¡Hace rato sus novias y su heredero Augustus lograron hacerlo sin quejarse, además ustedes se están preparando para ser los futuros gobernantes de este reino, así que a menos que deseen hacer el ridículo con sus quejas y actitud miserable que podría llegar a oídos de su Majestad Einar, será mejor que comiencen a cooperar!- y Albert nos miró fijo a los dos con actitud retadora.

Severus Snape y los Guardianes de la Magia (Lecciones de justicia e identidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora