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Jungkook los había dejado usar la ropa que había allí. Trajes de telas que nunca habían sentido. Era un estilo bastante elegante, algo que jamás habrían usado. 

Jungkook se puso unas gotitas en los ojos y les sonrió a sus amigos que ahora parecían de la alta sociedad. Justo antes de salir, Taehyung sostuvo el brazo de Jimin para detenerlo. Él lo miró atento. 

—Necesitamos quitarnos estas cosas del cuello —dijo serio. Jimin se llevó una mano al cuello y tragó saliva, pero asintió. 

Y así fue, Taehyung hizo un corte y le arrancó un dispositivo chiquito. Jimin había aguantado las ganas de gritar mordiendo una almohada y con lágrimas en sus ojos observó el diminuto aparato. 

—Mi turno… 

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La ceremonia había comenzado, Jungkook se había alejado de ellos, pero antes de eso les mostró el lugar por dónde había visto una salida subterránea. 

Jungkook debía enfrentarse a alguien para poder formar parte oficialmente de la zona de diamante. 

Con una cadena trajeron a una clase de monstruo. Jungkook estaba sorprendido, no se habría imaginado que sería algo así.

Era una especie de humano de dos metros, de su boca caía mucha saliva. Sus uñas eran largas, él era grande y se podían ver sus músculos como si fueran rocas.

Mientras tanto en el cuarto, Taehyung agarró del brazo a Jimin y se aseguró de que todo estuviera despejado. 

—Debemos despedirnos de Jungkook —dijo Jimin.

—Él sabe que nos iremos.

Jimin miró con ceño a Taehyung y lo ignoró yendo hasta Jungkook quién ya estaba en su ceremonia.

Cuando llegó al salón principal retrocedió horrorizado al ver a mucha gente observando una pelea entre Jungkook y quién sabe qué. Jungkook había sido lanzado lejos.

—¡Tae tienes que ayudarlo!

—Es porque él no sabe pelear mirando —explicó Taehyung.

Una persona se acercó a ellos y tocó el hombro de Jimin.

—Me deja ver su puntaje —miró el cuello de Jimin y observó una gasa justo allí—. ¡Seguridad!

Taehyung tomó a Jimin del brazo y ambos corrieron cerca del cuarto donde estaba la salida, pero ocurrió algo del otro lado. Se escuchó mucho ruido y muchos gritos. El monstruo se había soltado, el equipo se dividió en dos, unos fueron con el monstruo y otros hacia ellos. 

Corriendo llegaron a su destino. Taehyung sintió una paz mental al ver la puerta tan cerca que casi pudo tocarla, pero escuchó un disparo y empujó a Jimin. Una bala le dio justo en la mano, esta comenzó a pitar y cuando la logró sacar explotó.

Jimin miró a Taehyung volar por pedazos. Estaba aturdido, quería escapar, pero se levantó rápido y antes de poder acercarse Jungkook lo tomó del brazo y lo metió a un cuarto para ayudarlo a esconderse.

—Siguen buscando —susurró Jungkook—. Seguro piensan que murieron, hay demasiada sangre.

Miró a Jimin y le sorprendió verlo llorando. La imagen de Taehyung muerto le vino a la cabeza. No quería que fuera cierto, había encontrado a quién amar y quién lo hacía sentir especial. Y ahora, estaba muerto.

—Tae… —dijo en un hilo de voz, observando sus manos manchadas por la sangre de su marido. Jungkook abrió los ojos y lo abrazó, quedándose así por un momento.

—Tienes que salir de aquí, Taehyung lo hubiera querido.

Se limpió las lágrimas y tomó aire recomponiendose.

—No sé qué haré sin él.

—Escapar.

—Yo quiero asesinarlos primero —dijo decidido.

Jimin salió, afuera había un caos. En el salón principal se levantaba una nube de tierra y polvo. El monstruo había destruido dos columnas.

—Puedo con él —mencionó Jungkook—. Mataré a eso y encargate de los demás.

Jimin miró la pistola de Taehyung en el suelo y la tomó.

—Puedo con ellos y más ahora que no pueden verme.

Ambos asintieron y se separaron.

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Hola a todos una disculpa si está corto, estuve ocupada en la semana y tampoco tenía muchos ánimos de escribir.

Murder [VMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora