Murder [VMin]

☆Prólogo

Desde pequeño he visto a personas ser asesinadas delante de mis ojos. Todos en este lugar lo hemos visto por lo menos diez veces en nuestra vida.

 En este lugar no existe la misericordia, ni lástima. A nadie le importan los demás. Parece como si nadie tuviera sentimientos.

Curiosamente, yo sí los tengo. Me es imposible llorar cada vez que alguien es asesinado. Mis padres se avergüenzan. Sé que en cualquier momento me asesinarán así como a todos. Los niños están a salvo de ser asesinados, porque son pequeños y no pueden defenderse. 

Este lugar ha estado así por generaciones. Tantas que nadie recuerda lo que es una ciudad en paz. 

Tampoco podemos salir. No hay alimentos, tú eres el alimento, es una de las principales razones para matar.

En las escuelas está prohibido asesinar, en especial a los maestros. Ellos enseñan defensa personal, porque una pelea a muerte es aburrida cuando sólo uno sabe pelear. 

Falta poco para que deje de ir a clases, tengo diecinueve a los dieciocho dejamos de ser niños y podemos matar así como pueden matarnos. 

La mayoría de mis compañeros han asesinado a más de dos. Yo no he asesinado a ninguno. Es muy difícil hacer amigos, es probable que te asesine después. Aquí no existen los valores. 

Aquí no existe nada bueno. Y siempre vivo con ese miedo de ser asesinado. 

—Park Jimin —voltee, me habló el chico que asesinó a uno de nuestros compañeros. 

—Cuídate. 

Asentí, eso fue raro. 

La clase continuó y de regreso a mi casa sujeté el cuchillo fuertemente dentro de mi mochila.

La calle estaba sola, un mal presentimiento apareció y pude ver en cámara lenta como un brazo se asomaba por detrás mio e intentaba cortarme el cuello con una navaja. Reaccioné rápido y saqué el cuchillo poniendo la hoja de filo en su muñeca y corté. 

Me manchó un poco de sangre el rostro, me giré sin soltar el cuchillo con mis piernas temblorosas. 

Era el gordo que me dijo que me cuidara. 

—Mírate —rio—. Luces como un animal asustado.

Se vendó la muñeca y siguió normal sin quejarse. 

Se lanzó contra mí queriendo apuñalarme de una vez. Su rostro era horrible, casi como el de un monstruo. Puse mi mochila delante de él para detener su puñalada y funcionó. La navaja cortó mi mochila y con el mango de mi cuchillo le pique un ojo. 

Iba a salir de esta, sonreí al correr, me giré para asegurar que no me siguiera y se me dobló el tobillo. No estaba roto sólo me hizo caer. Maldita suerte de mierda que tengo. 

—No quise hacerlo —lloriquee. 

—Te dije que te cuidaras. 

Se acercó hasta mí y escuché aplausos. Otro chico de mi clase apareció. Su mirada me causa miedo. No conozco a cuántas personas ha matado, pero sé que su madre fue asesinada por su padre y su padre asesinado por él. 

—¿Qué haces aquí? 

—Sólo estoy de paso. Pero veo que hay espectáculo hoy —sonrió—. ¿Qué planeas? ¿Asesinar sólo a aprendices? —rio.

—Así es, comenzando contigo, basura. 

—¡Eh! Alto allí, yo no sería el primero. 

El chico ardió de rabia y corrió hacia él con la intención de apuñalarlo. 

El otro lo esquivó y sólo encajó su navaja en su estómago y subió con fuerza abriendo su estómago.  

Cerré mis ojos al ver sus intestinos salir. Antes sólo me querían cortar el cuello, ahora me abrirán el estómago. 

Miré que el chico que hace un rato quería asesinarme sostenía con horror sus intestinos y después cayó muerto. 

La vista del asesino fue hacia mí y se acercó. 

—Por favor, no me mates —cubrí mi rostro. Escuché un ruido filoso. Había guardado su navaja. 

—¿Qué es esto? —pateó mi cuchillo—. Con esto sólo vas a cortar tomates y si tienes suerte podrán cortarse bien sin terminar aplastados. 

Mi cuchillo era uno de cocina. 

—¿No vas a matarme? 

—No es divertido si te sientas a llorar por tu vida. 

—Yo... —me levanté y me sacudí—. Gracias por defenderme. 

—¿De nada? —rio y siguió caminando.

—¿Cómo te llamas? —se detuvo y giró su cabeza para verme. 

—Taehyung. Y no te defendí, sólo se me hizo raro ver que no quisieras pelear y fue aburrido de ver. 

—Taehyung, soy Jimin. 

—Ah... —me acerqué a él—. ¿Qué haces? 

—Es extraño que no quieras matarme. 

—Es más extraño no querer matar. Debe sentirse feo ser tú. 

—Yo no creo que debamos hacer esto, ¿tú? 

—Tampoco, es una mierda. Pero es la única forma de sobrevivir. 

—¿Puedo ser tu amigo? Puedes confiar en mí, ya viste que no asesinaría a alguien. 

—No. No podemos ser amigos. 

Dijo y se fue dejándome solo, me apresure a llegar a casa para no cruzarme con alguien más. 

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Holaaa les traigo esta mueva historia que se me ocurrió mientras iba en el taxi pq el taxista le dio el pase a una señora, espero y les guste 💘💌💞