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Sin poder contener las lágrimas, ambos se quedaron contemplando el hermoso amanecer.

—Nunca creí poder ver esto —mencionó Jimin.

—Si esto es lo último que veré al morir, por mí no hay problema.

Jimin parpadeó saliendo de su hipnosis y miró serio a su esposo.

—No vas a morir. El sangrado paró y la mano no contiene ningún órgano vital —lo sujetó de las mejillas y lo besó—. Eres fuerte, Tae. Muy fuerte.

Taehyung mostró un leve sonrojo y asintió con una pequeña sonrisa.

—Debemos bajar de aquí —observaron como las olas chocaban contra el muro y se alcanzaban a ver algunas rocas puntiagudas que se asomaban por el océano—. Es peligroso, hay que buscar el mejor lado para saltar.

Taehyung se levantó y con su mano jaló a Jimin a su dirección. Estaba algo preocupado porque nada aseguraba que allá afuera todo sería normal y perfecto. Además de que no estaba seguro si el mar fuera seguro para cruzarlo nadando.

Siguieron buscando y en una parte pudieron ver al hermano de la chica muerto con una roca atravesando su estómago.

—Tae… —Jimin se abrazó a Taehyung. Temía que este fuera el fin para ambos. No quería despedirse de él tan rápido. Quería envejecer juntos.

—Estarás bien.

—Estaremos —corrigió Jimin. Por nada en el mundo podrá vivir sin su esposo.

—Sí… —respondió Taehyung, quien comenzó a sentir calor en todo su cuerpo. Se detuvo unos momentos y se sentó.

—¡Tae! —gritó Jimin y lo abrazó—. ¡Estás hirviendo!

—Creo que puedes cruzar por la entrada donde traen los alimentos —dijo con mucho esfuerzo—. Pero ten cuidado, si te descubren te asesinarán.

—¡No te voy a dejar solo! —gritó.

—Jimin… soy una carga.

—¡No lo eres! —gritó llorando—. Ya te perdí una vez y sentí que moría, no te puedes morir, no me puedes dejar solo —Taehyung se acostó en el suelo y observó el mar por unos instantes.

Sintió un brazo. Giró su vista hacia atrás y Jimin lo abrazaba llorando. No pudo evitar llorar también.

Se durmió con Jimin abrazándolo.

Jimin se despertó completamente asustado al darse cuenta que se había dormido. Miró a Taehyung completamente tranquilo que le hizo pensar lo peor.

—¡Taehyung! —gritó. Él abrió los ojos y lo miró. Jimin había vuelto a llorar—. No mueras.

—Me siento mejor —dijo sentándose. Levantó su brazo observando la parte morada sin su mano.

—Parece que vivirás muchos años más —dijo abrazándolo y besando sus labios y su rostro sucio.

Ambos miraron el atardecer por un momento hasta que todo se volvió oscuro.

—Me parece que esa es la luna —señaló Jimin a la luna.

—Esas deben ser estrellas —dijo Taehyung señalando el lejano cielo. Apenas y podían observar un poco del cielo.

Taehyung acarició su cabello y acercó el rostro de Jimin para besarlo.

—Podríamos hacerlo aquí —dijo Jimin separándose del beso.

—Aún me siento mal —dijo haciendo un puchero.

—¿Quieres que te bese? —Taehyung asintió y Jimin lo besó por todas partes, tentando a Taehyung a olvidarse de cómo se sentía.

Mientras lo besaba, pudo escuchar su estómago. Ambos se miraron sorprendidos y se echaron a reír.

—Puedes comerte lo que queda de mi brazo —sugirió Taehyung.

—Prefiero comer lo que tienes entre las piernas —Jimin se mordió el labio.

Taehyung sonrió y suspiró.

—Nos pueden ver.

—¿Los monstruos? —rio Jimin.

Taehyung se sonrojó y miró como Jimin bajaba hasta su pantalón para desabrocharlo. Y aunque no estuviera erecto se lo metió a la boca. Taehyung, sintió sus cabellos erizarse. Mordió su propio labio, sintiendo un cosquilleo por todo su cuerpo.

Sujetó del cabello a su marido y le empujó la cabeza hasta que estuviera todo adentro.

Taehyung soltaba maldiciones y fuertes gemidos y con su mano acariciaba a Jimin mientras él continuaba chupando con su inexperta boca.

Mientras, Jimin también soltaba gemidos. Se lo sacó de la boca. Pudo ver un puchero en la boca de su esposo y él solo se levantó para bajarse el pantalón y mostrar su erección.

—Mierda —suspiró Taehyung al verla. Jimin, no dijo nada y se sentó encima de Taehyung dándole la espalda. Soltó un grito y controlando su respiración empezó a mover sus caderas lento.

Taehyung quería tocarlo pero le resultaba desagradable verse el brazo.

Jimin acariciaba las piernas de Taehyung mientras soltaba gemidos que hasta eco provocaban. Poco le importó que alguien los escuchara, quería sentirse como aquella vez.

Sintió su cuerpo temblarle al ser golpeado varias veces en ese punto que lo volvía loco. Además de que los gemidos de Taehyung golpeando en su oreja le hacían excitarse aún más de lo que ya estaba y en un fuerte gemido sintió la eyaculación caliente de Taehyung. Taehyung respiró con cansancio. Jimin se masturbó para poder alcanzar su climax.

Dejó salir sus gemidos junto con su semen y con una enorme sonrisa se giró para ver a Taehyung.

—¿Cómo te sentiste? —preguntó Jimin.

Taehyung estaba recuperando el aire y con una leve sonrisa asomándose en su rostro dijo:

—Mejor.

Jimin se negó a dejar caminar a su querido esposo. Y lo llevó cargando en la espalda.

—Jimin —se quejó Taehyung al sentir que su esposo bajaba la velocidad—. Ya te dije que puedo caminar, es mi brazo no mi pierna.

—No me importa —Taehyung lamió la oreja de Jimin y Jimin bajó a Taehyung molesto—. ¡Asqueroso! Ya no te amo es más, te odio.

Taehyung sonrió y caminó en silencio a un lado de un molesto Jimin.

Se detuvieron de golpe. El atardecer estaba sucediendo de nuevo, ya eran dos días sin comer y ambos morían de hambre

—¿Qué esto nunca termina? —lloriqueó Jimin.

Taehyung corrió y Jimin le siguió por miedo a que saltara. Se detuvo. Ambos quedaron sorprendidos y se miraron con una sonrisa. Había un muelle.

—Esto es fantástico.

—Dime que no piensas robar un bote —observó Jimin.

—Haremos algo mejor. Nos subiremos a uno.

Murder [VMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora