Prólogo

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Se oyen gotas de agua en las cavernas más oscuras y profundas en un planeta sin nombre; afuera, la luz de las cuatro lunas que iluminan el planeta se apagan entre las nubes y la niebla, tan espesa que reduce la visión. El terreno pantanoso de las cavernas solo se contrasta con el brillo tenue de unos cristales de luz color aguamarina, y unos pasos se comienzan a oír en la oscuridad.

- Espero que no me hayas hecho llamar solo para hacerme perder el tiempo- Dice una voz femenina cuyo eco resuena con fuerza por toda la caverna.

- No, mi señora, esta vez, no- Contesta a su exigencia otra voz más ronca, pero con un tono que mostraba miedo, quizás hacia la primera que habló.

- ¿La has encontrado?- Pregunta ella con impaciencia. La voz ronca emite una risa que parece complacerla.

- Después de tanto tiempo... Sabemos dónde está- Entonces la luz de los cristales ilumina parte de la cara de la mujer, que sonríe maliciosamente y se frota las manos con satisfacción.

- Entonces creo que tenemos trabajo que hacer- Y tras pronunciar esas palabras, ambos sujetos comienzan a reírse creando un ambiente oscuro en plena muerte nocturna, y en el eco de las cavernas, da comienzo su plan.

El planeta del tesoro 2: Las marismas del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora