【PUEDES VER... PERO NO TOCAR】

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【PUEDES VER... PERO NO TOCAR】

Eran las cinco de la tarde cuando entre al bar de Bright. Vi a mi amigo supervisando algunas modificaciones tras la barra. Al parecer haría más grande los estantes para poder colocar más botellas.

Estaba muy feliz por él, por fin había obtenido las ganancias suficientes para hacer las reformas en todo el bar. Y es que nos había ido de puta madre durante todos estos meses.

Saint se había estabilizado económicamente, yo no lo sabia en el momento que comenzamos esta locura, pero con el divorcio de sus padres, él y su mamá necesitaban el dinero para poder seguir manteniendo su casa.

Y yo, bueno yo estaba feliz de haberme mudado por fin de casa de mis padres. Sobre todo, por dejar de discutir siempre con mi hermana mayor.

-¡Por fin llegaste gatito!- grito emocionado mi amigo al verme.

-Vachirawit, mejor habla ¿Qué es eso tan importante que tenias que decirme?- le cuestione, visiblemente tenso.

-¿Pasa algo?- pregunto mi amigo mientras me invitaba una soda, la acepte y nos sentamos en los taburetes que se encontraban en la barra.

-Lo de siempre, discutí con Grace. Sigue insistente en conocer en donde trabajo, ya le esta metiendo ideas a mis padres. Y para colmo...- suspire tratando de no ponerme nervioso al recordarlo. - ayer durante mi cita con el cliente me encontré con Mew, al parecer volvió a Tailandia.-

-Mierda, ¿es el tipo que te gustaba a los dieciséis? - pregunto un poco confundido Bright, asentí como respuesta, centrando mi mirada en la soda que aun tenía en las manos.

En aquel entonces, cuando escuche las burlas de mi hermana y de Mew, mis mejores amigos estuvieron ahí para mí. Evitaron que me sintiera peor de lo que ya lo hacía, él y Saint no dejaron que mi corazón roto afectara de más mi vida. Y yo aprendí que de amor nunca se muere.

-Vamos, pero ese tema ya está más que superado ¿no?- cuando lo mire vi en su rostro inquietud, y es que no era mentira al decir que Brigth se preocupa demasiado por nosotros.

En realidad, nosotros tres nos cuidábamos demasiado. Éramos esos hermanos que nuestros padres no nos pudieron dar. Juntos nos protegíamos de absolutamente todo.

-¡Claro que sí! Por dios, han pasado seis años, claro que ya esta mas que superado. Pero me pone ansioso que se entere de mi trabajo y se lo cuenta a Grace, justo ahora que esta mas entrometida que nunca.- le confesé preocupado.

Si mis padres se llegaban a enterar creo que les ocasionaría un ataque cardiaco, y no es porque en realidad estuviera haciendo algo malo. Simplemente, ellos pensarían mal y Grace estoy seguro de que no me ayudaría.

-Me alegro de que no signifique nada para ti ese tipo, recuerda que las personas no cambian Gulf, y si él fue mierda en el pasado te aseguro que lo sigue siendo ahora.-

-¿De que hablan animalitos de la creación?- nos interrumpió Saint al llegar junto a nosotros. Saludándonos como solo él podía, ambos sonreímos, olvidándonos por completo del tema de antes.

Mejor centramos nuestra atención en el recién llegado, lo observamos mientras se dirigía detrás de la barra y tomaba un vaso para servirse whisky.

-De lo mucho que has cambiado santito Saint- Rei ante la declaración de nuestro amigo, pero era la verdad. Suppapong últimamente estaba más desinhibido, bueno creo que los tres. Al estar en contacto con tantas personas, y hacernos los coquetos o los extrovertidos, nuestra seguridad había aumentado.

-¿Hoy tienen citas?- cambio de tema el menor de los tres, mientras seguía tomando de su bebida.

-Yo no, le pedí a Yacht que me dejara libre esta semana, están a punto de terminar las remodelaciones al bar.- dijo Brigth señalando el personal de construcción que se encontraba terminando de empotrar los estantes.