12- Miedo en ojos rojos

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El cuerpo de Yuuri exuda feromonas y esta vez Victor también las puede sentir, son menos amenazantes a su olfato, pero ahí están... quiere correr, esconderse en el espacio más recóndito y alejado, dejar de sentir ese terrible y mortífero peso sobre su ser, pero no puede... la correa que lo convierte en Fuyunoji está amarraba al cinturón del purasangre, sabe que Yuuri no hará ningún movimiento brusco que lo  lastime, sin embargo, eso es lo que menos le importa, simplemente desea esconderse. El sudor frío que delata su miedo y el temblor tenue sus manos, a penas es disimulado por sus dedos aferrados a las correas que aprietan sus muslos en un intento por dejar de moverse, su mirada se mantiene en el suelo, no quiere conocer que rostro adopta Yuuri al provocar tal terror... principalmente, porque si fuese el mismo rostro dulce y sereno que siempre portaba el azabache... no sabría cómo reaccionar.

Michelle cedió fácilmente a presentarse como aliado de Yuuri, más el mayor problema venía ahora de los lord Bloods... vampiros que por generaciones se han encargado de la extracción y distribución de sangre... en un principio, a cambio de bienes, y tras un par de décadas, creando su propio sistema de moneda. Yuuri interactuaba muy poco con ellos, todos sus movimientos financieros los veía Phitchit, quien estaba más familiarizado a la alta sociedad vampira y disfrutaba de pasearse de un lado a otro gozando de la inmunidad y poder que le entraba pertenecer a los protegidos de Katsuki; manejando hábilmente un monopolio que muchos creyeron banal en un inicio, cultivo y venta de flores. Mantener un jardín no es tan sencillo como puede sonar, tomando en cuenta el frío constante en que gozaban vivir seres inmortales como ellos, no obstante, era por tener aquella rama comercial tan extraña, que los Lord Bloods se estaban rehusando a qué un purasangre llegase a controlar lo que ellos durante años regularon sin más supervisión que la de ellos mismos.

Amenazaron con dejar de proveer tanto a él como a sus nobles la sangre de la cual necesitaban. Yuuri se rió por un minuto que pareció eterno tanto a la vista de los otros inmortales, como a la de Víctor.

— ¿En serio creen que están en calidad de rehusarse y pueden hacerme frente?— Los lord retrocedieron un par de pasos mirando al purasangre con temor— Yo mismo asesine a mi padre, su legado maldito permanece conmigo, la sangre de mis hermanos, que corre por las venas de todos ustedes que osan revelarse, porque creen nada los une a mi, olvidan que si no soy su padre, soy más bien como un tío... uno que mantiene lazo directo, con el poder de Tepes... — Victor vio a cada uno de aquellos nobles retorcerse de dolor en el suelo, sus extremidades parecían doblarse y quebrarse en el vacío, sus expresiones reflejaban auténtico terror...

— C-como... ¿Cómo puedes... — Intentaba preguntar uno.

— Un vampiro resignado a la existencia, es débil... pero uno que vive...— Las manos de Yuuri hacían pequeños movimientos y los nobles frente a él se movían e incluso caían al suelo— No les estoy pidiendo autorización... No necesito un permiso de nadie...

¿Qué pasaba con ese Yuuri? A Víctor le costaba reconocerlo... ¿Dónde estaba el chico tímido y tranquilo? Una profunda respiración calmo aquella tormenta de feromonas que Yuuri había construido en aquel sitio, el azabache volteo a mirarle, Víctor sabia que le estaba mirando, más no tenia el valor de elevar la mirada...

— El punto clave de todo esto, es que me verán más seguido, contare con mi propio banco... mis propios humanos... todos sus movimientos pasaran por mi... — Menciono Yuuri con voz más tranquila.

— No puedes expropiarnos, es un negocio de generaciones... 

— Oh no se trata de eso, considérennos una nueva administración... — La voz y la figura de Lilia espanto a los lords, Yuri se reía disimuladamente del impacto retratado en las caras de aquellos vampiros, siguiendo a su madre unos pocos pasos más atrás— Nos hemos mantenido aparte mucho tiempo... pequeños problemas familiares— Sonrió la purasangre— Pero ya basta de eso ¿No creen? Hace falta un poco de orden— Los lords asintieron sin capacidad de reprochar, si ya solo el poder de Katsuki los había reducido en segundos, la presencia de dos purasangres más, los ponía completamente fuera de rango. 

Esos ojos, MATANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora