el chico de la ventana ≈ rdg

Capítulo 30.

-¡Mira la foto que he encontrado! -dijo mi amigo.

-Déjame verla -le arrebaté la foto-. ¿Esos éramos nosotros?

-Precisamente. Tú eres esta -me señaló una pequeña niña con dos coletas.

-Espera -presté atención a cada detalle de la fotografía-. ¿Ese eres tú?

-Era feo, ya lo sé coño.

-RECUERDO ESTO, URIEL. RECUERDO TODO ESTO -me tiré encima suyo y lo abracé lo más fuerte que pude.

-M-ME RECUERDAS -soltó un sollozo.

-S-sí... Y ÉSTA -señalé a una pequeña al lado de Uriel- ES ELOY, ¿VERDAD?

-SÍ, DIOS MÍO -se paró de su asiento y fue unos pasos más lejos-. ELOY, WENDY, VENID YA. EMILY NOS HA RECORDADO.

-¿EN SERIO? -Eloy corrió a tirarse encima mía.

-Era mentira.. No os recuerdo.. -mi amiga me soltó de inmediato.

-¿Qué..? -mi amigo transformó su mueca de felicidad a una línea recta.

-Que es coña, que es coña. Vengan, estúpidos -los abracé.

-Nos habías asustado, joder. Nunca vuelvas a hacer eso -dijo mi amigo llorando-. Esperé este momento desde que despertaste en ese hospital..

-Bueno, bueno, basta de amor. Ahora lo más importante.. ¿Recuerdas a Rubén? -preguntó la pelivioleta.

-Hice un poco de esfuerzo, pero paré cuando un dolor punzante se hizo presente en mis sienes-. No, no logro recordarle..

-Pobre de él.. Debe estar destrozado..

-¿Por qué lo dices? -abracé a mi amigo y la miré.

-Muchas cosas -rió.

-¿Muchas cosas de qué? Venga, decidlo.

-Le gustas, niña estúpida.

-Le he visto y no. ¿Qué cosas decís?

-Que sí, coño.

-No.

-Que sí.

-Vale, como digáis.

-Es la primera vez que me lo confirmas.

-Es que ni siquiera se quién es, por favor.

-Sabes muuuuy bien quien es -dijo el único chico del grupo.

-Vale, como tú digas.

Luego de estar discutiendo mil siglos con Uriel, Wendy propuso ir al parque ya que casi nunca íbamos. Nos alistamos todos y salimos.

[...]

-¡Ya coño! Tienes que dejar de teñirte el pelo de violeta.

-Pero le queda bastante mono, cállate Uriel -le pegué en el brazo. Él soltó un quejido.

-Hace juego con mis ojos -respondió nuestra amiga de forma divertida. Sinceramente, Eloy era la más mona de los cuatro. Su pelo violeta con raíces negras y sus ojos oscuros como la noche le daban un toque "gótico" que le sentaba bien y la hacía mucho más bonita.

Observe el parque de niños y estaba Rubén allí con unos tíos que lo filmaban. Estaba con tío que traía gafas y una sudadera que ponía Boston, al cual Rubén le decía "papá". Vaya a saber qué clase de estupidez estarían haciendo.
La cámara más grande tenía un cartel que ponía "BGames".

-¡PAPÁ, MIRA PAPÁ. MIRA LO QUE HAGO PAPÁ! -repetía Rubén. Realmente parecía un retraído mental.

-¿Qué mierda está haciendo? -le pregunté al trío de idiotas.

-Pues verás, ellos dos son Youtubers. Cuelgan vídeos en YouTube para hacer reír a la gente -explicó la de ojos oscuros.

-Ah.. qué bueno, supongo.

El tipo con la cámara gritó "corten" y paró la grabación. Rubén y el otro tío comenzaron a reír estruendosamente.
Me da gracia porque se le ve feliz, a diferencia de antes, que estaba pésimo. Sabe esconder bien sus sentimientos, quisiera poder hacer lo mismo a veces.

-¿Qué dices Emmi? -preguntó mi mejor amiga.

-¿Eh? -me dí cuenta que me había quedado mirando a la nada durante varios minutos.

-Nada, olvídalo. Vámonos.

-EMILY -sé escuchó un grito a lo lejos y giré de inmediato para ver al emisor.

-¡NAHUEL! -creo que grité demasiado fuerte, ya que la atención de los que estaban grabando en los juegos, se había posado en mí.

-Joder, ¿qué te había pasado? -me abrazó.

-No lo puedo creer..

-¿Qué..?

-Te reconocí -comencé a reír y lagrimear al mismo tiempo, con ambas manos posadas en mi boca-. Te he recordado.. -lo miré sin borrar la enorme sonrisa de mi rostro.

-Vale.. Creo que ahora ya lo entiendo -él no se había enterado de mi accidente.

Rubén estaba a pocos metros de nosotros, tratando de disimular el hecho de que se había quedado como idiota mirándonos. Comencé a caminar hacia todos lados, tratando de recordar más cosas, pero choqué con uno de los juegos. Estaba esperado el impacto en el suelo, pero alguien me cogió antes de que me fuera de culo al suelo.

-Rubén..

-¿Te acuerdas de mí..?

-No lo suficiente -me separé de él-. Escucha, yo no..

Y de pronto me besó. Esos besos torpes, más de desesperación que de otra cosa. Sus labios sabían tan bien como la primera vez.. La primera vez.. Lo recuerdo.

-¿Ahora me recuerdas?

-Eres un estúpido, Doblas -sonreí, recibiendo un abrazo de su parte.

-¿En serio me recuerdas? -me miró a los ojos. Esos hermosos ojos verdes café.

No le respondí. En el parque reinó el silencio. El mundo había desaparecido. Éramos sólo él y yo en esa conmovedora escena.