Capítulo 6.

2.9K 203 4
                                    

Hace exactamente dos años, Rubén desapareció de mi vida.
Hace dos años mi vida cambió.
Cada día al despertar, recuerdo esa ventana. Cerrada. Sin nadie que estuviera a allí dentro.

Con tan solo ocho años comprendí qué era la amistad y que tan sólo una ligera modificación, cambiará toda tu vida.

A veces hablaba con Ruben por teléfono. Pero nada era lo mismo. Era aburrido. Y costaba mucho dinero.

.....

Tengo ya catorce años. No logré hacer muchos amigos porque me volví demasiado cerrada. Mis amigos son Eloy, que es una niña que entró en tercer grado. Uriel que entró en sexto grado y que hace poco salió del closet. Y por último pero no por eso menos importante; Wendy. La mejor amiga que pudo existir en mi vida. Ella me ayudo mucho desde que se fue Ruben. Los tres lo han echo.

.....

Hoy es mi cumpleaños. Cumplo 15 años. He olvidado bastante a Ruben. Todavía lo extraño. Pero no es lo mismo que antes. A veces me agarran ganas de abrazarle. Pero nada se puede hacer.

—¡Vamos, Emily! ¡Pide un deseo! —gritó mi madre sonriendo.

—Listo —sonreí.

—FIESTAAAAAAAAAAAA. ¿Traigo putas o putos? —bromeó Eloy.

—Yo creo que con putos esto sería más interesante —Uriel le siguió el juego.

—Vaya maricón, tío —añadió Wendy descojonándose.

Los tres se quedaron a dormir a mi casa. Hacíamos el gilipollas como siempre. Comíamos, pintábamos.. SI PINTÁBAMOS MIS PUTAS PAREDES. Vaya que eran estúpidos.

—Ahí vivía Rubén, ¿no? —soltó Eloy de repente mientras apuntaba hacia la ventana.

—Sí.. ahí vivía.. —respondí de mala manera, apuntando a la ventana también.

—No creo que sea dia de hablar de eso. Eloy.—Wendy me abrazó. Vaya que me conoce bien.

Agarré una de mis almohadas y se la tiré a Uriel. El cual estaba distraído con su movil.

—¡JODER TÍA, TE ARREPENTIRÁS EL RESTO DE TU VIDA! ¿SABES CUÁNTO COSTO HACERME ESTE JODIDO PEINADO? Ya no traeré putas —reía mientras intentaba fallidamente imitar la voz de una mujer y me golpeaba con la almohada que le había lanzado antes.

—Jod... —musité— YA BASTA, PARA —lo empujé.

—. Ven, dame un abrazo..— Dijo eloy

—¡NO! FUERA DEMONIO, FUERA.

—Te lo has ganado

Eloy empezó a hacerme lo que menos me gusta que me hagan.

—¡Basta tia! Por favor ¡BASTAA!  —mis lágrimas salían debido a los molestos espasmos que sentía debido a las jodidas cosquillas que me hacía mi amigo.

—Ya, ya.. Calmaos —intervino Wendy. Bendita sea.

—Vamos a dormir, joder. Tengo un puto sueño que te cagas. Son las seis y media de la mañana —se quejó Uriel.

—Ya se te tiene que quitar el "joder", ¿no? —le regañó mi amiga.

—Jamás. JAMÁS. —respondió elevando un puño en el aire.

Estos momentos eran los mejores. 

Mejores serian si el estuviera.


el chico de la ventana ≈ rdgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora