El avión estaba aterrizando. Empecé a sudar más de lo normal por lo nerviosa que estaba.
El corazón me latía muchísimo mas rápido cuando vi unos metros más abajo a mi madre desde el vidrio.Comencé a correr al bajar del avión. Tiré mi equipaje y la abracé.. Después de seis años sin verla..
-Te eché tanto de menos.. -le susurré al oído.
-Y no te imaginas yo -comenzó a llorar.
Luego de una emotiva bienvenida con mi madre, saludé a la gente que también me esperaba en en aeropuerto. Mis tías, abuelas, mi madrina. Incluso la madre de Rubén, pero.. ¿dónde está él?
-Mamá.. -le toqué el hombro.
-¿Si? ¿Qué ocurre, cielo?
-¿Dónde está Rubén?
-Uhm.. Él.. Pues bien..
-Mamá..
-Él está en España.
-¿Qué? -mi boca se semiabrió, provocando que mi mano se posara en ella.
-Es una larga historia -explicó la madre de Rubén-. Luego te la contaré bien.
No entiendo como pudo hacerme ésto.
[...]
Llegando a mi casa, veía a un grupete de chicos en la puerta.
Eran ellos.-¿Uriel? -pregunté dudosa.
-¿EMI? -corrí a abrazarlo.
-No puedo creer que tengas veintitres años.. Te he extrañado tanto..
Detrás de él se encontraba Eloy.
-¡ELOY! -grité y la abracé por el cuello.
-Mierda, Emi.. cuanto te he echado de menos. Tanto tiempo ha pasado -comentó sin soltar su agarre.
-Tu pelo -comencé a reír.
-Está violeta -lo señaló con ambos índices y puso su boca en forma de D.
-Sí.. -reí.
Alguien tocó mi espalda. Al darme vuelta, era Wendy.
La abracé tan fuerte que ambas terminamos en el suelo.-Te extrañé demasiado, demasiado, demasiado -dijo entre lágrimas.
-Perdón, perdón -lloré también-. No volveré a dejarte jamás. -me separé de ella, pero no soporté y volví a abrazarla.
Pensaba que tenía que dejarla otra vez porque no terminé mis estudios de audiovisuales en España. Solo me dieron dos semanas de descanso.
-¿Es lindo España? -preguntó mi amiga.
-Sí, bastante..
-Voy a irme contigo.
-¿Qué? -la miré.
-Entré en una universidad allí.
Entonces no la dejaría. Esto sería genial.
Dos semanas después ahre loco viste igual sí
-Vale, ¿tienes todo? -mi madre me tomó por los hombros.
-Sí, mamá.
-¿Ropa?
-Sí.
-¿Pasaporte?
-No me olvidaría lo más importante.
-¿DNI?
-No me olvido nada, mamá. Tranquila -reí dándole una palmadita en la espalda.
-Ya quiero que termines los estudios y vengas conmigo.
-Volveré pronto. Lo prometo.
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el chico de la ventana ≈ rdg
Randomno valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. • cambie muchos aspectos de la vida de ruben.