UNEXPECTED. |MYG

Extra #1

Malú iba dando pequeños pasos hasta que pareció desesperarse por no llegar rápido y volvió a gatear para alcanzar el juguete que quería. Reí viéndola.

Recientemente cumplió once meses y hace unos días que me dio la sorpresa que de la nada comenzó a caminar sola. Habíamos estado estimulándola para que tuviera la confianza de comenzar a caminar por su cuenta. Cuando pasó era de noche y sólo estábamos nosotras en mi apartamento porque Yoongi no había llegado, estaban sus juguetes por toda la sala justo como ahora, yo colocaba una manta para que jugara allí pero siempre se salía, y de un momento a otro se apoyó del sillón para ponerse de pie, se soltó y dió varios pasos sola. Yo me quedé casi en shock viéndola. Lloré, por supuesto.

Cuando Yoongi llegó se asustó porque creyó que había pasado algo malo al verme llorar. Le expliqué que Malú había dado sus primeros pasos, luego ella volvió a hacerlo más tarde esa noche porque no quería dormir y él pudo verlo e hizo un vídeo de eso, ya que la primera vez yo me había quedado paralizada y no pensé en tomar mi teléfono.

Aún no dominaba caminar sola del todo por eso a veces prefería gatear. Mi pequeña era muy inteligente y muy activa también, le daba curiosidad todo así que teníamos mucho cuidado cuando estaba por su cuenta en el suelo. Teníamos que limpiar muy seguido su entorno o cualquier sitio donde estuviese ya que cualquier cosa se lo llevaba a la boca y era peligroso. Los tomacorrientes tenían protectores y ella ya había entendido que no podía tocarlos después de insistir tanto y no tener éxito en sacarlos. Ahora que era un poco más independiente era el doble de cuidado, y por supuesto más cansancio para mí, pero adoraba ver cada etapa mientras crecía.

Vi la hora en mi celular así que me puse de pie y fui con Malú para cargarla.

–Nos toca ir con papá, amor.

Ella se quejó porque quería seguir en el suelo jugando pero nos teníamos que ir. La metí en su coche y recogí los juguetes, dándole a ella su kumamon el cual adoraba, al final Yoongi tuvo razón. Tomé nuestras cosas y salimos del apartamento.

Taehyung, con Malú en brazos, y yo salimos del edificio donde quedaba el Registro. Ya habíamos hecho el papeleo para el cambio de apellido de nuestra hija. Hace un mes que él habló conmigo porque quería que ella tuviese su apellido, ya que obviamente hasta el momento había tenido el mío.

Fue una decisión que medité muy bien. Él ha estado cumpliendo con todas sus responsabilidades como padre, hemos tratado de llevarnos bien y tener buena comunicación. Y de seguir como íbamos en nuestra tarea de criarla, era algo que teníamos que conversar tarde o temprano.

Tae me hizo saber que era muy importante para él, pero aún así no me presionó.

–Tami, antes de que se vayan. Quiero presentarte a Hayi. –Nos detuvimos en la acera.

–Oh... Claro. No creí que estuviese aquí.

–Ella quiso venir hasta acá porque tenemos cosas que hacer. –Explicó.

En eso noté que una chica de cabello negro y a la altura de los hombros, venía acercándose por la acera en nuestra dirección. Parecía algo tímida y un poco nerviosa cuando llegó frente a nosotros, hizo una reverencia hacia mi y yo hice lo mismo.

–Hola. –Saludó, con una pequeña sonrisa tímida.

–Hola, un gusto conocerte. Kang Tami. –Le devolví una sonrisa tranquilizadora, estiré mi mano y ella la estrechó. No pretendía que la situación fuera incómoda.

–Seo Hayi. El gusto es mío –volvió a hacer una reverencia– Hola, princesita bonita. –Le habló a la bebé con ternura. Ahora lucía más calmada.